O9.

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Los tres chicos ya se encontraban bajando las escaleras, So-Hyun se apoyaba con su bastón y sus lentes estaban nuevamente puestos, la chica bajaba con cuidado, pero de un modo u otro, no quería que Jaehyun la tocara. Yuta tenía ambas manos guardadas en las bolsas de su pantalón y Jaehyun iba detrás de la chica, claro, a cierta distancia por si esta llegara a caer, todo aún se mantenía en silencio.

Llegando a la oficina de So-Hyun, Yuta trago saliva y dio media vuelta esperando a que la chica y Jaehyun estuvieran con él, por ahora solo hablaría con ellos y los dejaría irse.

—Creo que...nos vamos. — Dijo Jaehyun posicionándose al lado de So-Hyun.

—Sí, nos vemos mañana So-Hyun, necesito que sigas investigando. — Dijo un Yuta tranquilo y sin perder vista en la chica.

—Si jefe.

—Pueden...irse. — Yuta dio su última palabra y entró a la oficina de So-Hyun para sólo recostarse en el sofá.

Ya no le importo lo que pasaría después con Jaehyun y So-Hyun, sin embargo, se sentía débil, y no hablando de la debilidad que te produce el cuerpo después de tener un día cansado, sino que esa debilidad mostraba cuan dolido estaba acerca de las palabras que So-Hyun anteriormente le había dicho, empezaba a comprender un poco más su vida, solo que sería muy difícil ser otro tipo de persona con la chica.

[ —¡¿Aún tengo cosas por vivir?! ¡Perdí la vista a los seis años, no eh podido salir ni de mi propia casa y eh sufrido por quince años que las personas me odien por como soy! ¡¿Crees que aún tengo cosas por vivir?! — Reclamó una vez más la chica entre sollozos, sus mejillas estaban llenas de lágrimas, lágrimas mostrando coraje y tristeza, cosa que, de un modo u otro, le dolieron a Yuta. ]

Suspiro una vez más y paso una de sus manos por todo su rostro, sin percatarse que su secretaria se encontraba sentada junto a él, nunca se dio cuenta de cuando había llegado la chica, esto le tomó por sorpresa.

—Yang-mi... ¿Aun no te vas de aquí? — Pregunto nuevamente un amargado Yuta.

—Quería esperarte, siempre me acompañas a mi departamento después del trabajo.

—Pues hoy no, sabes caminar y tienes dinero para pedir un taxi, hoy no te llevare a tu casa, ya debes acostumbrarte.

—¿Te quedaras aquí toda la noche? Mañana tendrás que cuidar nuevamente a esa chica. — Se quejó la secretaria frunciendo el ceño.

—¡Yang-mi por favor cállate y vete de aquí! ¡Quiero estar solo, lárgate! — Estas palabras solo hicieron que la chica abriera sus ojos de golpe, había visto a Yuta molesto antes, pero no tan molesto como para gritarle de ese modo.

Yang-mi trago saliva y se despidió amablemente de Yuta para luego salir de la oficina y por fin dejar al chico en paz, y quería que fuera así, hoy fue un día donde varias veces lastimo a Yuta, aunque no se notase, las palabras que So-Hyun le dijo cuando estaban en la antigua secundaria del chico y las palabras que le dijo cuando estaba a punto de suicidarse, él pensaba que So-Hyun era una simple chica ciega y discapacitada como otros inválidos, pero no fue así, estar discapacitado o con algún defecto en tu cuerpo, también conlleva de groserías por parte de otras personas, las cuales piensan que ser perfecto es lo mejor.

El chico se levantó del sofá y camino hacia el pequeño garrafón de agua que se encontraba cerca de la puerta de entrada, se sirvió un vaso y mientras lo tomaba, cada una de las luces de cada oficina se fueron apagando, esto le dio escalofríos a Yuta, sin embargo, lo dejo pasar.

Cuando estaba a punto de recostarse nuevamente en el sofá, alguien cubrió su boca por detrás y con una mano tomo sus ambas manos para que el chico se debilitara y no pudiera quitarse a esa extraña persona de encima.

—El día veinticinco de este mes, quiero verte en el único lugar donde cerraron un parque con un lindo puente en el centro, esperare los días para verte ahí. — Susurro esa persona en el oído de Yuta.

Terminando de decir aquello, un gemido de dolor salió de la boca del chico al sentir un cuchillo enterrarse en su cadera, aquella persona, desapareció de la escena después de haberle enterrado ese cuchillo, Yuta cayó al suelo y con su respiración agitada, quito su saco e inmediatamente hizo presión en la zona afectada, estaba solo y eso hacia el ambiente más desesperante.

[ So-Hyun ]

Después de haber entrado al coche de su "amigo", la chica solo permaneció en silencio, era más que claro que no quería hablar con Jaehyun en estos momentos, tantos años para que hasta ahora, So-Hyun se diera cuenta de lo que hacía, vaya sorpresa.

—Bien, vamos a casa. — Decía Jaehyun mientras se abrochaba el cinturón de seguridad.

So-Hyun siguió sin hablar, se mantuvo en silencio aun cuando Jaehyun la ayudo a colocarse el cinturón de seguridad, esto incomodo demasiado al chico, pero sabía que esto debía de pasar de un modo u otro.

—So-Hyun, lo siento, no quería que lo supieras, lo que...hacía en secundaria, si, era malo, no sabía lo que hacía en ese enton--

—No me importa si sabias o no lo que hacías, ¡eran niños inocentes con una vida miserable como la mía y aun así no te importo! Lo único que quiero ahora es llegar a casa y recostarme olvidando lo que paso en todo el día y olvidarme de ti también, ¡Yo sé lo que es sufrir insultos por parte de otras personas! ¡Lo sabes bien Jaehyun!

—Lo sien--

—¡Y ni se te ocurra disculparte porque no aceptaré tus disculpas! Estoy cansada de este mundo enserió, lo único que quiero, es vivir como cualquier persona, una vida...tranquila, una vida donde puedas explorar varios lugares y ver esos bellos paisajes de los que todo mundo habla, sin embargo, no puedo por personas como tú.

Con esto dejo a Jaehyun acabado, el chico apretó sus puños con toda la fuerza posible, pero al mirar las lágrimas de la chica, dejo caer sus manos del volante y sus pensamientos se pusieron en blanco, tal vez era cierto, aun y fuera ciega, pudiera explorar lugares, pero personas como el siempre impedían que los sueños de la chica alguna vez fueran reales.

Se acercó a la chica y le retiro los lentes de sol que siempre traía puestos, aparte de la madre de Jaehyun, él era el único que había visto sus ojos, y no miente, no tiene las pupilas mal formadas o sus ojos son completamente negros como Yuta piensa, al contrario, los ojos de la chica muestran un lindo color miel.

—Me perdones o no, sabes que siempre estaré para ti, ya no soy el de antes y quiero que comprendas eso, te ves mejor sonriendo y feliz, es lo que siempre decían tus padres ¿no?

La chica solo asintió con su cabeza, el chico empezó a conducir y mientras hacía esto, vio una ambulancia dirigirse hacia la empresa rápidamente y un chico completamente de negro apenas saliendo del edificio.

¿Qué más podía esperar Jaehyun? Nunca pensó que ese chico sería capaz de hacerle algo a Yuta.

-balsamicmoon.

Blind | Yuta ゆたDonde viven las historias. Descúbrelo ahora