Infiltrada ( Amores en guerra #1)

Capítulo 9 (Editado)

16 de agosto, 2018.

Cojo las llaves de mi coche cuando ya estoy lista, y me encamino a la casa de Marc, la cual queda a unos cuarenta y cinco minutos de mi casa, me monto y coloco mis gafas de sol y conecto mi teléfono al coche, para que toda la música que se encuentre en este se valla reproduciendo a su antojo por el estéreo del coche.

Termino de cantar una canción de OneRepublic y me doy cuenta que a penas y en cinco minutos estaré en la casa de Marc, le echo una mirada rápida al reloj que marca la pantalla del coche, y exactamente son las ocho y diecinueve, y sonrío, pues ni yo creo que vaya a llegar a tiempo.

Aparco un par de cuadras más arriba de la casa de Marc, pues por donde él vive es una zona bastante concurrida y es casi imposible aparcar a esta hora de la mañana. Camino echándome un cigarrillo y lo tiro cuando estoy por llegar a su bloque de edificios.

Subo los cuatro edificios en el pequeño ascensor y toco la puerta poco después, un Marc serio es el que me recibe, y sé que algo no ha ido bien, pues si no me sonreiría y todo sería diferente.

- Siéntate – dice cuando paso - ¿quieres un café? – ofrece al entrar en la cocina.

- Sí, por favor.

Poco después llega con dos tazas humeantes de café y sonrío, pues me apetecía y no me había dado tiempo a preparármelo.

- Los de arriba están presionando Vonne – dice mirándome fijamente – necesito que estés dentro ya y me informes de la última entrega que se realice, quieren intervenir, esta vez lo quieren ya.

- Iba a llamarte para decirte que ya estoy dentro, pero hasta dentro de un par de días no empezaré, por si no te has dado cuenta – señalo mi pierna cuando alzo el pantalón – necesito un poco de tregua para descansar.

- De verdad Yvonne, según estés dentro quiero una llamada cada dos días mínimo, quieren intervenir ya, y no va a ser lo mejor, pero sabes que yo también sigo órdenes.

- Lo sé, en cuanto esté dentro te iré mandando información por correo, no nos pueden relacionar. – asiente con la cabeza y me mira fijamente

Estoy un rato más con Marc contándole el por qué la herida de mi pierna y todo lo que ha estado pasando todo este tiempo, pero decido emprender camino hacia mi casa, pues quiero pasear un rato con Hades.

Cuando tengo a Hades conmigo, caminamos hasta el parque más cercano de casa, pues hoy no me apetecía ir al de siempre, miro a mi perro y sonrío, pues lo echaba de menos.

Llegamos a una zona donde no hay nadie, y me doy la libertad de soltar a Hades para que campe a su aire, corre a mi alrededor formando círculos hasta que encuentra un palo el cual me trae para que pueda tirárselo y pueda jugar.

Una de las veces que tiro el dichoso palo, sin darme cuenta doy a alguien en la cabeza, y abro los ojos con sorpresa, pues pensaba que estábamos tan solo nosotros.

- ¡Lo siento! – exclamo a voces – No te había visto, ¿estás bien? – el chico se da la vuelta y logro reconocerle. – Jake, no te había visto.

- Créeme, me he dado cuenta– dice mientras se soba el lado donde le ha dado el palo - Ya sé que no me puedo meter contigo cuando tengas algún palo cerca – se ríe y río con él mientras me sonrojo.

- ¿Hace mucho que vienes por aquí? - pregunto curiosa – las pocas veces que he venido no te había visto nunca.

- Desde siempre, vivo a dos manzanas de aquí, es el parque que más cerca me pilla, por cierto ¿Lo que me ha contado Ashton es cierto? ¿te unes a nosotros?

- Es totalmente cierto– le miro brevemente – hemos quedado que esperaremos un par de días para que se cure un poco la herida.

- Me parece buena idea – me mira por un segundo y aparta la mirada – aunque me parece raro, nunca antes él había hecho algo así, no desde la muerte de Adrien. – Esto último lo dice bajito, ¿quién cojones es Adrien y qué tiene que ver en todo esto?

- Jake- me mira- ¿Se puede saber quién es Adrien? – digo curiosa.

- Lo siento Vonne, no me corresponde a mi decírtelo, eso es cosa de Ashton

- ¿Vonne? ¿enserio? – digo mientras rio – está bien, lo he pillado, no te insistiré más – alzo mis manos.

- ¿no te gusta? – dice refiriéndose al sobrenombre que me ha puesto.

- Pocas personas son las que me llaman así– digo bajando mi mirada – pero bueno, ahora que estamos en el mismo bando, podrás hacerlo, supongo.

- Me parece genial entonces – dice pasando uno de sus brazos por mis hombros – seremos grandes amigos Vonne – me sonríe

- Eso parece – digo mientras rio, echo un vistazo a mi reloj, las doce, hora de irse- Me tengo que ir Jake, nos vemos.

- Está bien – ríe – nos vemos Vonne, por cierto, dame tu número de teléfono – dice sacando su móvil, lo apunto y se lo vuelvo a entregar – gracias, estoy seguro que Ashton no lo hizo cuando te propuso entrar – dice mientras guarda el teléfono. – Adiós. – exclama mientras sacude la mano.

- Adiós Jake. – digo sonriéndole.