Cap. 28- Wake Up

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Cuando volvió a abrir sus ojos, Kara se encontró en una especie de calabozo, no había nadie más allí, además de ella y... Lena. Quiso correr en su dirección y liberar sus ataduras de aquella mesa de piedra en la que se encontraba atada de manos y pies por igual, no obstante, recordó que se encontraba en una especie de sueño y ella sólo era alguna clase de espectadora en lo que estaba sucediendo. La luz del sol que entraba por el enorme agujero que estaba en el techo de la celda era lo único que iluminaba el lugar, además de que le indicaba que era de día. La misma luz del sol daba en el rostro de la bruja, que suspiró, manteniendo sus ojos cerrados ante la molestia que le provocaba el sol.

—Finalmente... mi venganza será completada. —habló Kara, acercándose a la bruja y sosteniendo su rostro entre sus manos. Lena sólo soltó una risa y negó con su cabeza —¿Tu propia muerte te parece graciosa, bruja?

¿Crees que Krypton te enviaría a ti y a un grupo de cazadores incompetentes detrás de una bruja de mi calibre sólo para que completes tu tonta venganza por la muerte de tus papis? —Lena volvió a reír, esta vez abriendo sus ojos y fijándolos en los azules profundos de Kara, atravesando su alma con una simple mirada —. Tan ingenua y estúpida —Kara la abofeteó y Lena sólo volvió a reír luego del golpe. Debido a la fuerza del golpe Lena mantenía su cabeza girada, sin embargo, no tardó en mirar al frente para poder fijarse de nuevo en la rubia, que sonrió al ver que había roto su labio inferior. No obstante, su sonrisa duró poco, pues Lena la escupió justo en su ojo derecho, el cual poseía aquella marca que ella misma le había hecho la primera vez que se cruzaron —. No me haces ni cosquillas, Kara.

—¡Voy a matarte! —ahorcó a la bruja, que abrió un poco sus ojos debido a la sorpresa, sin embargo, sonrió al sentir el aire abandonar sus pulmones y cuando Astra entró a la celda para detener a Kara y alejarla de Lena ella sólo comenzó a reír con locura dentro de su celda —¡Déjame matarla!

—¡No puedes!

—¡Te lo he dicho, cazadora estúpida! —Kara arqueó una ceja a Lena, mirándola conmocionada —. Esto es algo mucho más grande que tú, ¡tú venganza no es nada comparada con lo que significa mi muerte a manos de un grupo de cazadores de tu secta asquerosa!

—¡Callen a la bruja! —gritó Astra, sacando a Kara de la celda y dejando pasar a varios cazadores con utensilios para callar a la bruja —No la escuches, Kara.

—¡Pero ella vendrá, y cuando lo haga mi vida se apagará en sus manos junto con toda esta secta de mierda!

—¿De qué está hablando, tía?

—De nada, está loca... es una bruja, no debes prestar atención a sus maldiciones sinsentido.

Kara giró su cabeza para mirar por última vez la celda, de donde ahora sólo salían quejidos de la bruja a la que supuso que estaban torturando en ese momento. Cuando se giró para mirar al frente, se sorprendió de encontrarse nuevamente frente a un espejo. Estaba totalmente desnuda, su piel estaba marcada y conforme pasó sus manos por aquellas marcas recordó cada uno de sus encuentros con Lena. Se preguntó por qué siempre la dejó con vida cuando claramente ella podía asesinarla sin mucho esfuerzo. Pero más importante ¿por qué se dejó atrapar?

Apretó su puño con fuerza, recordado las palabras de la bruja. Su vida se apagaría en sus manos junto con toda la secta... ¿qué quería decir? ¿Su vida se apagaría en las manos de quién? ¿Cuál secta? ¿Acaso hablaba de Krypton? Negó con su cabeza, recordando también que había dicho que su venganza no significaba nada... pero ella había invertido toda su vida; desde que vio a sus padres morir a manos de aquella despiadada bruja a la edad de cinco años; en buscarla, enfrentarla... acabar con ella ¿y todo para qué?

Blue MondayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora