Capitulo XIX - Maldita sea

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"Gnash- I hate you, I love u ft. Olivia O'brien", repítelo hasta que termines de leer.


Candy

Él nunca me entenderá en verdad... ¿Cómo puede decir que me entiende?

A veces siento que lo odio, pero lo amo demasiado como para odiarlo de esta manera.

Conocí a Alex a mis 18 años de edad., él era mayor que yo, por 5 años y en esos tiempos era un universitario y yo, mientras tanto, una cualquiera.

Mi madre era una drogadicta y mi padre... Ni sé quién es. Soy independiente desde que tengo uso de razón.

Mi verdadero nombre es Hellen. Sé lo que era vivir en las calles, sé lo que se siente estar muerta de hambre, sé lo que era la falta de atención por parte de tus padres, sé lo que era el peso de la sociedad crítica, sé lo que significaba sobrevivir tanto como puedas.

Ingresé a la escuela más tarde que los demás niños, ya que no conocía de ella hasta que conocí a una mujer, que era conserje en una escuela básica; quién se apiadó de mí y se encargó de mis estudios, nada más.

Me desenvolvía bastante en clases, lo cuál me causó problemas con mis compañeros, pues era imposible de creer que la chica que todos los días olía mal y que se le veían los piojos, la marginal fuese mas inteligente que todos, pero para ese entonces ya había terminado la escuela primaria.

Más tarde a través de algunos robos conseguí ropa para vestirme decente y asistí a una escuela secundaria, me dejaron entrar no sé cómo. Ahora el problema era que solo tenía una prenda de vestir y utilizaba cuadernos usados que la gente me regalaba.

La presión social era aún mas fuerte durante la adolescencia, así que solo pude llegar hasta segundo de bachillerato.

El día en que encarcelaron a mi madre yo estaba en el patio, la policía había entrado y hecho un desastre, pero se la llevaron de todos modos. Yo me quedé parada sin hacer nada hasta que fueron al patio me escapé y no miré atrás.

Fui vagando por las calles, con frío, hambre y cansancio. Nuevamente recibo ayuda, pero de un hombre de familia que necesitaba a alguien que ayudara a su esposa con los quehaceres. ¿Por qué se fijó en una basura como yo? No sé, pero eso me salvo la vida. Me dieron vestimenta, un hogar para vivir y sobre todo poder observar de lejos una felicidad que nunca tuve; el ver una familia comer alegres, reír y amarse.

La mujer de la casa era un poco torpe, así que tenía que estar a su lado a la hora de lavar, cocinar o limpiar.

Un día la familia repentinamente se volvió sombría y terrorífica. La señora había sufrido un accidente que la dejó invalida permanentemente, la parte inferior de su cuerpo prácticamente estaba muerto. Los niños de la casa fueron llevados a la fuerza a vivir con sus abuelos, mientras que el señor y yo cuidábamos de la señora.

Una noche cuando cumplí mis 18 años fui violada por el mismo señor que me recogió de las calles, su justificación fue "Ya mi mujer no es la misma". No pude quedarme más y nuevamente escapé sin llevar nada conmigo...

Llegué a un bar atraída por la gente y la curiosidad, pero alguien me halo e intentó abusar de mi ese mismo día. De repente un chico alto de 1.72 metros de altura, rubio de cabello rizado y de ojos grises claros, me salva golpeando a mi abusador. Este por suerte estaba sumamente ebrio, así que con dos golpizas cayó al suelo y ese chico desconocido tomó de mi mano, corrimos como locos mientras que él reía. Se detuvo a tomar una caja de un auto oscuro y luego continuar corriendo. Llegamos a una pequeña colina y él por fin suelta mi mano, se sentó y empezó a respirar profundo, miro y sonrío de lado.

-Hola, me llamo Alex. Debí haberlo dicho antes ¿No?- Fue lo primero que dijo y empezó a tomar, hizo que el ambiente fuera lo más cómodo posible para que pudiese ser libre de hablar y dije:

-Me llamo Hellen.- El se había embriagado, ni podía moverse ni parar de hablar... Me contó su vida en solo una noche.

