12.

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—Lo siento si interrumpí algo, So-Hyun, salte un momento por favor. — Ordeno Yang-mi con un tono diferente de voz, solía hablarle de una forma más linda a la chica, puesto que sabía que era ciega y toda persona debe ser amable con gente discapacitada.

—Yang-mi estaba hablando con ella, no puedes sacarla así porque se te de la gana, cualquier cosa que ella se quede y escuche nuestra conversación. — Dijo Yuta mirando seriamente a su secretaria. — So-Hyun, vuelve a la silla en la que estabas sentada, ya.

—Si jefe. — So-Hyun asintió con la cabeza.

Limpio sus lágrimas antes que Yang-mi pudiera hacerse presente se estas, se alejó de Yuta despacio, y Yuta, por medio de su mirada, indico a su secretaria que la ayudara a sentar. De acuerdo a lo dicho, Yang-mi tomo la mano de la chica y la ayudo a sentar.

A decir verdad, la secretaria ya empezaba a odiar la idea de que So-Hyun estuviera todo el tiempo con Yuta, ya no podía tomar sus ratos libres con el chico, e incluso la conexión que ambos llevaban antes, fue desvaneciendo desde que So-Hyun llego, pero desde un principio, la idea de contratar a la chica, fue de Yang-mi.

—Ahora, ¿Qué querías decirme? — Pregunto Yuta con una mirada seria.

—Tu padre me dijo que tenías que salir de este hospital como de la gana, dijo que te quería ahí lo antes posible, también ah... So-Hyun. — La mirada de Yang-mi hacia la chica, no fue nada linda, al contrario, esa mirada cargaba celos y demás cosas. — Te quiere ver hoy a más tardar.

—Claro, ¿Y qué quiere decirme? ¿Que soy un estúpido hijo, así como me lo ha dicho toda la vida y quiere verme ayudando a So-Hyun para ganarme la vida? No gracias, puedes irte de aquí. Y todo lo que te dije, quiero que se lo digas al Señor Nakamoto frente quien este con él, no quiero llamarlo padre más.

—Puedes llamarlo Yuta.

—No se merece ni una llamada de mi parte, ¡Ahora ve y dile eso! A ti tampoco te quiero ver aquí Yang-mi. — Yuta le regalo una fastidiosa mirada a su secretaria y luego prosiguió por acomodar su cabeza en la almohada de la camilla.

Esta salió de la habitación, de todas las veces que alguna vez el padre de Yuta trato mal a este, al parecer esta era a la que en verdad el ya no perdonaría.

So-Hyun estiro su mano y nuevamente busco la del chico, no le gustaba verlo enojado, y si, podría ser que él siempre está enojado con So-Hyun, a ella de un modo u otro le toco perder la vista, y a Yuta le toco ser como es, todo esto, gracias al pasado de ambos, tal vez, si ambos decidieran dar un paso más, podrían relacionarse mejor.

—Yuta... ¿Por qué odias a tu padre? — Pregunto So-Hyun cuando sus manos ya hacían contacto con la única mano de Yuta que pudo encontrar.

—Si te dijera no me creerías, veo que para ti todo siempre está lleno de miel. — Dijo Yuta sin perder vista en So-Hyun.

—Solo a veces, ya te lo he dicho, mi vida no está llena de miel. — So-Hyun agacho un poco su cabeza y sonrió ligeramente.

—Es la primera vez que te veo sonreír, es linda tu sonrisa.

—¿Eso es un cumplido? Creí que...solo eras el amargado y grosero Yuta. — La chica sonrió entre dientes, esto causo que Yuta sonriera de la misma forma.

La primera vez que ambos se mantenían en un ambiente calmado y feliz, para ambos era sorpresa, Yuta creyó que otra palabra grosera iba a salir de su boca ofendiendo nuevamente a la chica. So-Hyun creyó que desde que le pregunto aquello, Yuta iba a gritar diciéndole que no se entrometiera en su vida, pero no fue así, So-Hyun se sintió como en casa manteniendo el ambiente así con Yuta.

—So-Hyun... — Dijo Yuta casi en susurro.

—¿Si?

—¿Puedes quitar tus lentes? Tengo mucha curiosidad, no sé, pueden estar completamente negros o tus pupilas mal formadas. — Hablo un Yuta diferente.

—No eres el único que lo piensa, cuando...cuando iba en secundaria, hubo un niño que creyó que en mis ojos había un pequeño monstruo que impedía que mis ojos vieran. — La chica sonrió tímida ante lo dicho.

—¿Qué un monstruo que? Por dios, ese niño traía vomito en su cerebro de seguro. — Yuta rio leve aun sin desaparecer esa bella sonrisa entre dientes que formaban sus labios.

—Tal vez. — So-Hyun despego sus manos de la de Yuta y se relajó un poco. — Pero...primero responde mi pregunta. — Dijo la chica con la voz baja pero audible.

Yuta miro de reojo a la chica y suspiro, hablar de su pasado y de la parte de su padre, lo hacía sentir demasiado sensible, puede que allá podido ser fuerte ante lo del bullying en la secundaria, pero tomaría el caso de su padre como algo más fuerte.

—Veras, desde que mi madre se divorció de mi padre, ella consiguió otra familia, tuvo hijos con ese otro hombre olvidándose por completo que tenía otro hijo por cuidar. Mi padre estaba furioso por la decisión que había tomado mi madre, y ella solo... — Yuta se detuvo debido a que trago saliva y cerro sus ojos para que lágrimas de coraje no salieran de sus ojos.

—Yuta si no quieres hablar de esto no lo hagas, no te estoy obligando. — Dijo tranquilamente So-Hyun volviendo a tomar la mano del chico y acariciando esta como si de un bebe se tratase.

El chico permaneció en silencio, nuevamente solo se escuchaban las señales de latidos de corazón del electrocardiograma, Yuta luchaba para que lagrimas no salieran de él, sentía su cuerpo arder como si ahora mismo quisiera ir con su padre y golpearlo, aunque el mismo sabía que no podía, hubo un tiempo en el que Yuta, su padre y madre pasaron tiempos inolvidables, esos tiempos que toda familia alguna vez paso.

So-Hyun, entendiendo los sentimientos del chico, solo recargo su cabeza en la orilla de la camilla y siguió acariciando la mano de aquel, incluso a la chica le dieron ganas de llorar de igual forma, los sentimientos de la chica son demasiado frágiles para incluso llorar con alguien más sin entender la razón del porque llora.

—Ella solo me ignoro dejándome como una basura maltratada en la secundaria, mi padre y yo nos mudamos de Japón a Corea, consiguió trabajo y se la pasaba en la empresa todo el día, cuando se decidía por regresar a la casa, solo entraba con una mujer diferente y me pedía que me encerrara en el cuarto, el...de igual forma solo me tomaba como una basura, comía lo poco que había en la casa, solo, pan y a veces cereal, era un desastre vivir con mi padre, siempre... — Trato de controlar su respiración y cuando pudo, dejo caer nuevamente su cabeza en la almohada esta vez dejando caer las lágrimas.

—Está bien, tranquilo...podemos dejarlo hasta aquí. — So-Hyun solo se calló escuchando las dolorosas lagrimas del chico.

Acariciaba su mano para intentar calmarlo, So-Hyun retiro sus lentes de sol, sin embargo, dejo sus ojos cerrados, aun debía intentar tranquilizar a Yuta, al escuchar como lloraba, solo sabía que esas lagrimas mostraban coraje y tristeza, cosa que, de un modo u otro, la chica ya había sentido.

—So-Hyun, sé que has aguantado quince años que la gente te maltraté, pero, desde que salí de mi bachillerato, pude librarme de mi padre, quiero que...comprendas eso. — Yuta intento controlar sus lágrimas, pero cuando la chica hablo por última vez, el chico volvió a soltarse en lágrimas.

—Con esas lagrimas sacaras todo, lo se...eh...sufrido también.

Ambos chicos estuvieron un gran rato a solas, el chico, sabia poca información del pasado de la chica, y ella, ya sabía más de la vida de Yuta, si, ambos pasados fueron dolorosos, sin embargo, ambos intentaban seguir adelante.

-balsamicmoon

Blind | Yuta ゆたDonde viven las historias. Descúbrelo ahora