3 de septiembre, 2018
Me levanto cuando siento que de golpes tumbarán la puerta de la habitación, froto mis ojos y miro la hora en mi teléfono, marca las cinco y cuarto, y perezosamente me levanto de la cama y abro la puerta.
- ¿Qué? – dijo con voz recién levantada y con un tono malhumorado en mi voz.
- A las seis en punto te quiero en el jardín, ni un minuto más ni un minuto menos – advierte Ashton y se va.
Examino la habitación y abro las dos puertas que hay, una de ellas da a un baño y la otra a un pequeño vestidor el cual está lleno de todo tipo de ropa negra. Examino el pequeño vestidor más afondo encontrándome armas en uno de los cajones, donde se encuentran las armas que utilicé para ir a la entrega de los japoneses.
Cojo algo de ropa, que extrañamente es de mi talla, y me encamino al baño a darme una ducha para espabilarme un poco. Cuando salgo de ella, me coloco la pistola en la funda que tenía colgada de un perchero en el armario y salgo para llegar lo antes posible al jardín, porque visto lo visto, seguro llego tarde por el maldito laberinto que tiene por casa.
Cuando consigo llegar al jardín ya están todos allí, e incluso tienen hechos los grupos.
- Te dije que tenías que estar aquí a empunto – dice Ashton malhumorado – has llegado quince minutos tarde ¿qué coño has estado haciendo?
- Si alguien tuviera la decencia de enseñarme la casa, no me perdería buscando los sitios donde tengo que ir – le enseño mi dedo del medio y escucho a todos reír, lo cual hace que sonría yo también.
- Irás con mi grupo, coge una pistola y vamos. – dice dándose la vuelta y encaminándose a una pequeña nave que tiene en la parte trasera del jardín.
- Ya la llevo conmigo – digo mostrándole el arma mientras su cuerpo se gira a mirarme.
- Por lo menos hace algo bien – susurra para sí mismo.
- ¡Te he oído capullo! – grito y veo como un atisbo de sonrisa se asoma en las comisuras de sus labios.
- Era lo que pretendía – bufo y escucho como suelta una carcajada.
Caminamos hasta llegar a la nave, y una vez dentro Jake prende las luces, mi boca se abre formando una gran "o". Había un pequeño campo de tiro, pero según había dicho Ashton, nosotros estaremos en la parte de abajo una hora y media, y luego nos cambiaríamos por el otro grupo.
Bajamos por unas escaleras hasta dar con un gran gimnasio, el cual ocupaba toda la planta baja. Una vez nos explican que tenemos que hacer, nos volvemos a dividir en subgrupos para empezar a trabajar.
Cuando nos quedan quince minutos para cambiarnos al campo de tiro, mis tripas rugen y me siento un rato, pues de no comer desde ayer me está empezando a pasar factura.
Cuando avisan que nos tenemos que cambiar de sitio me levanto sintiendo un ligero mareo, pero aun así subo con los demás, y una vez arriba, nos encaminamos a coger unas orejeras antiruido y nos ponemos cada uno en un cubículo para empezar a disparar.
Después de un rato en el cubículo me empiezo a sentir peor y termino saliéndome cuando empiezo a ver manchas negras.
- ¿Yvonne estás ben? – escucho que alguien pregunta poco antes de caer desmayada.
Despierto sobre una superficie blanda, y me doy cuenta que es el sofá, miro a mi alrededor y mi mirada topa con Jake, que está sentado en uno de los sillones del sofá.
- ¿Qué ha pasado? - pregunto con la voz ronca, y mi garganta raspa
Cuando se gira a verme parece la niña del exorcista y río por la comparación que he hecho. Camina rápidamente hacia mí y toca mi frente, donde siento una pequeña punzada.
- Te has desmayado – afirma – y al caer te has hecho una pequeña brecha.
Me incorporo sin decir nada más y camino hacia la cocina, pues mi estómago sigue rugiendo. Una vez allí, me preparo un sándwich y cuando le doy el primer mordisco suelto un pequeño gemido, es lo que necesitaba.
- ¿Por qué no nos lo has dicho? – frunzo mi ceño, pues no se a lo que Jake se refiere – que tenías hambre – aclara.
- Estabais todos tan enfrascados en hacer las cosas que decía Ashton que no quería molestar – aclaro – además, pensaba que podía aguantar.
- Pues nos has dado un susto de muerte, pensábamos que te había pasado algo peor – dice con la mirada fija en mi estómago y me atraganto sin querer, camina rápidamente hasta mí y me da unas palmaditas en la espalda hasta que se me pasa.
- ¿Por qué cojones pensabais eso? – digo una vez que se me ha pasado. Y su respuesta es encoger sus hombros y prepararse algo él también.
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Infiltrada ( Amores en guerra #1)
RomanceTras recibir una llamada de la comisaría de Wildwood, Yvonne Winchester recibe una nueva misión, destruir la mayor mafia del país y meter entre rejas a su líder, Ashton Owen. Ashton Owen es calificado como el "hombre tatuajes" el más temido de todo...