Aria Beckham [n.v]

13O

Ya pasó un mes desde que hablé con Zach de lo qué pasó con Neels. Momentáneamente estoy viviendo con Brooklyn hasta que solucionemos todo eso y de paso, terminamos de pintar mi departamento.

Mis papás al enterarse volaron inmediatamente a la ciudad, se quedaron quince días y conocieron a mis amigos de acá.
No hace falta decir que quedaron encantados con Zach, en especial mi mamá, me dijeron que les parecía un amor de chico y que era más que bienvenido en mi casa, en Londres. También buscamos a un abogado, pero entendieron que no quiero llegar a eso, a algo legal. No solo por todo el proceso, que es más que agotador, sino porque se armaría un escándalo y es lo último que quiero. Es por eso que me mude con Brooklyn hasta que todo se calme, ya le avisamos al sereno del edificio que esté atento por si Neels se aparecía y que cualquier cosa nos llame.

Cambiando de tema, el treinta y uno es el cumpleaños de Zach, por lo que vamos a festejar sus diecinueve años y por supuesto, Halloween. Aunque el sábado pasado tuvimos dos fiestas y el domingo también, las fraternidades se habían organizado y decoraron sus casas, haciendo que el campus quede espectacular.

—¿De que van a disfrazarse para la fiesta?—preguntó Kiara.

Los cuatro presentes, contándome a mi, alzamos los hombros como respuesta.

—No lo sé, ¿de que vas a disfrazarte?

—Tampoco lo sé, seguramente combine con Ed—sonrió cuando habló de su novio. Él la vio y dejó un beso en su frente.

Sonreí de ternura. Los conocí hace seis meses, curso con ellos la mayoría de las materias. Kiara y yo nos habíamos vuelto muy cercanas, en especial con Zach. El vivir en el mismo edificio hizo que nuestra relación se haga más estrecha, hasta el punto de vivir, literalmente, en su departamento o de cenar casi todas las noches juntos.

—Yo me voy a disfrazar de hongo—dijo Harry. Reímos, no hay momento en el que no estén sus comentarios.

—Bien, entonces yo de flor.

—Yo de árbol.

—¡Yo quiero ser el sol!

—Y yo la luna.