Weak Heart (KrisTao)

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— No... —Susurró Yixing, negando con la cabeza de manera desesperada, se dio la vuelta y miró a su esposo— Suho...n-no.

Sehun se desmoronó, sus piernas fallaron terriblemente y cayó a la silla, con su rostro bañado en lágrimas y negando igualmente.

Suho miró a su hermano, éste se encontraba mirando a Siwon, no se movía ni articulaba ni una palabra, parecía incluso que no respiraba.

— Kris... —Habló, trató de tocar su hombro, pero antes de poder hacerlo, el chico avanzó rápidamente y tomó por el cuello al doctor y lo golpeó con fuerza contra la pared— Yifan... no. —Exigió.

— No es cierto.

— Lo lamento tanto... Yifan. —El nombrado comenzó a negar, retrocediendo, el doctor suspiró, sus ojos demostraban el enorme dolor que estaba sintiendo en ése momento— Su cuerpo ya no resistió más... está vivo, pero no lo estará por mucho tiempo.

— ¿Cuánto tiempo... el?

— Un par de h-horas... o menos —susurró.

Yifan sintió su corazón destrozarse al escuchar eso, su rostro palideció por completo y sus ojos de llenaron de lágrimas. Infló sus mejillas tratando de contener un sollozo, pero éste se escapó de sus labios, provocando que los presentes lo miraran sólo a el.

— Kris... todo estará bien... —Afirmó Suho, tocando el hombro de su hermano, éste se apartó de manera brusca y lo encaró, mirándolo con enojo.

— ¡¿Bien?! —Gritó desesperado— ¡¡Nada volverá a estar bien, nunca!! —Suspiró y pasó sus manos por su rostro con  desesperación— ¿Te das cuenta de lo que pasa?... Se va a morir, voy a perder a mi bebé, al amor de mi vida...

— ¿No hay nada que hacer? —Cuestionó Suho mirando al doctor, Siwon bajó la mirada— Puedo pagarte lo que quieras, no me importa cuanto sea... compraré lo que necesite. Te lo ruego, tienes que salvarlo.

— Ni todo el dinero del mundo puede salvarlo. —Tragó duro y mordió por un momento su labio— Quiere hablar con ustedes.

— ¿Está despierto? 

Siwon miró a Sehun y asintió con la cabeza, el menor dibujó una pequeña sonrisa, la cual parecía más bien una mueca de tristeza.

El doctor se dio la vuelta y comenzó a caminar de nuevo a la habitación donde se encontraba Tao, siendo seguido al instante por los cuatro chicos.

Les dedicó una triste sonrisa antes de abrir la puerta y se hizo a un lado para que pudieran entrar.

Yixing soltó un jadeo al verlo. Se encontraba sentado en la camilla mirando por la ventana, su rostro estaba demasiado pálido y sus labios ya no tenían ése hermoso color rosa, además, respiraba pesadamente.

Al escuchar la puerta ser cerrada, desvió su vista, observando a sus amigos y a su novio.

Apretó los labios y frunció el ceño con tristeza al ver los ojos llenos de lágrimas de ellos— Se los advertí —bromeó tratando de formar una sonrisa, pero simplemente no pudo.

Sehun fue el primero que se atrevió a acercarse, lo envolvió en sus brazos y colocó el mentón en su cabeza, escuchándolo llorar en su pecho.

— L-Lo siento... —Tao habló con la voz quebrada, aferrando sus manos a la cintura del menor.

— No es tu culpa, muñeco... —Susurró contra su oído y se alejó un poco.

Miró detrás de el, todos los miraban, no podían acercarse. Sehun estiró su mano y tomó la de Yixing, para después tirar de el, acercándolo; y entre los dos, abrazaron a Tao.