Capitulo Ⅵ - Está casada

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Domingo en la mañana....

Elizabeth

Joseph y yo acostumbramos levantarnos tarde los domingos, ya que pasábamos los sábados por la noche viendo películas. Esta mañana Joseph me acompaña a la cocina para preparar el desayuno; Gracias a él tenemos una dieta balanceada.

De un momento a otro tocan el timbre. Miro a Joseph y Joseph me mira a mí, eso quiere decir que no esperábamos visitas. -Abriré yo-dice él y asentí. De pronto recuerdo que Alex venía hoy. 

-¡Espera Joseph!- Dejé lo que hacía y corrí hacia él pero ya hablaba con alguien, me acerco y era el vecino. En su conversación decían: 

-Claro lo vi y lo guardé, permiteme un momento- Joseph se inclina cerca del estante y de una caja saca una pelota de béisbol, y se lo entrega al vecino. 

-Gracias vecino, mi hijo se lo agradecerá mucho- En el momento en que el vecino se fuera, un auto deportivo rojo se estaciona frente a la casa, del cual bajó Alex con una playera y unos lentes oscuros. Se acerca directo a nosotros.

-¡Bella Elizabeth, al fin te encontré!- Dice al verme, se aproxima más luego me jala y abraza. 

-¡Alex!- Digo sorprendida y le susurro -¿Qué estas haciendo?

-Sígueme el juego- contesta de igual manera. 

-¿Se conocen?- Interrumpe Joseph. Nos separamos y miré a Joseph sonriendo ya que quería cumplir mi parte del trato. 

-Sí, él es Alex, un amigo de la universidad. 

-Mejor amigo más bien dicho- Agrega Alex. Joseph extiende su mano para estrecharlo con Alex.

-Mucho gusto, mi nombre es Joseph y soy el esposo de Elizabeth- Alex no corresponde a su saludo y sonríe. 

-No me contaste que era negro- Da una pequeña risita. 

-¡Oye!- Le reprocho. 

-Solo bromeo- Había mucha tensión entre nosotros así que rompí el silencio invitando a Alex a pasar. Nos sentamos en la sala y desayunamos todos juntos. Alex solo me dirigía la palabra a mí por ende Joseph no encontró la forma de introducirse a nuestra conversación. De vez en cuando Joseph iba a la cocina, me sentí mal por eso aproveché para decirle a Alex.

-Creo que estamos siendo demasiado duros ¿no se supone que vienes a conocerlo? ¿por qué lo ignoras?- Él se acerca a mi oído y susurro : 

-Recuerda que solo lo estoy probando, los hombres tenemos nuestra manera de hacerlo-Seguido de eso besa mi mejilla

-Elizabeth- Dice Joseph con una voz imponente, Alex y yo volteamos a verlo -Voy a salir un momento.

-Me temo que me tengo que ir, tengo una reunión a las doce- Dice Alex y se levanta, yo hago lo mismo y le contesto

-Te acompañaré hasta la puerta- le ofrezco y caminamos hasta allí. 

-Nos veremos luego- Dice Alex y arregla un mechón de mi cabello. 

-Deja el juegos creo que Joseph está enfadado, no lo empeores- El se ríe, se da vuelta y se va. Cerré la puerta y me dirijo a dónde está Joseph, lo veo disgustado tomando un vaso con jugo así que me acerco lo mas sumisa posible -Amor... 

-Se nota que se conocen mucho, no paraban de hablar.

-Joseph, imagina esto : Tienes mucho tiempo sin ver a un amigo ¿Qué crees lógico que harían?

El enfermero y la contableDonde viven las historias. Descúbrelo ahora