Amanecimos en esa colina. Al día siguiente pensé que al despertar no lo volvería a ver, pero aun seguía ahí esperando que me despertará. Me llevó a desayunar, me llevó de compras y me dió dinero para después despedirse. -¿Puedo verte de nuevo?- Le pregunté y él volvió a tomarme de la mano llevándome a una tienda y comprarme un celular. Una vez hizo eso, puso su numero como primer contacto y luego se fue.

¿Una nueva vida había comenzado para mí? Tenía ropa nueva, suficiente dinero como para alquilar una habitación y eso hice. Aparte de eso, lo demás lo gasté en comida que para mí en ese tiempo era lo más importante.

Llamé varias veces a ese chico llamado Alex, pero no lo pude localizar así que volví al lugar donde nos habíamos encontrado una y otra vez con la esperanza de que apareciera, pero nada. Hasta conseguí trabajo en ese mismo bar... Ya no tenía temor a nada gracias a la tonta idea de que él aparecería si llegase a tener algún problema...

Meses después de alquilar una casa fui amueblándola paso a paso por si lo viera de nuevo y esta vez no dejarlo dormir en la colina, sino que pasara la noche en mi casa.

Una noche lo volví a ver y de inmediato entabló una conversación conmigo, venía a verme cada vez que podía y los deberes de la universidad se lo permitieran.

No olvido el día en que hicimos el amor, o así lo pensaba yo, aunque para él era solo sexo. Me dijo que debía hablar más, expresarme más, que yo era dulce, que gimiera solo para él. Me tomé todo en serio y empecé a hablar y socializar más con los demás aunque fuese difícil.

No me contuve a la hora de expresarme, por ende tuve problemas por decir todo lo que pensaba, incluso lo malo, a las personas y por supuesto cumplí con solo acostarme con él.

Por él me cambié el nombre a "Candy" que era dulce en inglés. Pero de un momento a otro ya él no me miraba igual, ya no quería más mi cuerpo... Ignoré todo eso y seguí queriendolo hasta que el querer se convirtió en amor y en necesidad de tenerlo...

Un día lo invité al jardín botánico de Niza street, había preparado un picnic de ante mano.

El día era perfecto y soleado. Me acerqué a él y le confesé mis sentimientos, pero él me dijo : "Estoy enamorado de otra persona".

No era tan tonta como para pensar que el corazón era de cristal, sabía claramente que es un órgano que funciona como una bomba que expulsa y aspira sangre, pero al escuchar esas palabras sentí como si alguien tirará todo un gabinete de platos de cristal con todas sus fuerzas con intensión de que se rompieran todos y encima le pasara una aplanadora, y que un incendio forestal acabara con el lugar... No sabía como sentirme ¡Quedé como una tonta!

Analicé la situación y traté mil y unas veces de que su amor fuera solo para mí, pero hasta hoy que tengo 25 años no lo pude lograr.

7 años enamorada de él... tampoco me rendí. Lo necesito, es la única familia que tengo y la primera persona a quien amo, y que me abrió los ojos al mundo... Él que me hizo aprender a recibir lo bueno al igual que lo malo y ser como el café : Una vez colocado en el agua hirviendo fue el agua la que cambió, y no está de más ponerle una cucharada de azúcar.

He aguantado toda clase de cosas por él, como si él fuera el titiritero y yo su títere.

Hoy fue la primera vez que me golpeó, jamás lo había hecho y me duele; no el golpe, sino que fue por ella... A quién realmente odio es a Elizabeth, la princesita. Si tan solo ella desapareciera... Tal vez podría ser feliz con Alex, pero no. Lo conozco de más preferiría morir en depresión por ella que estar conmigo. ¡Maldita sea! Lo dio, pero lo amo demasiado.

El enfermero y la contableDonde viven las historias. Descúbrelo ahora