Blind | Yuta ゆた

48.

—No, no, no, no, no, ¡Por favor! —  Exclamo la chica entre risas intentando despegar las manos de Yuta de ella, ¿Qué si odiaba las cosquillas? Lo hacía de una forma inexplicable.  — ¡Yuta! — Un par de risas basto para hacer que el chico riera de la misma forma, quería ver a la chica de esa forma, feliz sin importar que.

—Está bien, está bien. — Hablo el chico cuando ya se encontraba un poco mas tranquilo. — Dime, ¿Qué país quiere visitar primero? Tal vez Australia, tal vez... América, ¿Qué me dices de Japón?

—Hmmm, no lo sé, pero...quisiera verte primero a ti. — Dijo la chica sonriendo empezándose a sonrojar, esto causo que Yuta sonriera entre dientes. — Dime, ¿Cómo eres? 

— ¿De verdad quieres saber? — Pregunto Yuta y la chica asintió con la cabeza. — Bien, solo puedo decirte que...soy perfecto. —  Yuta sonrió entre dientes y proseguido a esto mordió su labio inferior, la chica solo hizo puchero, si, aquella respuesta no había ayudado en nada. — Lo sabrás cuando te quiten esas vendas, ¿Esta bien? Ahora vámonos, estoy a días de encargarme de la empresa.

So-Hyun solamente asintió con la cabeza, bajo de la cama y seguido a esto camino tranquilamente al baño, claro, su bastón blanco fue lo primero  que tomo para poder empezar su caminata. Yuta la miro con una ligera  sonrisa en el rostro, ¿Por qué? La chica ya sabía perfectamente cada  rincón de la casa, sabía perfectamente a donde ir, sin embargo, siempre  llevaba su bastón, nunca se puede saber con qué objeto podría  accidentalmente chocar.

El chico comenzó a desvestirse, la playera fue lo primero de lo que se  deshizo. Al poner desodorante, enseguida coloco su camisa abrochando cada botón tranquilamente, sin embargo, su mirada se perdió desde que llego al último botón. En su mente volvió aquel mensaje, ¿Acaso Jaehyun estaba de vuelta? Había dicho que se iría para siempre, pero Yuta también sabía que Jaehyun no podía dejar a la mujer que ha estado siempre con él, lo sabía perfectamente y esto de verdad le daba miedo.

Al tomar su teléfono, solo pudo contestar aquel mensaje, no debía, pero lo hizo. Luego de esto trago saliva esperando a que tardaran en contestar, pero no, no fue así. Segundos después de haber enviado el mensaje, aquella persona había respondido como si todo ya estuviera planeado.

— ¿Quieres eres? ¿Jaehyun? ¿Por qué estas de vuelta?

— Él dijo que se iría para siempre, ¿Sabes por qué lo dijo? Si... ¿Quién diría que moriría tres semanas después?

Yuta se quedó sin aliento, ¿Acaso eso era verdad? ¿Por eso decidió despedirse de So-Hyun? Aunque sabía bien que eso no podía pasar, Jaehyun  había dicho que iniciaría una nueva vida con su madre, que se irían  lejos del país para poder olvidarse de todo, pero... ¿De lo que Jaehyun hablo era de su muerte? ¿Qué paso con su madre? Las cosas lo empezaban a  confundir demasiado, y por esto mismo no tardo en contestar.

— ¿Fue idea tuya? ¿Tú lo mataste?

— Algo así. Su madre se sintió triste desde que se fueron del país sin So-Hyun, tu más que nadie sabía que para la madre de Jaehyun, fue como su hija menor. Todo se veía normal, pero...cada que Jaehyun salía a trabajar su madre tomaba pastillas. Ahora se dé donde So-Hyun se drogaba...

—Murió por las pastillas entonces.

—Y cuando Jaehyun se dio cuenta que su madre se drogaba, no dudo en llevarla a un hospital, pensó que estaría a salvo ahí, ¿Sabes que paso? Su madre tomo la misma decisión que alguna vez So-Hyun tomo en tu empresa. Se dirigió al último piso, Jaehyun igual no la encontraba, sin embargo, cuando su madre se lanzó, por suerte el logro tomarla de la mano. Entonces hice mi aparición.