Blue Monday

Cap. 25- Old Times

Cuando pasó por aquel portal Kara no esperaba aparecer frente a una enorme mansión, una que aparentemente se encontraba en Londres. No había nadie en la entrada de la misma, pero apenas las enormes puertas se abrieron sintió muchos pares de ojos sobre ella, aun cuando las personas que estaban dentro de aquella mansión tenían sus rostros cubiertos por las capuchas de sus túnicas blancas. Eran alrededor de cincuenta personas las que se hallaban allí y en el centro del salón de baile al cual accedió al entrar en la mansión se encontraba él. Aquel hombre que había interrumpido a Lena de tocarla íntimamente en la noche de su cumpleaños. Él era el único que no vestía una túnica blanca, sólo ropas casuales, entendía por qué simulaba ser un multimillonario famoso para los ojos de los humanos, pues poseía todo el porte de un joven y guapo empresario.

Kara lamió un poco sus labios y sostuvo con fuerza la mano de Lena, que miraba al hombre y a su alrededor con enojo y molestia. Sam fue la primera en llegar a estar frente a él, quien le sonrió con malicia.

—Debo pedirte que seas amable con nuestro pequeño colibrí —Sam habló con un fingido tono de preocupación —, verás... aunque ha entrenado con fervor, ella sólo es una poco experimentada joven, Maxie.

—Maxwell para ti, híbrida.

—Que sea Reign para ti, entonces.

El hombre estrechó sus ojos a ella, sintiendo que no estaba en posición de exigirle nada, sin embargo, había escuchado acerca de ella y no pretendía tener un enemigo como ella.

—Bien, Reign. Les entregaré su cuerpo para un sepulcro, quizás.

—¿Q-Qué? Lena... —murmuró Kara con miedo, aferrándose a su agarre en su mano.

—Todo estará bien, Kara. —abrazó a la rubia, que continuaba estupefacta por las palabras que acababa oír decir al hombre a un lado de Sam. Kara tragó con fuerza, aferrándose a Lena con fuerza. Cuando Lena se alejó de ella depositó un pequeño beso en sus labios, sonriéndole un poco antes de hablar —. Iremos a casa luego de esto así que... intenta no ser muy dura con él ¿sí?

—Y-Yo no... es que... Lena —la pelinegra se alejó de ella, dirigiéndose al círculo que formaban aquellas personas en el salón. Kara la detuvo, sosteniendo su mano con fuerza —, n-no quiero hacer esto... yo... no quiero morir.

—Entonces sólo entrégame a la descendiente de Morgana.

Como si su miedo hubiera desaparecido, Kara jaló a Lena hacia sí misma, negando con su cabeza al ver cómo él se aproximaba a ellas.

—Ella es mía.

—Tratando a una buja de tal calibre como un simple objeto de tu propiedad. —él alzó su mano en dirección a Kara, pero al instante Sam tomó su brazo con fuerza, sonriéndole mientras negaba con su cabeza. Maxwell soltó un bufido, soltándose del agarre de Reign. Se acomodó su camisa de botones y miró a Kara con soberbia —. Afortunadamente, estará en las manos indicadas luego de que acabe contigo, humana insolente.

—¡Su nombre es Kara Danvers! —intervino Lena, fulminando con su mirada a Maxwell —, y sólo yo puedo llamarla humana insolente.

—¡Sí, sólo ell- espera ¿qué?

—¡Basta de hablar, comencemos con esto ahora!

fue lo que él dijo antes de acercarse a Kara, quitándole la daga de las manos. Maxwell pinchó su dedo con el filo de la daga y dejó caer una gota de sangre en el suelo. Por su parte, Sam se acercó a Kara y, quitándole aquella pulsera que servía de amuleto, aprovechó que el efecto de la misma tardaba en hacer efecto para pinchar el dedo de Kara y dejar caer una gota de su sangre sobre la brillante cerámica que cubría el suelo de aquel salón. Lena sólo pudo darle otro beso en los labios antes de salir del circulo que formaban aquellos magos y brujas junto con Sam, que le dio una sonrisa antes de murmurar un 'destrózalo'. Kara miró al hombre frente a ella y de la nada fue como si una especie de vidrio apareciera alrededor de ellos, dentro del amplio circulo de personas que estaban en el lugar. Maxwell comenzó a caminar con lentitud, con su mirada fija en la rubia, que miró a su alrededor confundida, sin saber qué hacer o cómo actuar.