Tras recibir una llamada de la comisaría de Wildwood, Yvonne Winchester recibe una nueva misión, destruir la mayor mafia del país y meter entre rejas a su líder, Ashton Owen.
Ashton Owen es calificado como el "hombre tatuajes" el más temido de todo...
La luz que entra a través de la ventana incide directamente sobre mis ojos, haciendo que me despierte casi al instante, me remuevo sobre la cama intentando dormirme otra vez, pero es imposible, pues una vez me despierto se me hace imposible volver a dormir, gruño y pongo mi almohada sobre mi cara maldiciendo.
Camino al baño y recojo mi cabello, cambio mi pijama por un chándal y una sudadera que era de Brad, suspiro y salgo dejando la puerta del baño abierta. Camino con lentitud hasta la cocina, pues todavía sigo teniendo sueño, preparo un chocolate caliente y mientras que espero a que este se enfríe mi cabeza no para de darle vueltas a lo que vi ayer, y casi por si solas mis manos escriben un mensaje a Marc diciendo que nos deberíamos reunir esta tarde, que tengo muchas más pruebas, a lo que responde con un simple: "Ok, nos vemos a las cinco en Sweet Coffe". Bloqueo mi teléfono y recojo todo lo que, ensuciado, limpiándolo.
Vuelvo a subir a mi habitación para preparar todo lo de esta tarde.
Rebusco entre todas las cajas aun cerradas con la mala suerte que ninguno de los expedientes que había hecho sobre todos los chicos que había en la casa estuvieran ahí. Revuelvo toda la habitación pues puede que por equivocación los haya metido en alguno de los cajones, pero tampoco se encuentran por ahí.
Maldigo, pues los chicos no pueden haberlos encontrado, y no puedo mandar a Jake a por ellos, pues me cogería a la primera, mierda y más mierda. Todo lo que apunté sobre ellos está en una de las carpetas ocultas de mi ordenador, asique sin más remedio le pongo un mensaje a Jake para ver si puede traer mi ordenador para "ver películas", pues Jake había partido demasiado pronto hacia la mansión. Cuando responde mi mensaje, dándome una afirmación, puedo suspirar tranquila, pues los tendré en mis manos.
Mando un mensaje a Marc diciéndole que no puedo reunirme con él, pero le enviaré todo por correo en cuanto tenga el ordenador en mi poder, me responde con un seco "ok", pero no me sorprende, pues es Marc.
Sin nada más que hacer durante todo el día, me siento en el sofá con uno de los libros de la saga Hush Hush, pues mi enamoramiento por Pach sigue tan presente como el primer día. Cuando menos me doy cuenta la puerta se abre dejándome ver a Jake, que trae consigo mi ordenado y cuando lo veo sonrío.
- Muchísimas gracias Jake – digo levantándome y cogiendo el ordenador, el cual me está ofreciendo – estaba aburrida y no sabía qué hacer.
- De nada Vonne – su mirada es seria y sé que algo no anda bien.
- ¿Ha pasado algo? – dejo el ordenador sobre la mesa del salón.
- No quiero alterarte – dice mientras se esparrama sobre el sofá- al bebé no le hace bien que tú te alteres, lo dijo el doctor cuando tu no estabas escuchando – una sonrisa se asoma tras mis labios y mi rostro enrojece haciendo que suelte una carcajada.
- ¿Realmente no me lo vas a decir? – el niega y suelto un suspiro de frustración – ves a ducharte anda, estás mojado, vas a terminar por pillar un gran constipado como sigas así – él me hace caso y sube las escaleras riendo.
Mientras él va subiendo por las escaleras enciendo mi ordenador, y rápidamente me meto en mi correo electrónico para mandarle a Marc todos los informes, dejándole claro que hay más, solo que no tengo nada para escanearlo, asique deberá de ser en persona. Una vez el correo es enviado, como hago siempre elimino las pruebas de que esos informes estuvieron en mi ordenador, al igual que escondo el mensaje de que le he enviado a Marc.
Cuando Jake baja por las escaleras conecto mi cuenta de netflix simulando que estoy buscando una película, la cual acaba siendo de terror, pues al parecer él también quería ver una.
A mitad de la película el teléfono de Jake nos interrumpe, asique le doy a pause y espero a que regrese.
- Sí, estoy con ella – me echa una mirada furtiva – sabes que estoy cuidando bien de ella Ashton ... No, nadie más aparte de mi conoce su paradero ... Sé sobre la nueva carta de amenaza hacia ella, pero aquí está segura, confía en mi por favor – suspira y mira hacia mi dirección tapando el altavoz del teléfono – Habla con él por favor – sus ojos suplicantes me hacen aceptar la llamada.
- ¿Hola? – digo para que la persona tras el teléfono sepa que estoy aquí.
- Hola cariño, ¿va todo bien? – la preocupación de Ashton hace que me derrita por dentro y unas tremendas ganas de verle me inunden.
- Va todo bien, tranquilo – me acomodo en el sofá y sigo hablando – Jake está cuidando bien de toda la protección de la casa, sabes que no hace falta que nadie cuide de mí.
- No puedo permitirme perderte cariño – suspira tras el teléfono – prométeme que si algo pasa me vas a llamar, por mucho que Jake esté ahí, no me puedo permitir perderte.
- Lo haré – miento, pues yo les voy a llevar a la peor tortura que existe, por mucho que me duela.
- Tengo que despedirme ya cariño – un gran bullicio suena tras el teléfono – te quiero – dice sorprendiéndome no soy capaz de decir nada antes de que la llamada se corte.
Después de la llamada todo se resume en silencio, pero no uno incómodo, seguimos viendo la película hasta que esta acaba, recogemos todo y Jake decide hacer unas pizzas para cenar, a lo cual no me opongo pues ¿qué hay mejor que la pizza? Nada, os lo aseguro.
Comemos con tranquilidad, hablamos de varios temas, pero nada fuera de lo normal.
- ¿Cuándo se lo piensas decir? – frunzo el ceño dándole a entender que no entiendo lo que me dice - ¿Cuándo le piensas decir a Ashton sobre el bebé?
- Todavía no es el momento – doy un bocado a mi pedazo de pizza- y menos con el acosador, lo último que quiero es que se acerque a mí – aunque yo ya sabía que ellos sabían sobre el bebé.
El silencio vuelve a reinar en la sala, pero las siguientes palabras de Jake me dejan helada.
- Vonne, ¿tú no nos traicionarías verdad? – me atraganto con la pizza y doy un trago de agua haciendo que este pase.
- ¿A qué viene esa pregunta ahora, Jake? – digo dudosa.
- Simple curiosidad – recoge todas las cosas que ha usado para hacer las pizzas y las deja sobre el fregadero – buenas noches – me da un beso en la cabeza y le veo desaparecer por el umbral de la puerta de la cocina.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.