Aria Beckham [n.v]

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Cerré mis ojos y me concentré en las caricias sobre mi pelo y brazos que Paulo me daba.

—Me encanta estar así con vos—murmura después de varios minutos de silencio.

—A mi también. Todo con vos me gusta y lo valoro muchísimo.

—Te extraño cuando no estás.

—Lo sé, yo también te extraño—lo miré—pero así van a ser las cosas, vos no te podes mudar a Estados Unidos y yo no me puedo mudar para acá. No sé si alguna vez tuviste una relación a distancia—Paulo negó—pero aprendes a valorar mucho a la otra persona, y disfrutas hasta lo más insignificante.

—¿Estuviste con Neels a distancia?

—Si, yo estaba en Londres terminando el colegio y él estaba en Nueva York. Nos veíamos seguido porque Brooklyn ya estudiaba allá y Neels trabajaba mucho en Europa. Teníamos esa ventaja.

—Nosotros vamos a estar bien, te lo prometo—besó mi frente—vamos a hacer que todo esté bien y funcione para los dos.

—Está bien—lo besé—te quiero Paulo.

—Yo también te quiero, pequeña. ¿Te gustó ir a la cancha ayer?

—Si—sonreí—¡hacía mucho tiempo que no iba! Ya me había olvidado de esa sensación única que te transmiten los aficionados.

—Es incredible. Encima que tu novio es el mejor jugador.

—Si, ya lo sé. Lastima que no pude verlo.

Sus cejas se fruncieron y me miró enojado.

—Te estoy cargando bobo—lo agarré de las mejillas y lo besé—Sos el mejor jugando.

—Y el más lindo.

—Si, también el más lindo—rodé mis ojos— y es más insoportable.

¿Neels o Paulo?