Candy
"Sé que hiciste un buen trabajo, por ende no necesito estar presente para felicitarte".
Decía la pequeña tarjeta frente a aquellos instrumentos... Mis instrumentos favoritos: La guitarra, la guitarra eléctrica y el violín. -La guitarra eléctrica la tocaré en el bar, la guitarra y el violín en casa.
Escena retrospectiva ...
Luego de alistarme fui a cumplir con mi misión que es llevar a Joseph en la empresa donde trabaja la princesa para que se encuentren. Hay algo que no entiendo... ¿Para qué hacer que se encuentren si el objetivo es separarlos? Alex y sus ideas locas.
Si llegan a una reconciliación como lo espera Alex, el problema de todas las formas los espera en la casa. -¡Qué divertido!- Me mantuve cerca del hospital, el lugar de trabajo de Joseph, pensando como haría para llevarlo a la empresa. A las dos de la tarde lo vi salir del hospital. Me apresuré y me fui acercando a él gritando: ¡Hola, tú! Logré llamar a su atención y posa su mirada sobre mí. -Que alegría encontrarte.- Le digo y él me pregunta
-¿Qué haces aquí?
-Vine a agradecerte por lo que hiciste por mí anoche.
-No fue nada.- Comenzó a caminar hacia delante, lo seguí y pasé al frente.
-Como te seguía diciendo ... Vine a agradecerte. Vamos a comer algo, yo pago.- Él me ignora para seguir caminando. -¿A dónde vas tan apurado?- Me atreví a preguntar, ya cuando él había llamado un taxi.
-Iré a ver a mi esposa.- Fue lo último que dijo al subirse al taxi.
- Después de todo no tuve que hacer nada.- Digo viendo como se alejó para luego tomar mi celular y escribirle a Alex: "Oye ... El moreno va camino hacia allá". En cuestión de segundos obtengo una respuesta:
"¡Sabía que podías! Ve a tu casa, allá está tu regalo".
Alex
Elizabeth aún no ha salido, pero ya hace una hora desde que llegó ese negro. Se ve tan ansioso.
Primero deben reconciliarse, tengo fe en que lo hagan. Segundo... El caos.
Llegué dos horas antes, después de comprar el regalo de Candy.
Veo como una mujer de cabello corto y oscuro sale de la empresa. -¡Por fin, ha salido!- Dije al notar que esa mujer era Elizabeth. Ahora están conversando. Empezaron a salir del lugar caminando... Arranco el auto y conduje, despacio y a distancia, manteniéndome alerta ante sus gestos. -¡Eureka, lo he logrado!- Parece que se han reconciliado. Los seguí hasta a su casa, esta vez al frente de la misma. Media hora después ... Se escucha la voz de Elizabeth hasta afuera. -Seguro es Elizabeth, esta enfurecida. Eso quiere decir que era hora de que empiece mi actuación.
Fin del Flashback ...
-Ya esta por terminar el eclipse.- La volteo quedando ella de espaldas a mi y con mis manos tapo sus ojos. Me acerco a su oído y le digo: -Camina paso a paso, yo seré tus ojos.
-No me hagas reir, Alex. Hoy ha sido un pésimo día.
-¿Cómo? ¿Por qué pésimo? Sé que tuve que pasar por ti, pero tuve un inconveniente. Si es por eso, discúlpame.- Ella suspira profundamente y responde con la voz quebrantada:
-No es por eso, Alex.- Logramos llegar a la casa y entramos.
-Siéntate y cuéntame que sucede.
-Alex ... Tenías razón, él me engañaba seguro lo ha estaba haciendo siempre.
-Discúlpame mi bella Elizabeth pero no te estoy entendiendo ¿Lo encontraste con otra mujer?
-No pero la ropa interior de otra mujer estuvo en la casa.
-Espera ... ¿Fuiste a tu casa y lo encontraste con la ropa interior de otra mujer?
-No, mira te explico...- Elizabeth me fue diciendo todo lo que yo ya sabia, traté de no reír y mostrarme serio.
-¡Pero qué bastardo! discúlpame si te ofendo Elizabeth, pero creo que estabas ciega cuando te casaste con él.
-Lo más cruel es que me doy cuenta ahora.
-Debes divorciarte, si quieres ahora mismo te busco un abogado. La infidelidad es lo único que no se perdona.- Ella comenzó a llorar en silencio tratando de ocultar, sin poder, su dolor.
Me estoy lastimando también porqué necesito lastimar a la mujer que amo para después hacerla feliz, no es un precio tan alto.
-Sí, me divorciaré. Ya no, ya no, ¡ya no puedo seguir así!- Dice Elizabeth en un grito desesperado que me sorprendió y no pude contenerme a consolarla.
-Yo me encargo de todo; el abogado, el procurador y el proceso. No debes escuchar nada de lo que te diga, de seguro te mentiría como siempre lo ha hecho.- Ella asiente en medio del llanto. Ahí estaba yo sonriendo mientras consolaba a la mujer que amo, quién iba a divorciarse pronto y ser definitivamente mía. -Ahora ve y vístete- dije para no cometer una atrocidad.
Joseph
Entré a la casa alterado, tomé el teléfono y marco a aquella chica, Candy. -¿Holi?
-¿Qué hace tu ropa interior en mi habitación?- Digo elevando la voz.
-¿Disculpe?
-¡No te hagas la tonta!
-Oh, ahora que veo el número me doy cuenta que eres tú Joseph, buenas... ¿Qué hay?
-¡Candy!- Ella se ríe en la otra línea.
-Así es, dulce en inglés. Pues... Estaba aburrida, comencé a caminar y me vino a la mente hacerte una broma.
-Yo nunca te dije que tomaras confianza en mi casa ¿Por qué no te fuiste? ¿Cómo te atreviste a hacer algo así? ¿Qué no sabes quién eres para mí? por si no lo sabes eres la causa de mis problemas... ¿Quién carajos eres? ¿Por qué me está sucediendo esto?- Hubo un silencio de larga duración en la otra línea mientras me desquitaba sin preocuparme por el volumen de mi voz. ¿Por qué apareció en el consultorio? ¿Por qué la ayudé?
-Lo siento, no pensé correctamente.
-¡Oh claro! con eso todo está resuelto. Por favor sal de mi vida.
-Pero puedo ayudarte a resolver tus problemas.
-¿Cómo? Si eres la causante. Haz lo que digo. Aléjate, desaparece... Por favor.- Cuelgo y me derrumbo. ¿Qué me está pasando? ¿Por qué tanta mala suerte? En primer lugar, el amigo de Elizabeth del que nunca me había hablado y esa chica que apareció de pronto... Alex y esa chica. Elizabeth apareció en el momento inoportuno cuando estaba con esa chica y luego se fue con Alex ... ¿Será solo mala suerte o coincidencia? Miro el numero de la chica desde mi celular. -Y si ella... Debo investigar, ojalá esté equivocado.
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El enfermero y la contable
RomanceDesde niños los cuentos se han encargado de distorsionar una realidad, expresándola en una frase: "Y vivieron felices para siempre". Cuán emocionante era leer el mismo final cliché, cuando la realidad es otra. El amor no es de color de rosa con la...