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Paulo caminaba de un lado para el otro,  pensando que era lo que su novia tenia que decirle. Ella permaneció en el sillon observando a el ojiverde. 

—Me da miedo saber lo que me tenes que decir—dijo en su susurro. 

—A mi me asusta saber tu reacción cuando lo sepas.

Él la miró.

—Prométeme que vamos a estar juntos pase lo que pase. —pidió—Paulo,  por favor. 

—No puedo prometerte algo así,  no puedo.  Perdón.

Ella solo asintió con una mueca.  Se levantó de aquel gran sofá y se dirigió a la habitación.
De su cartera sacó una bolsa de papel color blanca, y ahora volvió donde su novio estaba. 

—Tengo miedo de esto—le entregó el paquete—lo tengo desde que nos fuimos de Miami, pero no soy tan valiente para hacerlo sola. 

Paulo abrió la bolsa y sacó la caja que había en su interior. Su cara se transformó inmediatamente, tenía una sonrisa que seria difícil disimular.

—¿Estas asustada por esto?—ella asintió —mi amor,  ahora si te prometo estar con vos.

—¿Como no voy a estar asustada?  Paulo,  tengo dieciocho años.  Estoy en mi primer año de universidad.

—Aria, te entiendo, ¿pero no te emociona saber que podrias estar esperando un bebé mío?  Porque a mi sí.

Ella lo miraba y no podia entender cómo estaba tan contento.  Sus vidas cambiarían completamente,  tendria que dejar de estudiar y mudarse a Italia. 

Por un lado la enojaba la tranquilidad que tenia su novio, porqué por más enamorados que esten, su relación recién comenzaba.

—Antes de que discutamos por esto voy a hacerme la prueba de embarazo. 

Sin mas que decir salió de la sala y fue hasta el baño principal. Cinco minutos después salió y Paulo la estaba esperando. 

—¿Y? —preguntó.

—Hay que esperar. 

Paulo abrazó a Aria, haciéndole saber que no estaba sola. 

Cuando en el test de embarazo apareció una sola rayita, ella suspiró de alivio.

—Negativo—murmuró.

Dybala solamente asintió. Estaba triste él si quería que ella esté embarazada. 

—No quiero que te pongas mal—acarició su corto cabello—es el destino. Es muy pronto todavía.

—¿Pero vos queres formar una familia conmigo?

—Claro que si, Pau.  Solamente que mas adelante;  quizá cuando yo termine de estudiar. Antes de tener un bebé hay varias cosas que quiero hacer. 

—Esta bien—besó su frente—te amo, Aria.

—Yo también te amo. Y sonreí que así sos mas hermoso. 

Aria Beckham [n.v]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora