Tras recibir una llamada de la comisaría de Wildwood, Yvonne Winchester recibe una nueva misión, destruir la mayor mafia del país y meter entre rejas a su líder, Ashton Owen.
Ashton Owen es calificado como el "hombre tatuajes" el más temido de todo...
Llaman a la puerta de dejo todo lo que estaba haciendo, exclamé un: pasa y Bob entra con una carpeta roja entre sus manos, me la entrega y después de darle las gracias se va del despacho.
Abro la carpeta encontrándome toda la información de los cinco hombres que había pedido. En el primero no veo nada raro, es más hasta el cuarto no veo algo que llame mi atención, vuelvo a revisar el nombre: Liam Santorini y me sorprendo cuando me doy cuenta de que ha trabajado para varias mafias ya, vuelvo a leer su informe y analizando un poco la situación.
Está casado, tiene dos hijos varones, el hijo mayor tiene veinte años y trabaja para Ice Claws, el pequeño, en cambio, a sus diecisiete años ha decidido no formar parte de este mundo, es un buen estudiante, bueno con los ordenadores, cuando tenía doce hackeo el archivo del instituto haciendo así que las notas de su hermano subieran en casi un cincuenta por ciento.
Pongo especial atención a lo que dice sobre el hijo pequeño, nos vendría muy bien en nuestro bando, asique me pongo en contacto con Tyler para que busque al pequeño Santorini, al igual que a su padre, tendremos una interesante reunión.
- ¿Quería verme Ashton? – Dice Santorini.
- Siéntate – ordeno – estamos esperando a alguien – él asiente dudoso y tras cinco minutos las puertas se abren.
- Ya estamos aquí – la voz cantarina de Tyler se hace presente en la estancia, con él viene un niño delgado, sus gafas son cuadradas, tiene el pelo corto y sus ojos muestran cuan confundido está.
- ¿Qué hace él aquí? – dice Santorini alterado, y antes de que se levante de la silla le lanzo una mirada amenazante y vuelve a sentarse.
- Tan solo te haré una pregunta Santorini, sé que tu hijo mayor trabaja para Ice Claws, asique dime: ¿Estás pasando información al bando contrario? – su cuerpo se tensa al saber que sé sobre sus dos hijos.
- No pasamos nada de información Ashton, maldita sea, llevo trabajando para ti desde que te pusiste en el trono – baja un poco la voz – deja que Matt se vaya a casa.
- El pequeño Santorini no se irá, te conozco también que sé que algo ocultas, asique el pequeño Santorini trabajará para mí hasta que me digas que escondes, o yo logre averiguarlo – miro a Tyler y señalo tanto al padre como al hijo – llévatelos, y dile al pequeño cuál es su habitación – este asiente y sin dejar que formule alguno de los Santorini una palabra más, se los lleva.
Suspiro y salgo del despacho, pues no he visto a Jake desde anoche, camino hasta su cuarto y veo que la puerta está entornada, termino de abrirla y veo todo revuelto, entro a la habitación abriendo la persiana y viendo el desastre que hay, su ropa no está en el armario, por lo menos no la mayoría de ella, miro por los rincones más raros que puede haber y no encuentro nada, ni una simple nota.
Marco su teléfono varias veces y me lleva directamente al contestador, bufo y a mi mente viene que con la última persona que estuvo ayer fue Yvonne, asique voy a su cuarto.
Camino rápidamente, pero la situación es la misma, con la diferencia que casi todas sus cosas no están, su armario está completamente vacío, la cama está desecha, pero encima de esta logro ver su ordenador, lo enciendo por si hay alguna pista de lo que haya pasado, pero nada, tiene contraseña y es prácticamente imposible saber que es
Una bombilla se enciende en mi cabeza, pues el pequeño Santorini ahora trabajará para mí, saco el teléfono y llamo a Tyler.
- Dime – dice Tyler jadeando.
- ¿Cuál es la habitación del pequeño Santorini?
- 252
- Gracias – respondo y cuelgo.
Me encamino a su habitación que no queda mucho más lejos de esta, cuando estoy frente a ella escucho unos sollozos, frunzo el ceño y llamo a la puerta.
- ¿Sí? – dice con voz temblorosa.
- Soy Ashton, necesito hablar contigo.
La puerta de la habitación es abierta, la habitación está prácticamente vacía si no fuera por la poca ropa que al chico le dio tiempo a coger cuando Tyler fue a por él.
- Necesito tu ayuda – este asiente y con cuidado se acerca a mí.
- ¿Si le ayudo me dejará ir? – pregunta inocentemente y me da lástima.
- Hasta que tu padre no confiese lo que oculta no te podrás ir chico – solo puedo prometerte que no te haremos daño, y si descubro lo que tu padre oculta antes de que él diga nada prometo dejarte ir.
El pobre chaval asiente y me pregunta con la mirada lo que tiene que hacer, le explico que el ordenador no es mío, que simplemente tiene que desbloquearlo y una vez lo haga que vaya a mi despacho, donde estuvo esta mañana, asiente y se sienta sobre el escritorio que todos los cuartos tienen.
Salgo de la habitación y cojo mi teléfono, vuelvo a llamar al idiota de Jake varias veces y no me coge el teléfono, llamo a Yvonne y nada, maldita sea, donde mierdas estarán.
Salgo a descargar mi ira con los chicos, entrenamos hasta tarde, cuando me estoy duchando mi móvil suena y gruño, pongo la toalla alrededor de mis caderas y cojo el teléfono sin saber si quiera quien llama.
- ¿Qué? – mi voz sale demasiado brusca.
- Hola hermano – es Jake – antes de que te alteres, Yvonne y yo no nos podíamos quedar allí, hay alguien que la está acosando, las notas se estaban haciendo demasiado continuas – explica-, ella compró hace poco una casa, está bien escondida, asique estamos a salvo.
- Mierda Jake – digo preocupado - ¿ella está bien?
- Todo bien, tranquilo – después de una pequeña pausa sigue hablando – debo de colgar hermano, tenemos cosas que hacer, si pasa algo te llamaré.
- Mantenme al tanto de todo – digo y suspiro – cuídense – y cuelgo.
Maldita sea, esta mujer me va a volver loco, podría haberlo dicho a mí, sabe que no voy a dejar que nadie le haga nada.
Estiro mi cabello y suelto un suspiro de frustración. Me tiene malditamente loco.
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