Infiltrada ( Amores en guerra #1)

Capítulo 32 (Editado)

10 de noviembre, 2018.

Cuando despierto mi coche no está, y veo en la puerta de la habitación de Jake una nota que dice que ha ido a comprar comida y a por cosas necesarias que ayer no pudimos traer, asique bajo las escaleras y empiezo a limpiar todo.

Levanto los plásticos que cubren todos los muebles del salón y toso un poco, pues se ha levantado muchísimo polvo, camino hasta los dos grandes ventanales y los abro.

Empiezo a limpiar todo, y aunque los muebles sean viejos están en buen estado, pongo algo de música y se me hace todo más ameno, limpio una a una las cosas que hay dentro de la vitrina,

Cuando cojo lo que parece un cuadro, algo cae, en lo que parece ser una foto aparece un niño que sería más o menos de mi edad, sus rasgos me suenan, pues en esa foto no tendría más de diez años, el niño mira fijamente a una mujer que sostiene un bebé entre sus brazos, el niño sonríe con ternura, sus brazos están alzados y está de puntillas intentando tocar al bebé, la mujer ríe feliz, mira al niño con adoración. Doy la vuelta a la foto y lo único que pone en ella es una fecha 06/09/2000.

Sonrío y guardo la foto otra vez dentro de la vitrina pues más adelante me encargaré de saber de quién se trata y le entregaré la foto. Cuando limpio el cuadro que tenía entre mis manos, me doy cuenta que esa foto antes estaba dentro, por lo visto alguien la había quitado dejando el cuadro vacío, asique mentalmente me apunto el sacar fotos antiguas que hay en las cajas de arriba y colocar aquí todos los cuadros.

Sigo limpiando cuando oigo que la puerta es abierta y un alegre Jake me saluda dándome los buenos días con un par de bolsas de la compra en cada mano.

Antes de colocar todo, decidimos entre los dos limpiar toda la cocina, y no tardamos más de veinte minutos, pues la cocina es pequeña y entre los dos no nos lleva mucho tiempo. Cuando todo está limpio colocamos la compra y alzando bien la persiana dejamos que la luz entre.

- Podríamos pintar algún día de estos – siguiere – no tenemos nada más que hacer hasta que no demos con el acosador.

- Sería una buena idea, mañana podemos ir a comprar toda la pintura, quiero pintar toda la casa.

- ¿Ya sabes que habitación será la del bebé? – dice mientras se sienta con una lata de cerveza.

- La que está enfrente de mi cuarto, cuando crezca algo más compraré todos los muebles.

- Pues no se diga más, mañana vamos a por la pintura y nos ponemos con ello.

Asiento y me siento junto a él, miro mi teléfono y noto que tengo varias llamadas perdidas de Ashton y Tyler.

- ¿Te han llamado también a ti Ashton y Tyler?

- Si – asiente a la vez que responde – les he dicho acerca de la nota – le miro fugazmente preguntándole con la mirada si ha dicho algo acerca del bebé – no les he dicho nada del bebé tranquila, pero ya saben que tienes un acosador y que estamos en un lugar seguro.

Hablamos un poco más de cosas sin importancia y nos ponemos a hacer algo para comer, pues ya son la una del mediodía.

Comemos y Jake se ofrece para limpiar todo lo que hemos ensuciado, asique me despido de él subiendo las escaleras dirigiéndome a mi habitación, decido cambiarme y lo hago, poco después me encamino a una de las dos puertas que se encuentran en la habitación, pues pensaba que solo había una, la otra si no llega a ser por las bisagras que sostienen la puerta, las cuales están cubiertas, no me habría dado cuenta.

Intento abrir la puerta pero se me hace imposible, y mirando fijamente me doy cuenta que necesita una llave, asique vuelvo a bajar las escaleras llamando a Jake para que venga conmigo explicándole un poco lo que he encontrado, y una vez estamos dentro de la habitación pruebo con todas las llaves hasta que doy con la que abre la puerta, el sitio está oscuro, Jake tantea la pared hasta que da con un interruptor que hace que se enciendan un par de fotos, cada uno está en una punta diferente de la habitación, alumbrando así toda la estancia.

Bajamos con cuidado las escaleras de metal, Jake camina delante de mi pues no se fía de lo que pueda haber dentro, no me deja bajar el último escalón hasta que revisa que no haya nadie.

- ¿Has visto eso? – señala un armario empotrado que ocupa una pared entera.

Niego con la cabeza y decidida camino hasta allí, cuando lo abro miro a Jake, que está igual de sorprendido que yo, está lleno de utensilios de tortura, hay montones de cuchillos de todos los tamaños que puedas llegar a imaginar.

- ¿De quién mierdas era la casa Vonne? – me encojo de hombros dándole a entender que no tengo idea – Parece de un asesino.

- La señora Helen no tenía pinta de ser una asesina, me comentó que la casa era de su amigo fallecido y que hacía mucho tiempo que no veía a su único nieto, pues su hija falleció hace tiempo – explico – que seguramente haya sitios de la casa que ni ella sabe, pues el trabajo de su marido era algo tenebroso, pero nunca pensé que se refería a esto Jake.

- Sea como sea, esto es lo mejor de toda la casa – sus ojos se iluminan – cuando cojamos al acosador podríamos usar uno de estos – coge un cuchillo con una gran hoja y bastante afilado y me lo muestra.

- Suelta eso no te vayas a cortar, sigamos mirando – este asiente y seguimos mirando.

Seguimos caminando por la gran sala encontrando unas celdas, dentro de ellas hay cadenas y algún que otro látigo me estremezco y me acurruco más en mi sudadera, miro a donde está Jake y veo que él lo está disfrutando, pues sus ojos brillan y parece feliz.

Sigo inspeccionando todo hasta que doy con unas cadenas que cuelgan del techo y dos sobresalen del suelo, cerca de ellas hay una mesa con más utensilios de tortura y sé que aquí es donde ataban a la gente para torturarlos, hay una gran mancha de sangre y mi estómago se revuelve haciendo que las náuseas me ataquen y tenga arcadas.

- Jake – digo como puedo – vámonos por favor, luego si quieres bajas tú – él mira mi estado y asiente, colocando un brazo sobre mis hombros caminamos hasta las escaleras, y una vez arriba apago las luces y vuelvo a cerrar con llave.

- Esto es increíble Vone, hay que descubrir quién era ese hombre.

- Créeme que quiero saber quién era.