Aria Beckham [n.v]

12O

Llegué al aeropuerto internacional de Londres a las ocho y media de la mañana. Mis dos mejores amigos anteriormente me habían dicho que me separarían y Lilia me dijo que haría lo posible por llegar. Ella está estudiando en Paris y según por lo que escribió en el grupo que tenemos los cuatro, su avión se había retrasado.

Al ver a Milo y a Kian, corrí hasta abrazarlos a los dos juntos. Los había extrañado muchísimo.

—Hola, mis bebés—besé la mejilla de cada uno.

Milo y Kian se ofrecieron a ayudarme con mis valijas, y cada uno llevaba una.

—¿Como estas?—preguntó Kian. Nos subimos a su auto y yo me senté en los asientos de atrás.

—Dentro de todo bien—contesté—pero es difícil. A veces lo extraño, a veces pienso que es lo mejor para los dos y hay veces... hay veces en las que me replanteo si haberlo conocido y estar con él fue lo correcto.

Ellos se miraron y luego me miraron a mi.

—Te mereces todo lo lindo y bueno—habló Milo—sos una persona tan Buena que no se merece estar triste. Sé que ahora es difícil, pero cada día va a ser más llevadero y más fácil.

—Gracias por escucharme—besé sus mejillas—los amo.

—Y nosotros a vos.

(...)

—¡Familia!—dejé las valijas al lado de la puerta y caminé hasta la cocina.

—¡Mi amor!—mi mamá fue la primera en abrazarme y besar mis mejillas.

—Hola, niños—saludé a mis hermanos con un abrazo y después a mi papá. Los había extrañado.

—¿Cómo estás?—Romeo pasó su brazo por mi hombro y me miró, no esperó una respuesta y me abrazó fuerte. —todo va a estar bien. Te lo prometo.

Simplemente asentí y subí a mi habitación, él me empezó a seguir y entramos juntos.

—Se que queres estar sola, pero te conozco y se que desde qué pasó todo eso no lloraste, no te tomaste tu tiempo para pensar ni para ver como realmente te sentís. Decís que vas estás bien, que todo va a mejorar, pero no hablas de cómo te sentís ahora, porque no sabes lo que sentís. Entiendo que es difícil y que estaba vez va a ser diferente a la anterior, ahora es definitivo y no sabes cómo estar al respecto. Quiero que sepas que me tenes para todo lo que necesites y que no voy a dejar de apoyarte. Te quiero hermana y solo quiero verte bien. —antes de irse besó mi frente. Lo amaba, él era mi persona.