Epílogo (Editado)

136 10 0
                                    

1 de diciembre, 2018.

Narra Yvonne

Después de varios días en esta gran ciudad, me he ido acostumbrado al ruido que hay a todas horas por las calles, incluso el caluroso clima es un pro para la locura que hice.

Después de pasar un par de días en una pensión, encontré un pequeño apartamento, no es nada extravagante, cubre mis necesidades básicas, que es lo importante. Encontré un trabajo en el que no hacía falta que me moviera de casa, pues con el embarazo, a casi todas las entrevistas de trabajo a las que fui, me dijeron que no.

Después de recoger la cocina, pues hace poco terminé de comer, me dirijo al baño para darme una ducha, pues en menos de dos horas tengo cita con una ginecóloga, al fin me dirán el sexo del bebé, y estoy emocionada.

Me peino mientras en mi teléfono se va reproduciendo una canción en español, y aunque no sé qué significa, el ritmo hace que mueva mis caderas al ritmo de la canción. Me pongo mis converse y me miro una última vez al espejo mientras apago la radio que había puesto el teléfono.

Tomo el autobús que más cerca me deja de la clínica, pues, aunque sean a quince minutos andando, con el calor que hace, mis pies no lo soportarían. Me despido una vez el autobús me deja en la parada correspondiente y camino con rapidez a la clínica. Mirando el reloj me doy cuenta que he llegado media hora antes, asique me siento en la sala de espera a que mi nombre sea pronunciado por alguna de las chicas que se encuentran en recepción.

- ¿Yvonne Winchester? – pregunta una señora que pasará los cuarenta años con una sonrisa que me llena de tranquilidad – pasa cariño – dice cuando me ve caminar con nerviosismo hacia la puerta de la cual ha salido ella.

Cuando entro, la señora me pide por favor que me siente mientras la doctora viene con un informe de la última vez que viene. Vuelvo a mirar la sala viendo que nada ha cambiado, todo se encuentra como la última vez, pues hace un mes vine y pude al fin oír el latido de mi bebé.

- Hola Yvonne – dice la doctora ofreciéndome la mano, la cual aprieto en modo de saludo – veo que vienes a ver si podemos saber el sexo del bebé – asiento y ella sigue hablando – pasa a la camilla, en unos segundos estoy allí.

Camino hasta la camilla, viendo a la señora que me llamó colocando un par de cosas.

- Túmbate cariño, y alza tu camiseta – dice con amabilidad y lo hago.

La doctora aparece segundos después explicándome un poco lo que vamos a hacer. Doy un respingo cuando siento el gel tan frío sobre mi piel.

- Vamos a ver – me dice y sonrio, va moviendo el aparato por todos lados – ¿ves al bebé? – me dice señalando la pantalla – está en la posición indicada, veamos que es – los nervios crecen en mí – felicidades, es un pequeño varón. – sonrío feliz mientras limpio aquel gel.

Cuando vuelvo a consulta la doctora me explica el cuidado que tengo que tener de ahora en adelante, y me da cita para dentro de un mes, feliz salgo de allí expidiéndome tanto de la doctora como de la señora.

Camino feliz hasta casa, pues la temperatura ha bajado y el autobús tardará en llegar. Una vez llego me tumbo en el sofá observando la radiografía del bebé. La abrazo contra mi pecho y poco después los brazos de Morfeo me arropan haciendo que caiga en un profundo sueño.

 La abrazo contra mi pecho y poco después los brazos de Morfeo me arropan haciendo que caiga en un profundo sueño

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Infiltrada ( Amores en guerra #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora