56.

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Después de haber mojado su rostro con agua fría bastantes veces, So-Hyun decidió salir del baño, sin siquiera verse al espejo, solamente  saliendo como si nada hubiera pasado sin embargo cuando salió Yuta  rápidamente se acercó a ella.

— ¿Todo está bien So-Hyun?

—Si, perdón por...desaparecer en ese momento, es...es solo que... — La chica trago saliva para así mirar a Taeyong de reojo y luego a Yuta, el cual no apartaba su mirada de la  chica. —...creo que fue algo que comí, debió...haberme...afectado...

—Menos mal que es eso. — Yuta exhalo y luego tomo la mano de la chica. — Ven conmigo.

Ambos avanzaron hacia la oficina. Cuando So-Hyun paso al lado de Taeyong no dudo en mirarlo de reojo, en ese momento, esa mirada llena de miedo que la chica le dirigió a Taeyong se hizo notar demasiado. Fue ahí cuando Taeyong confirmo que So-Hyun había sido la primera persona en saber quién era en realidad. Si,  ¿quién diría que una pobre y chica antes ciega pudiera descubrirlo antes?

.    .    .

—Mira, esto es Japón, sé que estas de aquí son imágenes, pero no falta mucho para que puedas ver esto tu misma. — Decía Yuta mientras observaba esas imágenes.

So-Hyun estaba sentada en las piernas del chico, sin embargo, todo lo que le había dicho Yuta había sido completamente ignorado. Si, claro que está feliz de haber recuperado la vista. Descubrir en ese mismo día que el  idiota que los hizo sufrir hace tres meses se encuentra trabajando en la  empresa de Yuta como si nada. Como si fuera un ángel asegurándole a su  hermanastro que todo lo está haciendo bien solo para ganarse la confianza. Es realmente horrible. 

— ¿Entonces? ¿Qué te parece? — Pregunto Yuta sonriente, suerte que So-Hyun reacciono en ese momento.

— ¡P-Perfecto! ¿Cuándo...podré visitar Japón...?

—Eunwoo está checando boletos disponibles para ir a Japón, Osaka.

La chica sonrió y a pesar de todo lo que se encontraba en su mente no dudo en abrazar a Yuta en ese momento. Sabía que Taeyong  y Yuta tenían una conexión con demasiada confianza. Con tan solo ponerse a pensar, sabia lo doloroso que sería para Yuta enterarse, aunque vaya...So-Hyun sabe que no puede dejar las cosas así, no cuando murió alguien especial por culpa de Taeyong.

—  ¿Te viste en el espejo? — Pregunto Yuta sin dejar de ver a la chica, la cual negó con la cabeza. — Deberías, eres realmente hermosa So-Hyun.

— ¿De verdad? — So-Hyun sonrió mirando a Yuta de igual forma.

—Con ese color de piel y esos ojos color miel... ¿Cómo no podrías ser  hermosa? — Una sonrisa se hizo presente y de inmediato Yuta tomo el  teléfono de la oficina para marcar a Eunwoo. — Necesito un espejo, será rápido gracias.

La chica observo a Yuta luego de que el chico colgara. Aunque vaya, había  sido una "llamada" bastante rápida, a decir verdad. So-Hyun rio ligeramente y así relamió sus labios.

— ¿Qué más cosas puedes mandar a hacer a tus empleados?

—Mmm, pueden traerme lo que quiera. Les pago demasiado bien como para que no lleguen a hacerme lo que les pido. De hecho, tengo una orden para ti. 

— ¿Yo? Pero...

—Sin peros. — El chico sonrió entre dientes para luego alzar una de sus  manos y ponerla sobre la nuca de la chica y chocar cuidadosamente su  frente con la de ella. — Mi orden para ti es bastante sencilla...

Aquel silencio fue demasiado escalofriante para la chica. Había estado cerca del chico, así de la manera en la que sus labios estuvieran casi juntos y sus ojos hicieran contacto con el del otro. Sin embargo, la manera en la que Yuta tenia a la chica tomada de su nuca hacía sentir nerviosa a So-Hyun.

Bésame. 

