Capítulo 10 (Editado)

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1 de septiembre, 2018.

Hace unas semanas oficialmente entre a Cold Blood, desde entonces estoy entrenando con Jake, es raro el no estar casi en casa cuidando de Hades, pero por suerte me dejan traerlo a la mansión donde ellos entrenan.

Días después de que me encontrara con Jake en aquel parque, Ashton fue a mi casa para ver que tal me encontraba de la pierna, la cual ya tan solo tiene la cicatriz de la herida, asique ese mismo día me fui con Ashton a la mansión donde ahora mismo me encuentro, me presentó a todos los hombres que estaban allí, y he de decir que no fueron precisamente pocos, estuvo presentándome a gente alrededor de una hora y media, y eso que faltaba muchísima gente.

Me enseñó todas las salas necesarias en caso de que tengamos que salir corriendo por algún motivo, lo que más me fascinó fue la sala de armas, había allí todo tipo de armas que te puedas imaginar y más.

Flashback

Mi fascinación por esta sala por cada paso que doy es mayor, ya he pasado lentamente por la zona de las armas de fuego, miles de pistolas, metralletas, y todo lo que te puedas imaginar allí se encontraba, con todo tipo de balas en un gran armario.

- Más adelante está todas las armas blancas – Ashton pulsa un botón y una puerta se abre dejándome ver una gran sala con sus paredes llenas de cuchillos.

Camino lentamente paseando mis ojos por todos los cuchillos que había, después de diez minutos, mis ojos se fijaron en una hoja demasiado brillante, una katana color negro con la hoja plateada y en ella grabado con letras finas: "Cold Blood".

- ¡Cuidado! – gritó Ashton - ¿estás loca? ¿acaso pretendes cortarte o qué?

- Tú estás loco – exclamé después de alejarme considerablemente de aquella katana – me has asustado imbécil, podía haberme cortado – le lancé una mirada fulminante y seguí admirándola ignorando su presencia.

Fin flashback

Después de ese día, cuando se descuidan los guardaespaldas que tiene Ashton vigilando esas puertas, entro a ver esa preciosa katana.

- ¡Vonne! – escucho a Jake gritar y me giro - ¿vienes o te piensas quedar ahí todo el día?

- ¡Ya voy! – grito de vuelta y me encamino hacia donde él se encuentra.

Cuando llegue a él paso uno de sus brazos por mis hombros y nos encaminamos dentro de la mansión, los chicos y yo íbamos hablando de una entrega que tuvieron que hacer anoche un pequeño grupo de siete, entre ellos Tyler, al cual había podido conocer mejor, y he de decir, que le quiero como a un hermano pequeño.

Entramos todos al gran salón que esta mansión tiene, nos sentamos todos en la mesa, pues íbamos a desayunar, eran las diez de la mañana y no habíamos comido nada. Como de costumbre me siento entre Jake y Brody, un grandullón rubio y musculoso, que, aunque tenga cara de estar enfadado todo el día, es el que alegra mis días a base de chistes malos y piques tontos.

Poco antes de terminar de desayunar, Tyler aparece corriendo colocándose sus armas.

- Acaba de llamar Ashton, tenemos una entrega en los almacenes S-P408 – se hace un tremendo silencio en la sala y frunzo el ceño – sabéis lo que significa, ármense rápido – después de decir aquello Tyler sale corriendo hacia fuera de la casa.

- ¿Alguien me puede decir que son los almacenes S-P408? – pregunto cuándo vamos caminando hacia la sala de armas.

Nadie me responde, asique entro como los demás a la sala de armas y cojo dos pistolas con cargadores y balas, pero poco antes de irnos corro hacia donde se encuentra la katana y la cojo para llevármela.

Como soy la última en salir de esa sala nadie se ha dado cuenta, cierro la sala y corro hasta la calle donde ya solo queda el coche donde yo voy subida, y una vez que subo, este arranca.

- ¿Qué cojones haces con la katana Yvonne? – pregunta Jake histérico.

- Cada uno ha cogido lo que ha querido, y yo he hecho lo mismo – digo acariciándola a través de la funda.

- Cuando lo vea Ahston te va a matar – suspira y se acomoda en el asiento.

- Ahora, ¿alguien me podría decir que son los almacenes S-P408? – Tyler me mira a través del retrovisor y suspira.

- Esos almacenes van cambiado el número cada cinco años – Tyler suspira, pero continua con el relato – lo decidió Ashton cuando Adrien murió, cada cinco años su número cambia debido a las personas de la banda que mueren en esos almacenes, ya que los utilizamos para hacer las entregas más peligrosas como la de hoy.

El coche se mantiene en silencio hasta que Tyler aparca y nos mira a todos.

- ¿Podéis bajar todos menos Yvonne y Jake? – frunzo el ceño, pero obedezco y me quedo en el coche.

- ¿Se puede saber qué pasa? – pregunto una vez que nos quedamos solos

- Si al final decides bajar la Katana y llevarla contigo, no la utilices en la pelea, usa una las demás armas, pero no esa Vonne – suspira Jake y mira a Tyler asintiendo.

- No preguntes por favor – dice Tyler y besa mi frente – ten mucho cuidado ahí fuera.

Cuando termina por decir eso baja y soy la última en salir, coloco la katana a mi espalda y me pongo junto a mis compañeros, y antes de que llegue el coche negro, veo a Ashton colocándose al frente de todos, ahora sí, puede que se arme la guerra.

Cuando termina por decir eso baja y soy la última en salir, coloco la katana a mi espalda y me pongo junto a mis compañeros, y antes de que llegue el coche negro, veo a Ashton colocándose al frente de todos, ahora sí, puede que se arme la guerra

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Infiltrada ( Amores en guerra #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora