Destinos Unidos.

Estamos en peligro.

Al otro día, Akari despertó muy temprano en la mañana. Pero demasiado alarmada, pues pensaba que ya se le había hecho demasiado tarde para ir a clases.

Salió de su cama como pudo, se metió al baño y se dio la ducha más rápida que ella pudo. Para después, dirigirse con paso rápido a su guardarropa y sacar de ahí su uniforme deportivo. Se lo puso a regañadientes, pues al estar su cuerpo mojado la tela no se corría con la misma rapidez que en un cuerpo completamente seco

Salió de su habitación y se encaminó a la escuela sola. Pues supuso que todos ya estarían en la escuela esperando a su las clases iniciarán.

Akari:¿Porqué no me despertaron? Se me está haciendo muy tarde.

Y con esas palabras salió de la casa lo más rápido que sus piernas le pudieron permitir. Al final de todo la escuela estaba a tan solo dos calles de distancia. El llegar tarde no era algo dado por hecho. Pero cuando cruzó la primera esquina choco con alguien que no había visto por estar echando miles de maldiciones por un buen rato...

Raphael:¿Donde estabas Akari? Tus amigas están muy preocupadas por ti y me mandaron a buscarte.

Akari no dijo nada, pues en el momento en el que Raph dijo "tus amigas" entendió que todo era parte de un plan perfectamente planeado por ellas. Raph le extendió una mano para ayudarla a ponerse de pie, y ella sin esperar un momento mas la tomo sin pensarlo por mucho tiempo; y se puso de pie.

Akari:¿Que hora es?
Raphael:Faltan 18 minutos para que inicien las clases, será mejor que nos apresuremos si no, nos puede ir en feria con el prefecto.
Akari:Mejor, vámonos.

Ambos chicos empezaron a correr de camino a la escuela. A la que llegaron con 5 minutos de sobra, perfectos para ir a su salón y sentarse en su respectivos lugares. 

Brenda, estaba sentada a un lado de Leo, ambos tenían las manos juntas con los dedos entrelazados y con las miradas acarameladas como si no hubiera nadie más con ellos. Mientras, que Raph y Akari llegaban raspando la hora de llagada. Y Akari no estaba tan contenta que digamos...

Akari:(Molesta) Brenda, me quieres explicar ¿porque mi despertador no sonó esta mañana?
Brenda:(Tranquila y feliz) No lo se Angie, lo único que te diré es que si continuas con ese genio te saldrán arrugas.
Akari:Eso no me interesa, ¿porque no sonó mi despertador?
Brenda:Ya te dije que no se quien desprogramo tu despertador, y quien le movió el horario a tu despertador. Yo no se nada de eso, ni como cambiar las manecillas del reloj o algo asi.
Leonardo:Corazon...
Brenda:Dime amor.
Leonardo:Creo que has metido la pata.
Brenda:¿Por?

Leo señaló en dirección a Akari, quien escupía fuego por lo ojos. Brenda, al momento de ver esa expresión en su rostro se asustó un poco pero en vez de soltar un grito de susto y usar de escudo humano a la primera persona que tuviera a su alcance (en este caso Leo) decidió soltar una sonrisa cínica al igual que una pequeña risa divertida.

Brenda:Angie, tranquila. Mira, respira y exhala. Relájate. Mira, date cuenta de con quien hablas. Así que yo que tu empezaba a darme las gracias.
Akari:¿Las gracias?
Brenda:Sip.
Akari:¿De que estas hablando?

Brenda se acercó más a Akari para poder decirle algo al oído y evitar que Raph escuchara algo de lo que estaba apunto de decirle.

Brenda:De que gracias a mi, pasaste al menos 10 minutos con el chico que te gusta.

Akari iba a decir algo al respecto de eso, pero el timbre la terminó callando y el sonido de la puerta cerrándose la dejó con la palabra en la boca.

Profesor:Chicos, les agradeceria que cada uno de ustedes vaya a sus lugares para así dar inicio a la clase del dia de hoy.
Akari:Tu yo nos echaremos un pollito en el cambio de clases.
Brenda:Bueno...