So-Hyun trago saliva en cuanto escucho aquello. Ella sabía que Yuta quería hacerlo desde la vez en que comenzó a sentir algo por ella. Sabía que Yuta quería hacerlo cuando la chica recuperara la vista y ahora que por  fin su chica puede ver, el momento había llegado. Lo que no supo la  chica, fue que sentiría nervios de hacerlo.

Al relamer sus labios, miro una última vez los labios del chico. Esas ganas de tocarlos con sus propios labios eran inmensas. Cuando más cerca estaba de chocar sus labios con los de él, así como en todo momento tenso y romántico Eunwoo interrumpió tocando la puerta. Yuta se separó despacio de So-Hyun, ¿Qué podía hacer? De un modo u otro Yuta quería que So-Hyun pudiera verse así misma a través de un espejo.

—Aquí tiene el espejo jefe. — Eunwoo le entrego aquel objeto a Yuta para proceder por hacer una reverencia rápida y salir de la oficina.

Yuta, emocionado por lo que seguiría fue a tomar asiento al sofá que se encontraba en su oficina. Miro a So-Hyun  y con su mano le indicio que se acercara a él. Yuta tomo asiento en el  sofá mirando el espejo, aunque para ser sinceros se miraba más a el que  la propia forma de aquel objeto.

— ¿Tienes alguna idea de cómo es tu rostro? 

So-Hyun negó con la cabeza. Yuta respiro profundamente y así expulsar todo ese aire pesado que había guardado.

—Bueno, solo te diré que tus ojos son color miel y...realmente me encanta tu piel. 

El chico sonrió y así entrego el espejo a la chica. So-Hyun acepto este con nervios. Aunque era claro, después de quince años se vería sabiendo así como es como persona. 

El espejo se encontraba en esas manos delicadas, aunque los ojos de  aquella estaban completamente cerrados. Tenía miedo, ¿Y si era algo feo? ¿Y si realmente Yuta solo le mentía? Tenía miedo, aunque todo miedo tiene que ser superado aun y fuera algo sencillo.

Abrió sus ojos poco a poco, mientras más abiertos estaban, más nervios tenía la chica. Todo se encontraba tranquilo y Yuta realmente amo aquello. Cierto, quería apresurar a la chica, estaba emocionado y nadie ni nada se lo podía impedir.

—Ohhh...

La única palabra que se escuchó por parte de los labios de aquella. Yuta  sonrió e inmediato recargo su cabeza en el hombro de So-Hyun para poder verse en el espejo también. En aquel momento Yuta sonrió y al verlo So-Hyun, aquella sonrió y rio bajo. Ahora mismo ya se podían ver el uno con el otro.

—Te dije, eres hermosa. 

—Tu...eres muy guapo.

Ambos rieron ligeramente entre dientes. Ese momento fue bastante feliz para ambos. La chica por fin pudo ver cómo era así como Yuta se alegró de ver a la chica viendo su propio rostro. Debía ser así todo el tiempo. Solo  Yuta y So-Hyun...

.    .    .

11:15 pm.

Aun esperando en aquel bar a que aquel chico llegara, se encontraba  solamente bebiendo. Esta vez seria apenas su segunda copa, de verdad no sabía porque se tardaba tanto pero ya quería que llegara y así poder irse a dormir.

—Lo siento, problemas familiares. — Dijo aquel dando un pequeño golpe detrás de la espalda de Taeyong.

—  ¿Llegaras así siempre? — Pregunto él con un semblante frio. — En fin, ya no te necesito. Gracias por cubrirme la espalda. — Prosiguió por ir  sacando un sobre de su chaqueta y dejarla en aquella mesa. — Hay un  millón de dólares aquí, es todo lo que puedo darte. No regreses y todo lo que sabes y tienes de mi elimínalo. Jamás me conociste, ¿De acuerdo?

—Fue un placer trabajar contigo, guarda bien el cuerpo. Tal vez...en un  congelador, no queremos que se apeste tu lugar de vigilancia.      

Al tomar aquel sobre, lo guardo discretamente en su chaqueta. Dio un trago a la copa de aquel y así prosiguió por salirse del bar. Como había dicho él, a partir de ahora no sabe nada.


-balsamicmoon

Blind | Yuta ゆたDonde viven las historias. Descúbrelo ahora