- Antoine... - Alice se levantó y le tendió la mano a su esposo - Ven, tenemos que hablar - le pidió amablemente.
Yo me levanté y me alejé de ella mientras mi cuñado se acercaba.
- Pídele a la doncella que prepare a los niños... Mañana será - mi hermana me hizo una seña y me retiré del cuarto.
Con un temblor en todo el cuerpo, le pedí a la doncella que prepare las maletas y la ropa de los niños, que saldrían de viaje la mañana siguiente.
Esa noche, sólo compartimos la cena mis sobrinos y yo. Trataba de lucir alegre y recordarles que verían a sus primos mayores, su abuelo, sus tíos y, probablemente, festejarían la unión de Frank y Claire en esas fechas. Pero no podía controlar el temblor de mi cuerpo, lo que producía cierta inseguridad en los niños.
Entré en mi cuarto y abrí la ventana de par en par. Confiaba que el frío de la noche podría despejar mis miedos... Temía a la reacción de Antoine.
Alguien llamó a la puerta de mi habitación.
- ¿Quién es? - pregunté con temor.
- Nosotros. Abre - me ordenó mi hermana con voz serena, sin duda había logrado calmar sus nervios e inventar algo que logró convencer a su esposo.
Abrí la puerta y ellos entraron, como dueños de casa. Alice se tendió en mi cama con un suspiro y Antoine pasó de largo a cerrar la ventana. Luego me miró con una sonrisa burlona.
- Te has reído mucho de mí, ¿verdad? - se sentó en mi cama junto a su esposa.
- Déjala en paz, no tuvo opción - respondió Alice.
- Nunca fue mi intención burlarme de nadie, sólo que... Todo sucedió así, muy rápido. - expliqué con cuidado, no sabía cuánto le habían contado sobre mí.
- Lo que no entiendo es dónde aprendiste arquitectura - preguntó Antoine frunciendo el ceño.
- Tuve un buen maestro - murmuré volteando para servirme un poco de licor. Sería una larga noche de interrogatorios.
- ¿Garnier? - susurró Alice que se levantó para apoyar su espalda en el pecho de su esposo, quien la rodeó con sus brazos.
- Pues... - sonreí recordando el enojo de Erik cuando Garnier se llevó todo el crédito y me presentó como su ayudante siendo que fue exactamente lo opuesto - Podría decirse que sí.
- ¿Por qué no nos cuentas? Deja de ser tan misteriosa - se quejó Antoine.
Puse los ojos en blanco.
- En primer lugar, sigo siendo Marius, tu sobrino. En segundo lugar, deberían tomarse las cosas con más seriedad y empacar.
Después de mi sermón, ambos empezaron a reírse.
- Ya está todo arreglado - Alice me guiñó su ojo - Bernard fue por nuestros pasajes y una de las doncellas está haciendo mis maletas.
- Alice está tranquila porque sabe que nadie se la llevará. Ella habrá sido una ladrona pero ahora es mi esposa y yo soy capaz de incendiar todo el maldito país si alguien quiere hacerle daño - explicó Antoine acariciando el pequeño vientre de mi hermana.
- ¿Cómo supiste de los planes de Eugenne? - preguntó Alice con curiosidad.
No estaba preparada para esa pregunta así que tuve que improvisar.
- Sólo son teorías que él tiene... Lo he estado siguiendo estos días y me hice de amigos en común con él. Una noche en un bar, le escuché contarle un buen par de historias y teorías a sus amigos.
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Lo que digas #1
RandomNunca imaginé conocer a un hombre así. ¿Es posible la felicidad para una persona rota como yo? ¿Será que puedo volver a enamorarme? ¿Será que él logre amarme alguna vez? Fanfic sobre "El fantasma de la Ópera" #1 en Thephantomoftheopera :D (01-2019...