Tras recibir una llamada de la comisaría de Wildwood, Yvonne Winchester recibe una nueva misión, destruir la mayor mafia del país y meter entre rejas a su líder, Ashton Owen.
Ashton Owen es calificado como el "hombre tatuajes" el más temido de todo...
Me doy una ducha en la mansión, pues dejé parte de mi ropa aquí y aunque no lo quiera aceptar estoy bastante preocupado por Yvonne.
¿Sabéis de ese presentimiento de que algo malo va a pasar? Pues eso me pasó cuando me llamó Ashton y tuve que dejarla allí sola, pero confío de que nada haya pasado, pues vamos es Yvonne, la chica con mejor puntería que conozco hasta el momento, la que podría derribar a tres hombres de ser necesario, aunque se sienta algo indispuesta, pero lo haría.
- ¿Dónde vas? – dice Ashton a mis espaldas.
- A casa de Yvonne, tuve que dejarla sola y tengo un mal presentimiento – explico.
- Voy contigo – dice de la manera más seca posible y aunque me sorprende no digo nada, pues conozco a Ashton demasiado bien y sé que no quiere hablar del tema.
Él toma la llave de uno de los camaros teniéndomelas, las tomo con rapidez y camino hasta el coche, arrancándole casi al momento en el que mi culo se posa en el asiento del piloto, pongo la calefacción lo más rápido que puedo, pues el frío de noviembre se mete bajo mi piel más rápido de lo normal.
Cuando Ashton se sienta en el asiento de copiloto bufo, pues su tranquilidad e indiferencia me está enfadando de verdad, no sé qué habrá pasado entre él e Yvonne, pero no es para que tenga esa parsimonia encima, una vez se abrocha el cinturón de seguridad salgo de la mansión incorporándome lo antes posible a la carretera que nos lleva a casa de Yvonne.
Una vez estamos llegando miro de reojo a Ashton, pues no sé si reconocerá la casa, pero sé que sí por la mueca que hace, aun sin decir nada de su parte, aparco al lado del coche de Yvonne, y sé que todo ha ido mal cuando encuentro a Hades con un disparo, el pobre animal ya está muerto, la puerta de la entrada principal abierta con varios agujeros de bala en ella, la puerta de la caseta abierta de par en par, con varias cajas esparcidas por el suelo.
- ¿Estás seguro que esta es la casa de Yvonne? – asiento con la cabeza sin dirigir mi mirada a él – Es la casa de mis abuelos Jak.
- Yvonne y yo lo descubrimos hace poco – admito – hicimos limpieza y bajamos algunas cajas aquí para guardarlas en la caseta, dentro nos encontramos miles de papeles, los guardamos en otro sitio más seguro – termino diciendo cuando recojo las cosas que hay en el suelo.
- Necesito ver todos esos papeles – suena alterado – hay algo que no sabes – parece pensar en algo y luego rectifica: - bueno, varias cosas.
Entramos a la casa en silencio, voy detrás de Ashton y se pone frente a la sala de torturas sacando una llave de debajo del armario.
- ¿Cómo sabes de esto? – pregunto intrigado.
- He usado esta sala desde que tomé el control de todo, pero hay más – asiento con la cabeza dándole a entender que quiero saber todo lo que haya – los papeles que encontrasteis no solo contienen cosas de las entregas, todos los hombres que han pasado por aquí o las armas que tenemos – hace una ligera pausa mientras abre la puerta y enciende la luz – hay un listado de todas las personas que han pasado por esta sala, están enumeradas y a su lado derecho se ponía el motivo por el que se le mataba.
- ¿Dónde está esa lista? – pregunto curioso.
- Estaba entre todos los papeles, pero si Yvonne la ha encontrado... - su silencio vale más que mil palabras, y puedo ser capaz de adivinar que alguien importante para ella estaba dentro.
- ¿Quién? – pregunto y el me mira.
- Su padre – sus palabras me congelan y calan cada uno de mis huesos, tan así que me he parado a mitad de las escaleras para procesar todo.
- ¿Qué hizo?
- Él, al igual que su hija, son infiltrados de la policía de Wildwood, él intentó entregar a mi abuelo, pero antes de todo eso mi abuelo fue capaz de identificar al infiltrado – explica: - y ahora su maldita hija ha intentado hacer lo mismo, pero al igual que mi abuelo he identificado a la infiltrada.
- No puede ser Ashton – niego con la cabeza siendo incapaz de procesar lo que dice, pues ella está esperando al heredero – eso tiene que ser mentira.
- Hace poco descubrí unos informes en su cuarto en la mansión, todo lo que hacíamos y nuestros delitos aparecían ahí, créeme que me duele más a mí que a ti – se enfurece lanzando uno de los cuchillos contra la mesa de madera clavándolo – tenemos que encontrarla, ella, al igual que su padre, morirá en estas cuatro paredes – dice sádico y no soy capaz de reconocer a mi amigo.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
