Capítulo 8 ( Editado )

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16 de agosto, 2018.

Caminamos hasta mi casa en silencio, cada uno en su propio mundo, pensando que decir. Una vez abro la puerta le hago pasar con un asentimiento de cabeza y le llevo hasta el pequeño salón que tengo en casa.

- ¿Quieres algo de tomar? – susurro mirándole

- Un café estaría bien – dice mientras se acomoda en el sofá.

Camino hasta la cocina despacio, pues mi pierna duele. Preparo un café en silencio y cojo una pequeña botella de agua para mí; abro el cajón donde se encuentran todas las medicinas y cojo algo que pueda aliviar el dolor, la tomo mientras pienso en lo que hace un rato me propuso.

Una vez me tomo algo para el dolor, camino lentamente de vuelta al salón, me siento en el sillón que hay al lado derecho del sofá donde él se encuentra sentado, le entrego el café que me había pedido y sé que es momento de hablar.

- Eso que me dijiste antes en el coche – digo sin apartar mi mirada de él. - ¿Por qué fue?

- He visto como disparas – hace una pausa bebiendo de su cerveza- no tengo a nadie con tal puntería y si hay alguien, son contados con los dedos de una mano. – me mira fijamente como analizándome y sigue hablando – no sé cómo mierdas tienes esa puntería y como no te ha temblado la mano al coger el arma, pero te quiero en mi equipo.

Miro fijamente hacia su dirección pensando todo con tranquilidad, pues si me uno a ellos puedo empezar a derribar desde dentro, analizo todas las posibilidades y todo lo que me podría jugar en contra.

Nos sumergimos en un silencio para nada incómodo, yo pienso los pros y los contras de unirme a ellos, y él está en su propio mundo pensando en cualquier cosa.

Tras unos largos diez minutos cada uno en su mundo, él se decide a hablar, y yo ya tengo mi decisión tomada.

- ¿Y bien? – me mira fijamente dando el último trago a su cerveza - ¿te unirás a nosotros o no? – nuestros ojos se conectan y mi cuerpo da un ligero temblor.

- ¿Qué gano yo a cambio? – bebo un sorbo de mi botella.

- Te pagaría bien, vales para muchos puestos de trabajo – se cruza de brazos apoyándolos sobre sus rodillas – valdrías de franco tirador, para las entregas, para todos los puestos posibles que haya en la banda – se levanta y me mira – estarías en el que quieras, asique ¿te unes o no?, no tengo todo el día.

- Lo haré – camino lentamente hasta la puerta y la abro – pero deberás esperar un par de días a que el dolor de mi pierna pase.

- Lo haré, merece la pena que estés en mi equipo – sale de mi casa y se encamina al coche – vendré estos días a ver como sigues, en cuanto estés bien, te unirás.

- Lo haré, no lo dudes. – le doy mi palabra y cierro la perta.

Cuando Ashton se fue me senté en el sofá del salón y un pequeño suspiro se escapó de mis labios, pues si, había conseguido lo que quería, entrar a su banda, pero una parte de mí no se sentía bien, le apenaba el pensar que en algún momento tendría que traicionar su confianza, y ya no solo a Ashton, si no a Jake, que me había tratado como una hermana en el poco tiempo en el que nos llevábamos conociendo.

Dando un último resoplido me incorporé y caminé hasta llegar al baño y puse el agua para que la bañera se fuera llenando, mientras tanto, voy a por el pijama y una vez con él en la mano, me desnudo en el baño y enciendo un cigarrillo mientras me baño.

Después de llevar al menos quince minutos en la bañera mi teléfono suena, abro uno de mis ojos para comprobar quien llama, en la pantalla iluminada alcanzo a leer Marc, y con desgana cojo el teléfono y lo descuelgo.

- Dime – y sé que no ha sido la mejor manera de contestar, pero necesitaba desconectar.

- ¿Has conseguido algo? – su voz, tan neutral como siempre, tiene un ligero toque de insistencia.

- En media hora me paso por tu casa para comentarte todo, no puedo ir a la comisaría, estoy segura que me vigilarán.

- Ni un minuto más Yvonne, si llegas tarde tendrás que ir a la comisaria. – termina de decir antes de colgar la llamada.

Resoplo y salgo de la bañera para comenzar a vestirme, pues sé que lo dice totalmente enserio.

Resoplo y salgo de la bañera para comenzar a vestirme, pues sé que lo dice totalmente enserio

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Infiltrada ( Amores en guerra #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora