—¿Qué quieres aquí? —Lena se posicionó entre Lillian y Kara, esta última parecía confundida ante lo que sucedía —. Estoy ocupada.
—¿Cómo puedes estar ocupada? Morirás en tres meses, o menos... ¿no se supone que deberías estar viviendo la vida loca, como siempre quisiste? —la pelinegra estrechó sus ojos a la mujer, que sólo soltó una risa burlona —¿Y quién es la joven desafortunada que está atrás de ti?
—No es tu problema.
—¿Tienes una nueva amante? —la mujer apareció a un lado de Kara, que dio un pequeño salto al verla. La examinó de arriba abajo y entonces sonrió con malicia, señalando a Lena —. Ella ha estado con al menos cien personas ¿sabías eso, cariño?
—¡¿Qué?! —Kara miró a Lena con reproche y la bruja negó con su cabeza.
—¡Eso es una mentira, Kara! —lanzó un hechizo a Lillian, que desapareció en una nube de humo —¡¿Qué demonios haces aquí?!
—He venido a advertirte, hija mía.
—¿Advertirme? ¿Tú? —Lena comenzó a reír y Lillian alzó una de sus cejas —, perdóname si no creo tu mierda, pero es que la mayor parte de mi vida apareces para recriminarme y asesinar a quienes me importan así que, —hizo aparecer una cuchilla en sus manos —, si te asesino mi maldición se romperá ¿me equivoco?
—Te equivocas, Lena. —la cuchilla desapareció de las manos de Lena sólo para aparecer en las de Lillian. Inclusive Lena quedó impresionada ante aquel truco, pues Kara se impresionaba por todo y en ese punto miraba a ambas brujas con su boca totalmente abierta —. Si me matas sólo tendrás la sangre de la persona que te crio durante mucho tiempo manchando tus manos.
—¿Y qué te hace pensar que yo mancharé mis manos? —sonrió con malicia a la mujer mayor, negando con su cabeza —Reign está allá adentro... —Lillian sólo giró sus ojos —, puedo llamarla para que haga el trabajo sucio mientras yo veo todo desde la comodidad de mi balcón.
—¿Ese pequeño gatito? Me gustaría verla intentando lastimarme.
—¿Cómo acabas de llamarme? —al ver a la morena Lillian se sorprendió. Sam apareció en el balcón al sentir la presencia de la bruja en el lugar, se aproximó a ella con sus ojos brillando en un tono rojo intenso —. ¿Quieres ver lo que el pequeño gatito puede hacer?
Para la sorpresa de Lena y Sam, Lillian sacó una bola de estambre. Su hija arqueó una ceja sin comprender qué intentaba, no obstante, la pupila de Reign se rasgó cual gato y unas inmensas ganas de atrapar aquella bola la invadieron.
—¿Sabes qué es lo curioso de la maldición que Lex puso sobre ella? —aventó la bola de estambre en dirección a Sam, que maulló e intentó atraparla en sus manos. Ante la sorprendida mirada de Kara y Lena, la mujer tomó su forma de gato sólo para comenzar a jugar con la bola de estambre, maullando de forma ocasional —. Que incluso si lograbas romperla, los instintos felinos en Sam perdurarían pasados los cinco años en su forma de animal, lo que quiere decir que no es un verdadero peligro para las personas que tengan este dato.
—¡Oh, vamos! —Lena intentó tomar la bola de estambre, sólo para recibir un rasguño por parte de animal —¡Te compraré mil bolas de estambre si —Lena no pudo continuar, pues Lillian había vuelto a aparecer frente a Kara y ella se apresuró a ponerse en medio de ambas —¡Aléjate de ella!
—Es ella ¿no es así?
La bruja sintió un escalofrío recorrerla por completo. Negó con su cabeza un par de veces.
—No sé de qué estás hablando.
—No me creas una idiota, Lena. —con un agitar de su mano hizo que Lena se apartara del medio y entonces pudo estar frente a frente con la rubia, que retrocedió varios pasos, intentando alejarse de la mujer que la intimidaba sólo con mirarla —. La amas y ella te ama... así que seguramente puedas romper la maldición.

ESTÁS LEYENDO
Blue Monday
FanfictionKara Danvers es una joven común que desde que recuerda ha tenido mala suerte. Su vida da un giro completo cuando se muda a National City, alquilando un departamento que, según el casero del edificio, se encontraba deshabitado hace meses. Es entonces...