4O.

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Subiendo una vez más a aquel auto, la madre de Yuta y Taeyong  se encontraba al frente, mientras que sus dos hijos se encontraban en la parte trasera del coche. Yuta desde que se fue de la escena, paro y retiro todas las lágrimas de su rostro como pudo, ahora mismo tenía un semblante frío como si en verdad ya no sintiera nada, como si nuevamente fuera ese aquel de su pasado.

— ¿Quieres volver al hospital hijo? — Preguntaba la madre del chico mirándolo por el espejo retrovisor del auto.

No. Claro que la respuesta sería no, sin embargo, cuando Taeyong hablo por él, todo el ambiente cambio.

—Madre, déjanos a él y a mí en el hospital. — Decía mientras se acercaba a su madre para luego susurrarle al oído. — Necesito hablar con él un asunto, ¿Sí?

Al por fin separarse de ella, Yuta no aparto vista alguna en Taeyong, esa mirada que toda persona tiene al momento de que alguien dijo algo malo sobre él o cuando dice que hizo algo bueno cuando es más que claro que una mentira había salido de sus labios en ese momento.

Cuando el auto paro, supieron en ese momento que ya habían llegado al hospital, Taeyong salió después de Yuta para así despedirse de su madre, ambos caminaron en silencio hasta llegar a la puerta de entrada del hospital, sin embargo, al momento de que apenas llegaran ahí, las puertas se abrieron automáticamente puesto que un herido acababa de llegar, ambos lo ignoraron.

— ¿De que querías hablar conmigo? — Pregunto Yuta con un semblante frío y serio hacia Taeyong.

—Te traje aquí para que vinieras a ver a la persona más importante de tu vida, Yang-mi...yo sé que...ella no lo era, no como una persona merece ser amada.

— ¿Y por ser mi hermanastro mereces decirme todo eso? Yo elijo a quien no amar y a quien sí.

—Yuta...ese día en la fiesta de mi casa, pude ver esa mirada que había en ti cada que veías a So-Hyun, o...cuando pronunciabas su nombre, eso...fue hermoso, la manera en la que demostrabas tu amor por ella. — Estas palabras dejaron en silencio al chico, sabía que era verdad. Todo.

— ¿Y crees que de verdad ame a Yang-mi? Esas lágrimas en el cementerio fueron falsas, ¿Crees que...todo si fue real? Vamos, sus familiares piensan que yo cause su muerte, ahora que llore como si fuera la única persona en este mundo que amaba, pensaran diferente.

—Estos pocos meses que te eh conocido, veo que no te importan las demás personas, en si solo tú, Yuta, sé que no tengo el derecho de decir esto, pero...Yang-mi estuvo en una parte de tu corazón, lo note desde que salimos del hospital hasta que caminaste para dejarle la rosa. En realidad, no sé si parezca un inútil hablándote de esto, cada vez que ambas se atravesaban en tu camino, siempre fue So-Hyun, siempre fue ella, y sé que ella sufre de la misma manera que tú. También sé que...por la culpa del amigo de So-Hyun, ambas están heridas, incluso tu...

Cada palabra, cada detalle, todo empezó a confundir a Yuta, miro cada parte de su cuerpo, pero imposible, no tenía parecido alguno a aquella persona que mato a Yang-mi e hirió a Yuta desde un principio, aunque vaya, la mirada de Taeyong en estos momentos era seria, una mirada que toda persona tiene cuando realmente está hablando enserio. 

— ¿Cómo sabes todo eso?

Taeyong suspiro para así relamer sus labios, le indico a Yuta con su cabeza que entraran al hospital, la curiosidad invadía a Yuta, por lo que no se negó e inmediatamente siguió los pasos del chico, desde que comenzaron a caminar todo se volvió más tenso.

