El enfermero y la contable

Capitulo XII - Mi pequeño refugio

Alex

Odio mentirle de esta manera, pero... ¿Cómo decirle que el hijo de un empresario es infeliz? Un chico bien vestido, con autos y propiedades a su alcance que puede conseguirlo todo, y hacer lo que quiere... ¿Cómo una persona así dice ser infeliz? La gente normalmente piensa eso : Que el chico bonito lo tiene todo. Buen físico, una familia alegre, dinero y un montón de cosas más. Yo quisiera ser pobre y tener a mi madre a mi lado, quisiera ser pobre y tener un padre que se preocupe por mí y que amase a su familia, quisiera ser pobre y tener a la única chica del que me he enamorado. Al contrario no tengo nada, no tengo a mi madre a mi lado, no tengo un padre que se preocupe por mí y no tengo a esa chica con quién quiero hacer mi vida... Puede sonar infantil que un adulto piense en esas cosas pero en realidad son cosas básicas pero muy importantes y necesarias para un ser humano.

Lo único que tengo es mi don por el arte. No puedo evitar ser ambicioso, he visto que si no tienes algo, tienes que buscarlo por las buenas o por las malas de lo contrario te quedas sin nada.

Supe administrar bien mi dinero y compré una pequeña casa cerca de una bahía, es mi pequeño refugio.  Pero pronto tendré que vender algunas pinturas para tener dinero o tendré que ir a trabajar como un robot en una oficina.

Me senté al frente de la casa con vista al muelle. Es la primera vez que pinto en medio de la noche; es hermoso como se veía reflejado la luna en el agua hasta el punto de aparentar ser uno mismo, las olas son lo único que lo diferencian.

Mientras el cielo tiene nubes, el mar tiene olas; aún así el mar es un espejo que deja que el cielo se refleje en él. El mar quiere ser cielo porque él solo tiene peces, otros animales marinos y arena, y el cielo parte desde las nubes hasta el universo lleno de estrellas, galaxias, constelaciones ¡Es una maravilla! Me siento como ese mar, solo tengo peces y por mas simple que parezca el cielo en lo mas profundo de él hay un mundo maravilloso que quisiera tener el mar.

Eso acabo de pintar un mar con peces y un cielo lleno de estrellas mientras que entre ellos hay un espacio en blanco.

Ahora de todo lo que he perdido lo único que quiero recuperar es a Elizabeth, mi bella Elizabeth. Aunque ella esté casada siento que aun no es tarde. Debe haber algo mas grande que un simple sentimiento de afecto hacia mí dentro de su corazón. Quisiera saber cual sería su respuesta ese día en el parque...

Flashback... 

-¿Qué opinas sobre el amor no correspondido? 

-¿Qué? ¿Por qué ese tema de pronto? ¿Acaso ya estas enamorado?

-Yo no, un amigo. Sabes que no me enamoraría de nadie que no fueras tú- Ella se ríe. 

-Déjate de bromas- Reí algo sarcástico. 

-Solo es broma. 

-Bueno, en cuanto al amor no correspondido... Es un tema difícil, es difícil mezclar amor y la palabra unilateral. Es sinónimo de sufrimiento porque solo una de las partes ama mientras que el otro tal vez desconozca esos sentimientos o no le importa en lo absoluto- Muerdo mis labios por dentro mirándola. 

-Es justo lo que pensaba yo, pero y si se da el caso la gran casualidad de que ella cambie de opinión y puedan llegar a ser algo. 

-Bueno eso sería un golpe de suerte y se convertiría en un amor bilateral, es decir, correspondido. 

-¿Tu harías eso si fueras esa chica?

-Depende. 

-¿De qué? 

-Oye, está lloviznando...

Fin del flashback...

¿De qué depende que se quede conmigo? ¿Qué es ese espacio en blanco que me separa de mi felicidad? ¿Será que todos estos sentimientos hubiesen desaparecido si no me hubiera reencontrado con ella de nuevo?, pero pasaron años y aun seguía recordándola, pero si no nos hubiéramos encontrado tal vez hubiese sido posible, aparte de alcanzar mis propios propósito ¿sería capaz de olvidar a Elizabeth y rehacer mi vida o es que estoy tan obsesionado con ella que no podré?

Nunca pude entender el porqué mi corazón late tan fuerte cuando ella está a mi lado. Nunca pude entender lo importante que sería verla sonreír solo para mí. Pero ¿por qué la vida es tan injusta?, si la amo tanto ¿Por qué no soy yo el que está al lado de ella? ¿Qué he hecho para ser castigado de esta manera? Aun así no me rindo no aceptaré el hecho de que la he perdido, seré yo quien escriba mi destino y mi objetivo es tener a Elizabeth, formar mi propia familia y demostrarle a mi padre que el amor es la respuesta. No me importa quien sufra, yo he sufrido demasiado.

Eso prueba que las heridas físicas no alcanzan siquiera el significado real del dolor... Ese dolor que te lleva a la locura. No he hecho nada malo entonces ¿Por qué?

Cada vez recuerdo esa noche lluviosa, la única noche en la que estuve tan cerca de ella, la única vez en que nuestros cuerpos rozaron, la única vez en que nuestra piel pudo rozarse. Yo la protegí, yo la ayudé, yo estaba ahí para ella... No importan los años, solo esos momentos de felicidad.

Cuánto quisiera que ella se aferrara a mí como lo hizo esa noche, como si su vida dependiera de mí, como si me confiara todo su ser.

Me duele amarla tanto. ¿Qué diría mi madre en mi condición? Seguramente nada, porque al igual que mi madre estoy ciego de amor, porque al igual que mi madre moriría con tal de estar al lado de la persona a la que amo. Aunque ella no se dé cuenta y sea tan difícil decirle, pero...¿Cómo decirle que pase ocho años amándola y que sigo enamorado de ella?, no quiero escuchar un no como respuesta ¡Sería injusto!, sería injusto imaginarse que esos ojos llenos de amor con la que me mira en realidad están vacíos...

No, sería inaceptable. Como dije: La vida me ha enseñado que si no luchas por lo que quieres por las buenas o las malas, te quedas con nada y no estoy dispuesto a mi vivir con este sufrimiento.

Seguiré adelante sacaré a ese negro del camino y tendré a Elizabeth, no la perderé de nuevo y seré feliz al fin.

Me levanto y recojo mis materiales: Pinceles, pinturas, lienzos, paleta de mezclas y diluyentes.

Al entrar a la casa pongo todo en su lugar y la pintura a un lado para que se seque. Mientras tanto, lavé mis manos secando estas para después irme a la cama, ya se hacía tarde. Vuelvo a mirar la pintura y pienso en Elizabeth y las incontables veces que me sonreía. Suspiro y dirijo la mirada al techo pasando mis manos detrás mi cabeza. -Ya no soportaría más tenerte solo en mis sueños mientras que mi corazón me reclama por ser tu dueño.