Te prometo...

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Mientras el tiempo pasaba, una más estaba un tanto confundida de lo que había pasado en aquella fábrica abandonada. Justo después de enfretarce contra un enemigo cullo nombre no recordaba, al igual que sus rasgos faciales o incluso su complexión.

Akari, casi igual que Brenda, no recordaba lo que había pasado en la pelea. No entendía el como había quedado inconsciente, como si le hubieran dado un golpe en la cabeza antes de que tuviera el impacto contra el suelo. Nada estaba claro, pero al menos ella recordaba gran parte del día, menos el como se había hecho varias heridas.

Raphael: ¿Estas bien?

Akari estaba tan perdida en sus pensamientos, que no se dio cuenta que Raph había entrado a su habitación.

Raph últimamente estaba más cerca de ella, como si tuviera miedo a algo o alguien. No quería que nada le pasará y como era de esperar, él ya sospechaba que algo le estaba pasando a Akari, pero no sabía que era. Ya que es suficientemente lógico que ella no le diría nada, eso hasta que sufra un colapso y este vulnerable.

La sorpresa que se llevó al ver a Raph recaegado en el marco de su puerta, que en lugar de correrlo terminó un tanto asustada.

Akari: Raph, me asustaste... ¿Cuanto tiempo llevas ahí?
Raphael: Como diez minutos. Toque pero no me habías hecho caso y como la puerta estaba abierta, sólo me quedé a mirarte.

Akari no dijo nada, sólo asintió con la cabeza tres veces y camino hacia su cama.

Raphael: ¿Qué te pasa?
Akari: ¿A mi?
Raphael: No veo a otra persona en esta habitación.
Akari: No me pasa nada. Me sorprende que me preguntes eso.

Raph se empezó a acercar poco a poco a ella. Sabía que algo le pasaba y aún que no le diría, al menos quería que supiera que siempre estaría él para ella y que no la dejaría.

Raphael: Akari... tal vez engañes a los demás. Pero a mi no lo haces.
Akari: No entiendo de que me hablas.

Raph se dejo de caminar hasta que estubo frente a ella, para después sólo sentarse al lado de ella.

Raphael: Entiendo que no me vas a decir nada o tal vez me digas muy poco. Pero quiero que sepas algo, no te voy a dejar nunca. ¿Sabes porque?
Akari: ¿Porque eres un chismoso?
Raphael: No, porque bien podría dejarte en estos instantes. Pero no lo hago, porque me importas. Akari, hay algo que no recuerdas y es que yo te quiero, te quiero muchísimo y el verte distraída, con la cabeza en no se donde, no me gusta. Yo estaré contigo, cuidante la espalda. No me perdonaria si algo te lleguara a  pasar.

Raph jalo a Akari así él, para simplemente abrazarla. Ella, por segunda vez en su vida se empezó a sentir frágil y con ese simple acto bastó para que empezará a llorar sobre el pecho de Raph, quien solamente le acarició el cabello y no decís nada. Después de todo él sólo estaba ahí para escucharla y darle su apoyo incondicional.

Si tan sólo Leo supiera esto...

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