17 de noviembre, 2018
Apenas han pasado un par de días, pero aquí parece que hayan pasado meses, en estos dos días que llevamos aquí, lo cual sé por haberlo oído en una de las tantas conversaciones que los que vigilan la puerta hablan, esa puerta se ha abierto como mucho cuatro veces, nos traen agua y algo de pan para que podamos comer, pero eso no logra saciar nuestra hambre, por lo menos la mía.
En las pocas veces que hemos entrado siempre han hecho alusiones a mi bebé, hablan del "heredero de Cold Blood "como si el niño o la niña ya hubiera nacido, cada vez que lo hacen Tyler frunce su ceño y Bob tan solo me mira de soslayo.
Hemos hablado poco, pues nuestras pocas energías las reservamos para cuando abren la puerta, pues nunca sabes que te vas a encontrar, creo, pero tan solo creo, que el jefe de todo esto me conoce, o me ha tenido muy vigilada, pues la dirección de mi casa tan solo la sabía Jake. Bueno, aunque sea como sea, ya estoy aquí, lo único que puedo hacer es intentar escapar.
La puerta se abre dejándonos ver al hombre que vino el primer día, ese que ha venido siempre, pues al parecer le resulta gracioso que nosotros estemos así, gruño e intento liberarme, pues mi ira crece a la vez que este se acerca a nosotros.
- Pero mira que tenemos aquí – se carcajea - ¡Michael, la gatita ha sacado las garras! – el chico, el cual no había visto, se posiciona a su lado y suelta otra carcajada.
- Al parecer quiere divertirse – dice el tal Michael con una sonrisa daleada – está bien, juguemos.
Ambos mueven mi silla posicionándola frente a Tyler y a Bob, ambos miran expectantes, pues los dos hombres tras de mí parecen buscar algo en los bolsillos, adivino lo que es cuando la fría punta de la pistola se posa sobre mi sien.
Tyler jadea e intenta soltarse, pero es imposible y antes de que se haga más daño niego con la cabeza, mis ojos se topan con los de Bob, está asustado, su cara tan blanca como el papel me dice que en cualquier momento podría caer desmayado, el miedo inunda cada parte de su ser, sus ojos, ahora grises por el pánico, lo demuestran.
- ¡Basta! – grita Bob sorprendiéndonos a todos – las cosas no quedaron así, hicimos un trato, debéis cumplirlo – exige con impaciencia a los captores y miro a Tyler, el cual mira a Bob enfadado.
- ¿De qué mierdas hablas? – dice Tyler - ¿qué coño has hecho Bob?
- Vamos Bob – dice al que identifico como Michael – diles a la gatita y al rubiales lo que hiciste – insiste – vamos diles Bobi, si no lo deberé hacer yo.
- Chicos lo siento – su voz tiembla mientras lágrimas bajan de sus ojos – era la única alternativa para que mi familia siguiera viva.
- ¿La única alternativa Bob? – exclama Tyler - ¡¿Es enserio, la única alternativa?! – se remueve en su sitio – si no te matan ellos, lo haré yo, maldita sea Bob ¡nos has traicionado!
- Vamos Bob, cuéntales todo – insiste Michael.
- No ... No estaba solo en eso – su voz tiembla – Liam, el padre de Matt, el pequeño Santorini, le pasaba lo mismo, solo que él no pudo disimularlo – mira a Tyler – enserio Tyler, no había opción.
Tyler grita de furia, se remueve en la silla intentando soltarse, me sorprendo, pues nunca había visto a Tyler tan corroído por la ira, maldice a voz en grito, hasta que un disparo lo calla para ver a donde he ido, me mira fijamente suspirando de alivio cuando ve que no ha sido a mí.
- Me dirán lo que quiero oír o matare a alguno de vosotros – la punta de la pistola se vuelve a posar sobre mi sien - ¿Dónde se encuentran los papeles de Frederick querida Yvonne? – no contesto – parece que la gatita ni si quiera maullará – el silencio sigue invadiendo la sala hasta que agarra mi cabello y hace que mi cabeza mire en su dirección – dime, maldita zorra.
- No se di de lo que habla, gilipollas – escupo en su cara y este me suelta una bofetada.
- Despediros del pequeño Bobi – y después de esas palabras un disparo retumba haciéndome cerrar los ojos.
Cuando los abro descubro que realmente han matado a Bob, entre sus cejas tiene un disparo, sus ojos están abiertos y de su boca y nariz sale sangre, y yo sin poder aguantarlo, echo lo poco que había en mi estómago.
La puerta se cierra a nuestras espaldas y por más que quiera acercarme a Tyler no puedo.
- Tranquila Vonne, vamos respira cariño – miro su cara con mis ojos llenos de lágrimas intentando respirar – así, muy bien, lo hacer muy bien reina.
No sé en qué momento logro que la cuerda ceda y caiga al suelo, desato mis pies y corro hacia Tyler abrazándolo, él me envuelve entre sus brazos y acaricia mi espalda intentando tranquilizarme.
- Todo irá bien – susurra en mi oído – tranquila, vamos a salir de aquí, vendrán a por nosotros.
Sigue consolándome hasta que por el bullicio de afuera cada uno corre a su silla atando sus pies y con las cuerdas sobre las muñecas sin que estas estén apretadas.
El bullicio se disipa cuando los minutos pasan y suspiro de alivio.
- Vonne, ¿has engordado? – me ruborizo tras oír sus palabras – no quiero que te sientas incómoda, si lo has hecho, por mi está bien, siempre y cuando te sientas agusto – se justifica- él baja su mirada avergonzado y suspiro, pues debe saber la verdad.
- No es eso Tyler – me mira y frunce el ceño – es que estoy embarazada – abre su boca en una gran "O" y río, pues lo más rápido que puede desata sus pies y corre hacia mí y me abraza.
Eso es genial Vonne – viendo la imprudencia que hacometido, vuelve a su silla y ata sus pies y pone sobre sus manos las cuerdas -¿Ashton ya lo sabe? – niego con la cabeza – estará feliz, aunque no te lo diga,el realmente te quiero Yvonne.
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Infiltrada ( Amores en guerra #1)
RomanceTras recibir una llamada de la comisaría de Wildwood, Yvonne Winchester recibe una nueva misión, destruir la mayor mafia del país y meter entre rejas a su líder, Ashton Owen. Ashton Owen es calificado como el "hombre tatuajes" el más temido de todo...