5O.

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Tres de la mañana y no podía dormir, habían pasado ya dos días desde que se enteró que Jaehyun había muerto, ¿Y es que como podía dormir tranquilamente aun recordando aquello? Si, para cualquiera una muerte lo es todo.

La luna daba su mejor brillo a la habitación del chico, ver como So-Hyun  se encontraba dormida daba una bella imagen, aunque por otra parte  hacía sentir algo raro a Yuta al notar como esas vendas seguían  cubriendo los ojos de la chica. ¿Qué si extrañaba ver esos ojos color  miel? Lo hacía como si fuera un diamante perdido.

Miro a la chica unos segundos más, y sin notarlo, en tan poco tiempo se  había quedado embobado como si acabara de ver una pieza de arte. Darse  cuenta de cómo se enamoró de la chica que menos espero lo hacía sentir de una manera increíble, puesto que ahora era feliz, ella lo hacía feliz  cada maldito segundo que estaban juntos y aquello le daba demasiada  energía, probablemente la única energía que recibía el chico.

— ¿Qué has hecho de mi So-Hyun? — Pregunto el chico en susurro sin dejar de ver a la chica.

Coloco una de sus manos sobre una de las mejillas de la chica para así  acariciar esta, sus dedos hacían un contacto suave sobre la piel de So-Hyun y por esto mismo siguió con sus movimientos. Yuta no tenía sueño, ni  siquiera podía dormir bien. Como aquel mensaje decía, tres meses  pasaron, tres meses en los que disfruto al máximo de So-Hyun, pero ahora...ahora el problema que alguna vez tuvo Yuta al principio, ha regresado, y esta vez... el amor ya no es una excusa.

Respiro profundo y por fin decidió levantarse de su cama. Camino sin duda  alguna hacia la cocina, tal vez una pastilla o simplemente un vaso de  agua para refrescarlo un poco y así intentar volver a dormir. Es cierto,  las pesadillas solo se ven en los sueños, sin embargo, las pesadillas están en la vida de Yuta como si el estuviera condenado a aquello. ¿Cuándo pararan las amenazas de muerte contra el cuándo toda su niñez y adolescencia fueron una mierda?

Mientras bebía del agua, el chico se notaba bastante tranquilo, con cada trago que daba sus ojos se encontraban cerrados solo concentrándose en poder beber y así terminar el vaso para regresar con su chica. Si, a pesar de  que fuera algo sencillo, lo único que quería por el momento era abrazar a So-Hyun mientras dormían.

「—Solo...te  iba a decir que... — La chica se detuvo para luego tragar saliva y  calmar un poco sus lágrimas. —...no quiero perderte...

— ¿Por qué? Soy un egoísta y, definitivamente un gran hijo de puta, ¿Por qué no querrías perderme?

—Sé  que...tenemos diferentes historias, sin embargo...has demostrado que  ese dolor que alguna vez pasaste, lo puedes olvidar por medio de otras  cosas..., y...me gusta la forma en la que siempre intentas ser fuerte a  pesar de que haya obstáculos que te impidan seguir, como...por ejemplo  tu madre, se cuánto la odias, lo entiendo porque ella te abandono  dejándote con la porquería de tu padre...a pesar de todo eso, sigues  adelante sin importar que, por eso...no quiero perderte, eres...solo tú,  eres fuerte y con lo que has pasado, me has ayudado a ser fuerte también.

Vaya  que recordar aquello solo causo una sonrisa entre dientes en el rostro  de Yuta, volver a tener esos momentos en su memoria lo hacía sentir bien  de cierto modo. Volver a pensar en la manera en la que odiaba a la  chica a mas no poder, en la que solo la discriminaba por no poder ver o  incluso por no ser como los demás. Así era el Yuta de antes, un chico el  cual siempre quiso todo perfecto alguna vez, sin embargo, siempre  llegara algo que cambie tu vida por completo, incluso tu como persona. 

Cuando se encontraba caminando hacia su habitación, todo se escuchaba en  silencio, y claro, oscuro. Jamás pensó que algo como eso ocurriría a las tres de la mañana. Mientras más cerca se encontraba para llegar a la habitación, noto una luz roja atravesar una de sus ventanas, en ese  momento supo que era el, aunque vaya, ya no era sorpresa que eso  sucediera.

Yuta camino hasta llegar hacia el punto de donde venia esa luz roja, su  vista se concentró ahí. En ese momento el chico demostró una mirada  completamente vacía, ¿Le dispararían? Él sabía que aquella persona no lo haría, por esto mismo, en el tiempo que observo hacia esa dirección, solo se preocupó después por ignorar aquello y regresar a su cama. Vaya que dejar a su chica sola aun y estuviera dormida hacia sonreír al  chico, ¿Por qué? Cuando apenas pasaba por la puerta de entrada, So-Hyun llamo a Yuta como si de verdad este se hubiese ido.

— ¿Yuta...? ¿Estas... aquí? 

En cuanto el chico subió a la cama y cubrió su cuerpo debajo de las  sabanas, lo primero que hizo fue abrazar a la chica sosteniendo el  cuerpo débil de aquella en sus brazos. Así acaricio la cabellera de esta de manera suave y tiernamente.

—Aquí estoy So-Hyun.

— ¿Dónde estabas?

—No podía dormir, fui por...un vaso de agua.

—Eso...no te ayudara en nada. — Aviso la chica moviendo un poco su cabeza para quedar más cerca del pecho del chico. — Hubieras...leído o...al menos hubieras meditado.

—Vamos So-Hyun, sabes que no hago eso, apar--

—Pues deberías. —  En cuanto dijo eso la chica, Yuta sonrió entre dientes abrazando más a  esta, enrollando así sus brazos en el cuerpo de aquella. 

—Hey, tranquila. — Menciono sin dejar de sonreír. — Solo vamos a dormir, ¿Sí?

Al momento de que So-Hyun  asintiera con la cabeza, Yuta planto un beso en la frente de aquella y  así cerrar sus ojos sin dejar de abrazarla. Aquella sonrisa aún se hacía presente en su rostro. Aun y fuera de noche, recordar aquellos momentos con ella lo hacía más feliz que nunca.

"No soy tu novia, mentiroso" 

"Aun no, pero ya eres mía"


-balsamicmoon

Blind | Yuta ゆたDonde viven las historias. Descúbrelo ahora