Complicado (Alphonse Elric x FC) (rayita si lo prefieren, leer descripcion)

La propuesta

Me quedé callada por un momento, más que nada por el hecho de que ambos saliéramos con planes diferentes a la vez.

-¿Xing? ¿Porqué?

-¿Recuerdas que te comenté que mi hermano y yo andábamos hablando sobre algo importante? Era sobre como la alquimia puede tal vez no ser la ley básica que rige al mundo. 

-¿A qué te refieres? 

-Se supone que para poder obtener algo debes perder algo de igual valor. Y disculpa si saco este tema a flote pero ¿Qué tal fue lo de el Sr. Hughes? A pesar de que siempre hizo lo correcto y se esforzó, no bastó para recibir algo de su mismo valor. No fue justo lo que pasó. Y bueno, en base a eso creo que la alquimia que nosotros usamos se trata de regir en algo en cierto punto inadecuado. No siempre el que fuma se enferma y gente que nunca fumó le da cáncer. Ed decidió que por su parte irá al oeste pero yo deseo ir a Xing. Era eso de lo que quería platicar contigo hoy. Y más que nada, pedirte que fueras conmigo. Si voy allá, tal vez tenga que quedarme un año. 

 -¿Y con quién aprenderíamos? 

 -Con May. Pero bueno, ese es mi punto. ¿Qué me dices de Briggs? Te escucho.- Comentó serio. 

-Cuando estuvimos ahí me quedé impresionada por como el fuerte trabaja. Cada hombre y mujer que estaba ahí estaba totalmente dispuesto a morir por sus compañeros. Todos siguen a una cabeza pero saben aún funcionar sin ella, tienen una total autonomía y definitivamente fue lo que me enamoró del lugar. Además podría tener un buen rango, hacerme de prestigio y retirarme en unos años.- contesté igual de seria. Realmente deseaba ir a Briggs. Y bueno, creo que si yo me fuera serían 3 años como mínimo. 

 -¿¡3 años!?- preguntó sorprendido pero rápidamente recupero la compostura. -Mmm... suena a que buscamos cosas totalmente diferentes pero te entiendo. También quedé impresionado del lugar. ¿Xing o Briggs? Aunque bueno, no estoy seguro de que me dejarían ir contigo. La invitación fue dirigida a ti, no a nosotros. Y si aun así fuera, mi búsqueda se tendría que aplazar 3 años y es algo que no deseo hacer pero en cambio, si deseo estar contigo.- Se empezó a frotar la nuca. -Creo que será complicado decidir algo que nos beneficie a los dos. 

 -Ademas si vamos a Xing tendríamos que pasar tiempo con la chica que estaba enamorada de ti. Y tal vez incluso aún lo está. ¿No sería raro?- si mal no recordaba ella tenía 12 cuando la conocimos. Actualmente tendrá 14 o 15 años, ya no era una niña. 

 -¿Y eso que tiene que ver? Se que May no se negaría a enseñarnos... 

 -Claro, porque es demasiado buena.- Suspiré molesta. 

 -¿A qué te refieres? 

 -Si tendremos que pasar 1 año con ella, es posible que se desarrollen sentimientos ¿no? Se veía que realmente sentía algo por ti... son sentimientos que no se olvidan. Si yo te hubiera perdido, estoy segura de que aún pasando 10 años sería imposible olvidarte y aunque hiciera una familia, seguirías estando en mis pensamientos. Eso pasa cuando te enamoras de verdad...- Me levanté de la silla con un montón de sentimientos en la cabeza. -Necesito un tiempo a solas.

 -Lisa...- Intentó detenerme pero decidí que era mejor estar sola unos minutos. Necesitaba pensar que era lo mejor y despejar mi mente. Para lograr eso escogí un pequeño bar del pueblo. Cuando llegué, me fui a sentar a los más profundo del lugar donde no estuvieran distrayéndome. ¿Xing o Briggs? Ambos lugares ofrecían buenas cosas: por un lado podríamos aprender de la alquimia del Este y sería algo totalmente nuevo, el conocimiento que se adquiriría sería de mucha ayuda para el futuro, ya que era una alquimia curativa. Y por su lado, Briggs me ofrecía un puesto importante que con el tiempo estaría aún subiendo. Y por lo que sabía, se pagaba muy bien. Pero apenas recordé algo que había olvidado por completo: si quería ir a Briggs tendría que graduarme como alquimista estatal y ser considerada perro del ejercito. Ed ya no era uno, puesto que perdió su capacidad de hacer alquimia, ya solamente seria yo una perra solitaria. Era algo que seria difícil de decirle a mi padre.