Tras recibir una llamada de la comisaría de Wildwood, Yvonne Winchester recibe una nueva misión, destruir la mayor mafia del país y meter entre rejas a su líder, Ashton Owen.
Ashton Owen es calificado como el "hombre tatuajes" el más temido de todo...
- Vamos Vonne – grita Jake – no seas vaga, que tenemos que ir a comprar la pintura y los muebles.
Me levanto a duras penas de la cama y camino al baño que hay dentro de mi cuarto, me doy una ducha rápida y me coloco un chándal, con la sudadera algo más holgada de lo normal, recojo mi cabello en una coleta y una vez estoy lista salgo de la habitación, bajo las escaleras entrando a la cocina, encontrándome con un muy animado Jake, me rio a carcajadas pues está bailando con un mandil con un cuerpo de mujer estampado, una canción cualquier suena de su teléfono y sus caderas se mueven al compás mientras canta lo más desafinado posible.
Cuando sirve el desayuno, las risas todavía están presentes, pues ni un bailarín de Dembow movería tan rápido las caderas como Jake lo estaba haciendo.
Comemos con tranquilidad, y una vez limpiamos todo lo que hemos ensuciado caminamos al coche para poner rumbo al centro comercial, que se encuentra a unos quince minutos de aquí. Aparco lo más cerca posible de la puerta y entramos.
- ¿Qué compramos primero? – pregunta Jake, pues los muebles están al otro lado.
- Vamos a por la pintura.
Caminamos y elegimos todos los colores para la casa, todos eran claritos, pues me encantaba que la casa estuviera bien iluminada, y los muebles eran más fáciles de combinar con los colores elegidos.
Después de llevar todas las pinturas al coche fuimos a elegir los muebles de la habitación del bebé, todo en colores blancos en marrones muy claritos.
- ¿Has visto eso? – dice Jake señalando la tienda de la ropa de bebé – vamos, quiero comprar algo a mi sobrino o sobrina.
- Pero Jake, todavía no sabemos que será- toco mi vientre el cual está un poco más abultado.
- Compraré algo que valga para los dos géneros – me pone cara de cachorrito – por favor Vonne, vamos.
Sonrió y asiento encaminándonos a la tienda, una vez dentro se me hace imposible no comprar yo también varias cosas, cuando pagamos todo Jake se ríe de mí, pues decía que al final he terminado cayendo.
Entramos a un restaurante de comida rápida y comemos con tranquilidad, y una vez pagamos, caminamos al coche, pues queríamos empezar a pintar lo antes posible.
Una vez llegamos y bajamos todo, Jake se pone a pintar la cocina, o al menos la parte en la que no hay azulejos, y mientras tanto yo coloco cosas en la habitación del bebé
- ¡Jake! – grito llamando su atención – voy a la caseta de madera a dejar todos los muebles antiguos, ya están en cajas, y pedo yo sola – este asiente y sigue pintando el techo.
Camino hasta la caseta con una caja con ropa encima, busco las llaves en mis bolsillos y una vez las encuentro la abro, cuando alzo la mirada veo que dentro está todo lleno de papeles archivados o metidos dentro de cajas, asique saco todo y lo voy llevando dentro de casa.
- ¡Jake! – este viene cuando le llamo y le señalo todo, frunce el ceño y se sienta en el suelo, al igual que yo.
Ambos rebuscamos hasta que doy con un nombre.
- ¿Sabes quién es Frederick Owen? – su expresión pasa a ser de asombro y me arrebata los papeles - ¡Oye! – reclamo, pero él me ignora.
- Joder – sus manos van hacia su cabeza – esto es del abuelo de Ashton, Vonne.
- ¿Entonces la sala de tortura también? – asiente - ¿Era un maldito asesino?
- Era el anterior dueño de Cold Blood - dice mientras niega ante mi pregunta.
- Joder – exclamo, y sé que esto también lo tendrá que saber Marc. - ¿entonces...?
- Entonces ¿qué? – dice Jake extrañado.
Me levanto con rapidez y camino a la vitrina, saco la foto y vuelvo donde está Jake, le tiendo la foto y él la coge.
- Encontré esto el primer día – explico- estaba limpiando y lo encontré dentro de la vitrina, no quería tirar la foto, pues es muy bonita, y pensé que a alguien le podría gustar tenerla.
- Como por ejemplo a Ashton – dice y me mira – este es él con su madre y su hermano, recuerdo que él tenía una foto en su teléfono con esta foto, pues una vez la encontró aquí, pero la perdió de vista, en ese entonces él tenía seis años.
- No puedo creer que la señora Helen sea la abuela de Ashton – me siento en el sofá – no se parecen en nada, nunca pude imaginar tal cosa.
- Debemos decírselo a Ashton, no podemos tirar todo esto Vonne, es realmente importante para la banda.
- Todavía no, lo guardaremos bien, pero todavía no, no estoy lista para verle – suspiro – cuando lo haga quiero decirle lo del bebé.
- Está bien – suspira y se levanta – vamos a guardar todo esto en la sala de tortura, lo dejaremos dentro de una de las celdas ¿está bien? – asiento y nos ponemos mano a ello.
Cuando terminamos de dejar todo en la sala de las torturas, seguimos pintando, y al final de la noche terminamos tan casados que cenamos lo primero que vemos y nos despedimos, pues decidimos irnos a dormir, mañana sería un día largo.
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