—Lo supe y...entendí todo desde la fiesta en mi casa, cuando te fuiste apenas me había dado cuenta, por lo que salí corriendo de la casa, fue ahí cuando te vi sosteniendo a Jaehyun del cuello de su camisa, lo estabas presionando contra su carro, mire hacia donde estaba el tuyo y ahí estaba So-Hyun, sola sin hacer nada solo esperando por ti, yo...me confundí demasiado, sabes que tengo dinero al igual que tú, así que no dude en espiarte, tanto a ti como a Jaehyun. Pague para que vigilaran cada paso de Jaehyun, también quería saber quién era el, antes no sabía ni de donde venia, incluso le pague a Eun-woo, uno de tus empleados. Gracias a eso, pude saber todo.

Yuta dejo de caminar en cuanto escucho todo lo que su hermanastro le había dicho, trago saliva y su mirada no decía nada, aunque por otro lado se tranquilizó al saber que Taeyong no tenía nada que ver con la muerte de Yang-mi. Si, aun dolía su corazón, pero cada palabra que él le hablo sobre ella, lo hicieron recapacitar de un modo u otro. Quiso a Yang-mi puesto que ella fue la primera en saber todo de él, así como ella intento ayudarlo, aunque este no se daba cuenta. Ama y está enamorado de So-Hyun, sin embargo, su mismo orgullo impide que piense en ella, impide dejar fluir sus sentimientos demostrando así que daría todo por ella.

—Te traje aquí porque me avisaron que ya había despertado, de igual forma llame a Jaehyun, no sabía si...querías llevar a So-Hyun nuevamente a tu casa, o...querrías tu tiempo y dejarla ir a casa.

—Mierda, yo no necesito tiempo, la necesito a ella.

Dicho esto, el chico puso presión en su mano sobre su herida para así correr hacia el elevador, su mano presiono varias veces el botón para que las puertas del elevador por fin pudieran abrirse, aunque esto no tardo, en cuanto vio las puertas abrirse inmediatamente entro para así cerrar estas mismas y poner el número del piso en el que se encontraba la chica, su chica.

Bastaron segundos para que llegara al piso indicado, corrió hacia la habitación de la chica, sin embargo, al ver que ya no se encontraba ahí, se puso aún más desesperado por lo que fue hacia una de las enfermeras.

—Disculpe, ¿Sabe dónde está la paciente que estaba en esta habitación? — Pregunto Yuta intentando controlar su respiración.

—Si, la trasladaron al piso de abajo, está en buenas condiciones por lo que está un piso abajo, si la busca está en la habitación ciento cinco.

— ¡Mierda! — Reclamo el chico, esto causo que la enfermera lo mirara sorprendida por tal palabra. — Bueno, gracias.

Y una vez más corrió, solo que esta vez se dirigió rápidamente a las escaleras, fue complicado bajar estas, puesto que al mover sus piernas en dirección hacia abajo causaba cierto dolor en su herida. Después de varios segundos de haber corrido, coloco una de sus manos en la manija de la puerta, puesto que la otra se encontraba en su estómago.

Al momento de abrir la puerta, efectivamente, estaba la chica ahí acostada con los ojos abiertos, Yuta no dijo nada, sin embargo, desde que la vio intento hacer sus pasos más rápidos pero tranquilos.

— ¿Quién...es? — Pregunto la chica con voz baja.

—Estas despierta... — Decía el chico en susurro mientras avanzaba hacia ella.

— ¿Quién eres?

Estas palabras asustaron al chico, no dijo nada hasta que llego a la chica, tomo una silla y finalmente se sentó ahí, sin embargo, la chica no dejo de preguntar quién era, incluso Yuta comenzó a ponerse nervioso, ¿Y si ese golpe había causado que perdiera la memoria? No quería eso, no ahora que acababa de entender las cosas, aunque fuese de una manera estúpida.

Cuando Yuta alzo su mano para así ponerla sobre la de So-Hyun, lo hizo tan lento que ni siquiera se dio cuenta de cuando ambas manos hicieron contacto, ese toque lo hizo sentir vivo, ese toque que sentía lo hacía recordar las veces en la que la chica lo hizo cambiar de decisión. 

— ¿Y-Yuta...?




Espero y alguna de sus dudas se hayan aclarado, gracias por esperarme esta semana, mañana habrá otro capítulo. ❣️

-balsamicmoon

Blind | Yuta ゆたDonde viven las historias. Descúbrelo ahora