Candy
-Tengo hambre.
-¿Por eso te quedaste mirándome así?-Pregunta Joseph.
Por un segundo no sé qué pasó.
Decido apartarme de él.
-Me dijiste que después de alimentar al puerco te ibas.
-Mentí. Sé considerado, esperé hasta que llegaras como buena amiga que soy.
-No discutiré eso. ¿Qué quieres?
-Tostadas y jugo de uva, vi que tenías uvas en la nevera.- Él se quedó en silencio e inmóvil. -Oye... ¿Me escuchaste?- Me acerco. *¿Qué es esto? ¿Los hombres pueden llorar?
Quedé estupefacta y mi primera reacción fue abrazarlo.
-¿Qué sucede? *¿Para qué pregunto si no me interesa para nada?
Sigo jugando a la niña buena.
-No pasa nada. Puedes soltarme.
-¿Fue algo que dije?- Lo continué mirando con preocupación. ¿Qué estoy haciendo?, realmente no me interesa.
-¿Cómo podrías darme nostalgia con solo decir pan tostado y jugo de uva?
-¿Entonces por qué te pusiste así?-
El me pellizca la frente. -De verdad que no conoces el sarcasmo. Me hiciste recordar algo al decir eso, pero está bien siéntate iré a prepararlo.
Al día siguiente...
Elizabeth
Abro los ojos de a poco, me estiro y bostezo al mismo tiempo. Al abrir completamente los ojos veo un gran desorden en la cama, me levanto y miro a mi alrededor habían copas y una botella de champagne en el suelo. -Aun estamos en el hotel.- Dije y al instante noto la ausencia de Álex. -¡Alex!- Dije elevando la voz por si se encontraba en el baño pero no obtuve respuesta alguna. Arreglo la cama, recojo todo aquello tirado en el suelo y me dispuse a darme un baño. 20 minutos más tarde salgo ya vestida del baño y me topo con la figura de Álex. -Alex...- Él voltea para mirarme y sonríe.
-Buenos días, mi bella Elizabeth.
-¿Dónde estabas?
-Fui a ponerle gasolina al auto y comprarme esta ropa.
-¿Eso quiere decir que ya nos vamos?
-Claro, pero antes me daré un baño.
-Alex...
-¿Diga?
-¿Qué pasó anoche?
Él me mira con un ligero rubor. -¿Por qué preguntas?
Me acerqué y levanté mi blusa tomándola de las costuras laterales sin mostrar mis pechos, pero dejando a simple vista mi abdomen.-Lo digo por esta marca... Está enrojecida. Además de tener la forma de dientes en su centro.
-¡Ah eso!
-¿"Ah eso" qué?
-Es que nos pusimos algo salvajes anoche, nomás faltó unas copas y fuimos a la cama y no a dormir.- Me lanza una mirada pícara.
-No juegues.
-Que falta de humor tienes, mi bella Elizabeth. La cosa es que nos excedimos en los tragos, tú te pusiste violenta y yo te respondí con violencia.
-Me hubieras matado de una vez mejor. - Él se ríe, me besa la frente, toma su ropa y camina al baño.
-Salgo en un momento. Te compré algo de desayunar, está en la mesa.
Flashback...
Candy
El moreno me dejó dormir en su casa, en la sala. No me puso cadenas porque en su corazón aún había compasión.
Ya hace 5 minutos que estoy despierta, pero no he ido a casa. Estoy demasiado cómoda. En medio de mis pensamientos suena mi celular y contesto antes de que hiciera demasiado ruido. -¿Holi?
-Buenos días, amor. ¿Cómo estás?
-¡Alex! Estoy muy bien ¿Y tú?
-No me quejo...
-Estoy justo en frente de tu casa, voy a entrar.
-No, no lo hagas.
-¿Por qué no?
-Es que no estoy en casa.
-¿Fuiste a tocar anoche?
-No, no tuve tiempo.
-¿Dónde estás?
-Estoy caminando un poco.- Se me ocurrió decir.
-Pues, apresúrate. Te espero.
-¿Por qué tantas ganas de verme? ¿Me necesitas?-Digo desanimada.
-¿Ese tono a qué viene?
-No es nada... ¿Cómo te fue en tu hotel cinco estrellas?
-Con que por eso es que estás así, descuida no pasó nada entre Elizabeth y yo.
-¿De veras?- Él lo afirma con un "sí".
-¿Qué pasó con el negro?
-Descuida, no pensó que era la dirección correcta.
-¿Dirección correcta?- Miro detrás de mí y allí estaba parado Joseph. Cuelgo el celular.
Fin del flashback...
Alex
*¿Dónde estaba? ¿Esa voz de quién es? Candy no me haría eso, no me traicionaron estando con otro hombre.
Seguía pensando, luego de que extrañamente Candy me colgara.
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El enfermero y la contable
RomanceDesde niños los cuentos se han encargado de distorsionar una realidad, expresándola en una frase: "Y vivieron felices para siempre". Cuán emocionante era leer el mismo final cliché, cuando la realidad es otra. El amor no es de color de rosa con la...