Aria Beckham [n.v]

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Nuestra segunda parada era España. Con Brooklyn habíamos decidido recorrer Europa, solo los dos. Cuando le comentamos a mamá y papá nuestra idea ellos accedieron con la condición de que lleguemos a Londres y pasemos más días ahí, antes de seguir con nuestro viaje.

Teníamos pensado ir a Italia, España, Francia, Alemania, Grecia y Países Bajos, y finalmente Reino Unido.
No es lo mismo viajar con nuestros papás que viajar solo mi hermano y yo, es totalmente diferente.

En España nos encantaríamos con Meredith y Markel, estaríamos ahí por unos pocos días y luego viajaríamos a Paris.

—¿Vamos a cenar?—Brooklyn asomó su cabeza por la puerta que dividía nuestras habitaciones.

—Claro, oí qué hay un buen restaurant a dos calles de acá.

—Bien—sonrió—¡salimos en treinta! Espero que sean suficientes para vos.

—¡No me subestimes, Beckham!

(...)

—No sabía que habías dejado de comer harina.—comentó una vez que salimos de aquel restaurante italiano.

—No es que dejé la harina, simplemente prefiero no comer tanto de eso—aclaré—pero eso no significa que no vaya a comer nunca mas esas magníficas pizzas que vos preparas.

—Está bien—sonrió—solo no quiero que dejes de comer.

—Todo está bien, no te preocupes.

—¿Cuando vas a ver a Shawn?

—Mañana vamos a almorzar juntos, no tiene mucho tiempo y acordamos encontrarnos otra vez en Londres.

—Ustedes si que parecen una pareja—rió— y hablando de parejas... ¿por qué estás evitando a Neels?

—No lo estoy evitando, simplemente peleamos y yo me fui de viaje—suspiré—como siempre, huyendo de mis problemas.

—Tenes que llamarlo, Aria. No siempre vas a poder irte cada vez que algo vaya mal. Así es crecer, enfrentar tus propios problemas e intentar solucionarlos.

Me encanta tener este tipo de confianza con mis tres hermanos, poder hablar de cualquier cosa y saber que ellos me van a escuchar y aconsejar.

—Si, tenes razón. Es qué hay cosas que no puedo manejar del todo bien. Es mi primer novio serio y estoy aprendiendo.

—Si, Ari te entiendo. Yo también hice cosas sin entender bien lo que estaba haciendo, me pasó lo mismo con Chloe.

—¿Vos decís que lo llame?

—Mejor hablarlo en persona. —sonrió