Tras recibir una llamada de la comisaría de Wildwood, Yvonne Winchester recibe una nueva misión, destruir la mayor mafia del país y meter entre rejas a su líder, Ashton Owen.
Ashton Owen es calificado como el "hombre tatuajes" el más temido de todo...
Cuando ese coche negro llega y aparca, varios coches aparecen por detrás, y hombres empiezan a bajarse colocándose al lado de dos personas que bajaron del primero coche, se sitúan en la misma posición en la que estamos nosotros, frente a mí se encuentra un hombre alto, con ojos rasgados y bastante fuerte, mira mi espalda tan fijamente que hasta parece quemar.
- ¿Qué coño miras? – susurro y se sorprende, pues nadie estaba hablando.
Jake, que estaba colocado a mi lado me lanza una mirada fulminante y me sitúa entre Ashton y él. Desde mi nueva posición logro ver la cara de los dos sujetos que han bajado del primer coche, y entonces caigo que estamos haciendo un trato con una banda japonesa, y por lo que tengo oído es una de las bandas más peligrosas del mundo, palidezco y Jake, que parece notarlo, se posiciona dejándome a su espalda.
- Daiki Take y Moe Hana, cuanto tiempo – termina por decir Ashton - ¿esta vez no intentareis robar? – suelta una carcajada y los mira – la última vez terminasteis sin hombres, y esta vez no será diferente si intentáis jugar sucio.
La tensión es palpable, pues toda la banda japonesa se está quieta, y puedo casi jurar que ni si quiera parpadean. Las dos personas nombradas por Ashton, que supongo que serán los jefes de dicha banda, dan un par de pasos hacia delante hasta que casi las puntas de sus pies se juntan con las de Ashton, en un terrible intento de amedrentarlo.
- Ashton Owen, tú tan gracioso como siempre, ¿No es así? – sus miradas nos recorren a todos nosotros – veo que tienes integrantes nuevos, ¿También te traicionaran estos? – suelta una carcajada y retrocede un paso.
- Vamos a lo que nos interesa – termina de decir Ashton soltado un pequeño gruñido – Las diez toneladas de cocaína están ya aquí, dame lo acordado.
- Me da a mí que no – termina por decir uno de los dos y suena un disparo.
Cada uno corre a esconderse donde puede para no salir herido, desde mi posición puedo ver como cada uno dispara a la banda contraria, y yo hago lo mismo.
Alguien se posiciona a mi lado y automáticamente saco la katana de su funda y se la coloco en el cuello, cuando veo que es el hombre que me miraba fijamente, corto su cuello.
Los disparos siguen, y termino por quedarme sin balas, me muevo rápidamente situándome al lado de Jake, el cual me apunta con la pistola hasta que se da cuenta que soy yo.
- Me cago en la puta Yvonne – suspira y vuelve apuntar al frente – podía haberte metido una bala entre ceja y ceja.
- Pero no lo has hecho – susurro pues todo está en silencio- Jake, me he quedado sin munición – él me mira y sus ojos se abren.
- ¿Nada de nada? – dice un poco aturdido – enséñame tu arma – cuando se la enseño y bufa – de esa pistola solo hay dos modelos, y es la que siempre lleva Ashton, no puedo hacer nada Vonne.
Me quedo junto a Jake cubriéndole las espaldas, pues al final sí que ha sido buena idea traer la katana.
Cuando Ashton da el aviso de que ya no quedan más hombres de el bando contrario, salimos los que quedamos de nuestros escondites.
- ¿Enserio pensabais que ibais a conseguir algo así? – escucho decir a Ashton a las dos personas que son los jefes de la banda.
No logro oír su respuesta, aun con la katana en la mano, logro posicionarme al lado de Ashton, donde también están Tyler y Jake, cuando llego ambas personas se quedan mirando fijamente y terminan enfureciéndose.
- ¿Qué mierda hace esta niña con esa katana? – pregunta a gritos el hombre
Ashton me mira fijamente y niega, pues sé que me quiere regañar y lo hará más tarde.
- Esta niña – respondo para el asombro de todos – va a ser la que te va a matar como vuelvas a intentar a robarnos.
- Lo único que vas a conseguir va a ser llevarte un tiro entre ceja y ceja, hija de puta. – termina de decir colérico.
Me enfurezco, pues con mi familia no se mete nadie, alzo la katana y la sitúo en su cuello, y lo corto, matándole al instante. Gritos de sorpresa se escucha de los hombres de Ashton, y un grito desgarrador de la mujer que lo acompañaba.
- Como os volváis a meter con mi familia, o con esta banda – digo situando la katana en el cuello de ella – la siguiente serás tú.
Guardo la katana en la funda que llevo colgando de mi espalda y camino enfurecida a uno de los coches que habíamos traído, lo arranco y me encamino a la casa de Ashton, donde sé que después de arreglar todo el desastre que he formado, irán.
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