2 de noviembre, 2018
Me miro al espejo mientras recojo mi cabello en una coleta alta, hecho un poco de laca en mi pelo para que ningún pelito se escape. Echo una mirada al espejo, y la Yvonne reflejada en él, no es la Yvonne de hace un mes. Sin muchas ganas, cojo mi pequeño neceser con algunas cosas de maquillaje.
Tapo mis ojeras, o por lo menos lo intento, porque son tan notorias que ni aun dándolas con veinte quilos de corrector se quitarían, echo un poco de rímel a mis pestañas y algo de cacao a mis labios.
Camino hasta los pies de mi cama, donde se encuentra el vestido negro que llevaré al entierro de Brad, junto a las botas militares que me regaló para mi cumpleaños, una lágrima se escapa de mis ojos, y dejo que corra libre hasta que llega al filo de mi mandíbula. Cuando me cambio doy un suspiro frente al espejo, pero repentinamente unas grandes nauseas se apoderan de mi ser, y corro hasta el baño, echando lo poco que había comido hasta ahora, y tras lavarme los dientes y darle poca importancia a las repentinas nauseas, cojo mi abrigo y salgo de la habitación cerrando la puerta tras mi paso.
Todos los chicos vestidos de trajes negros me esperan en el salón, sé que no conocían mucho a Brad, pero por sus caras puedo ver que le tenían cariño, y para ellos también ha sido un golpe duro.
Camino hasta la puerta con los chicos detrás de mí, me monto en el asiento de copiloto de mi coche y segundos después Ashton aparece sentándose en el asiento del piloto y poniendo el coche en marcha vamos camino al cementerio.
El camino en coche con Ashton ha sido silencioso, nadie ha dicho nada, tan solo hubo un momento en el que una de sus manos se posó sobre mi muslo, pero nadie dijo nada.
Cuando bajo del coche distingo a Marc, y camino rápidamente hasta él, cuando se jacta de mi presencia abre los brazos recibiéndome, y me envuelve en un abrazo demasiado familiar, pues siempre hemos sido Brad, él y yo.
- Estaré aquí para lo que necesites pequeña – susurra besando mi cabeza – vamos a despedir a Brad – y ahí noto como una lágrima resbala de sus ojos.
Camino junto a él, poniéndonos al frente de todos, cada uno con una rosa blanca, excepto Marc y yo que tenemos una rosa roja. Cuando el párroco termina la misa, Marc dice unas palabras, y yo sin ser capaz de pronunciar nada, suelto un sollozo silencioso.
Los chicos se van acercando de tres en tres a dejar su rosa, cuando es mi turno, camino sola hacia la lápida.
- Me has dejado sola – miro la foto suya que hay allí – te has ido sin siquiera preguntar, pero terminaré esto por ti, lo prometo Brad, todo será por ti, te adoro hermano – y cuando termino de decir esas palabras baso la rosa y la dejo sobre la lápida.
Siento unos brazos rodearme y apartarme de ahí, las lágrimas recorren mi cara, pero ya no suelto sollozos, me he quedado sin voz.
- Vamos a casa Vonne, tenemos que hablar – susurra Ashton y asiento.
- Voy a despedirme de Brad – este me da un asentimiento de cabeza y retira sus brazos de mí.
Camino hasta el coche de Marc, abrazándolo por la espalda y dando un pequeño beso sobre esta.
- Voy a encontrar a quien ha hecho esto Marc – digo dejando que se gire y nuestros ojos conecten – voy a vengar la muerte de Brad, nada de esto se va a quedar así.
- Con cuidado Vonne, no sabemos quién ha sido, pero sé que darás con esa persona.
- Nos veremos pronto – digo y camino hasta el coche de Ashton, montándome en él y apoyando mi cabeza sobre la ventana.
Una vez llegamos a casa, la voz de Ashton impide que baje del coche.
- ¿Quién era él?
- Es Marc, un viejo amigo tanto mío como de Brad – respondo sin más.
Nadie dice nada más, asique intento bajar del coche, y digo intento porque un mareo me ataca haciendo que me vuelva a recostar sobre el asiento de este.
- ¿Estás bien? – dice Ashton colocando su mano en mi frente - ¿has comido algo? – niego con la cabeza y bufa cargándome.
Cuando llegamos a la cocina me sienta en la mesa lanzándome una mirada amenazante, minutos después coloca un plato de sopa frente a mí y frunzo el ceño mientras lo miro.
- Debes saber algo – mete la mano en su bolsillo y saca una nota y me tenso – encontraron esto en una de las manos de Brad – me lo entrega y lo leo.
¿Qué se siente al perder a la única persona que te queda?
Querida Yvonne, la siguiente vas a ser tú, por mucho que corras o te ocultes.
L.S.
Me tenso y miro a Ashton, pues no sé si habría alguna carta más como la de aquella vez. Termino de comer refugiándome en mis pensamientos, cuando lo hago friego mi plato y esquivando a Ashton camino a mi habitación encerrándome en ella.
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Infiltrada ( Amores en guerra #1)
RomanceTras recibir una llamada de la comisaría de Wildwood, Yvonne Winchester recibe una nueva misión, destruir la mayor mafia del país y meter entre rejas a su líder, Ashton Owen. Ashton Owen es calificado como el "hombre tatuajes" el más temido de todo...