Blind | Yuta ゆた

63.

Cuando el avión llego a su destino, cada uno de los pasajeros tomo sus pequeñas maletas para ir bajando poco a poco. Cada una de las azafatas se despedía de los pasajeros con una gran sonrisa en el rostro. So-Hyun incluso se despedía de ellas y les agradecía por un vuelo tan tranquilo como aquel. La chica demostraba una sonrisa en su rostro, sin embargo, Yuta parecía demostrar sonrisas forzadas.

No fue mucho el tiempo en el que pasaron a la zona de maletas para poder tomar las suyas, al contrario, solo bastaron diez minutos para que esperaran por su equipaje. So-Hyun tomo su maleta emocionada, así como Yuta le seguía el paso. Ambos caminaron tomados de las manos hacia la salida, en la cual ya se encontraba una persona esperándolos. Su piloto.

Nuevamente entraron a una limosina, cosa que odiaba So-Hyun aunque como dijo Yuta, solamente será cada que vayan o salgan de un aeropuerto. Lo demás podría ser sencillo.

— ¿Cómo fue su viaje joven Nakamoto? — Pregunto el piloto sonriente.

—Cansado, solo apresúrate quiero dormir. — Contesto de manera cortante Yuta, cosa que hizo sentir al piloto algo extraño.

—Discúlpelo por favor, fue un viaje de once horas. — Interrumpió So-Hyun mientras le daba su maleta al piloto. — Aun gracias por preguntar, el viaje fue tranquilo. — La chica dio una reverencia para así entrar a la limosina.

No sabía porque el comportamiento tan extraño de Yuta, esto la preocupo demasiado y por esto mismo al sentarse al lado del chico le pidió de manera amable que se recostara en sus piernas. Así ella se encargaría de tranquilizarlo un poco, sabía que las cosas no estaban bien.

Cuando la limosina comenzó a avanzar, So-Hyun acaricio lentamente la cabellera del chico, así como no dejaba de verlo a los ojos. Siguió haciendo esto y se dio cuenta que Yuta poco a poco empezaba a cerrar sus ojos. Ya eran las once de la noche y hacía falta una buena cama para descansar, incluso ella lo sabía.

— ¿Recuerdas cuando te mencione la palabra Yūgen?

Yuta abrió sus ojos lentamente para mirar a la chica, su única respuesta a cambio fue moviendo su cabeza de manera afirmativa. So-Hyun solamente le sonrió volviendo a acariciar su pelo. Algo estaba mal y de un modo u otro tenía que saberlo.

— ¿Ha...hablaste con Taeyong?

Al escucho el chico el nombre de su hermanastro inmediatamente frunció el ceño y tomo asiento alejándose de So-Hyun. ¿Taeyong? ¿Por qué debería llamarlo? Ni siquiera sabía porque So-Hyun había mencionado el nombre de aquel. Si, es cierto que Yuta quiere a Taeyong como un hermano, es más, como a un mejor amigo. Pero no era momento para hablar de él. ¿Por qué ahora?

—No, ¿Qué pasa con él?

—Oh, pensé que... habías hablado con él. Es que... normalmente te enojabas cada que hablabas con él.

—Eso era antes, ahora...me eh llevado muy bien con él. — Decía mientras asentía con su cabeza. — Solo...quiero descansar, enserio.

—Lo sé.

La chica recargo su cabeza sobre el hombro del chico, así como entrelazaba los dedos de sus manos con los de él. Yuta solo observo ambas manos juntas y sonrió ligeramente. Estaba desesperado, quería acabar con aquella persona que ha pasado meses detrás de él, acabar con eso y estar al lado de su chica por siempre. No importa el riesgo, el solo quiere vivir la vida que no pudo pasar en el pasado. Y eso será con So-Hyun.

. . .

No se tomaron la molestia en acomodar la ropa que había en sus maletas, cuando llegaron solamente colocaron su pijama y ambos se recostaron en la cama. Como normalmente lo han hecho, dormir juntos y abrazados dándose calor mutuamente. Eso sí, a pesar de que Yuta se encontrase cansado no podía dormirse. En su mente seguía intentando crear un plan de cómo podría acabar con aquella persona, pero sus pensamientos se perdían al pensar en la reacción que haría So-Hyun al enterarse de que el chico que siempre estuvo con ella a principios de su vida está muerto.