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Paulo

Sentí que la había cagado, haber hecho eso fue realmente confuso para ella y por eso mismo no intenté seguir con lo que había empezado. Nos habíamos juntado para hablar sobre nosotros pero al final no fue así, no hablabamos nada.

Claro está que cuando me fui y volví a mi casa, me recibió una Antonella un poco irritante que me preguntó repetidas veces en dónde había estado. Tuve que mentirle diciéndole que Douglas me había necesitado, si le decía la verdad iba a enojarse y armar un escándalo, quería ahorrarme eso. Siendo un tremendo mentiroso, volví a usar aquella excusa para pasar tiempo con Sofía unos días después.

Antonella no me creía mucho, pero tampoco parecía importarle cómo estaba nuestra "relación".

Fue el viernes por la noche cuando pasé a buscar a mi ex novia, quién ya tenía un abultado vientre y estaba acompada por mi queridisima sobrina, tomándome por sorpresa.

— ¿Y esta? —pregunté, para segundos después sentir un manotazo desde atrás.
— Voy a ser la madrina de Xion, así que tengo que est..
— ¿Xion dijiste? No, por favor. —me quejé.— No le caguemos la vida así.
— Le ponemos Giovani entonces. —respondió Dolores, provocando que me volteara para mirarla con seriedad.

Ella se rió y Sofía la retó con la mirada, a lo que su expresión cambió al instante.

Iríamos a comprar unas cosas para el bebé, así que manejé rumbo al centro comercial más cercano mientras Sofía permanecía en silencio. La única que hablaba era mi sobrina pero no le prestabamos mucha atención, solía hablar mucho y a veces nos quedábamos sin palabras para seguirle la charla.

Al llegar, estacioné y abrí la puerta del acompañante para facilitar la bajada de Sofía. Ella me lo agradeció y empezamos a caminar hacía las puertas de entrada, manteniendonos a unos cuantos metros de distancia.

Al estar en el interior de aquel lugar, las chicas empezaron a mirar todo con atención y cuchicheaban cosas entre ellas, cosas que claramente yo no alcanzaba a escuchar.

Cuando entramos a la sección de niños, Dolores se quedó mirando los juguetes y demás cosas para personas mucho menores que ella.

Caminamos un poco más y dimos con cunas para bebés, dónde nos quedamos un rato bastante largo. Mi sobrina miraba todo con ternura y murmuraba un "aww". Sofía se veía muy emocionada por todo, no la había visto tan contenta desde hacía mucho tiempo y eso me tranquilizó un poco. Entendía completamente su susto por el bebé después de que fuimos al obstetra la última vez.

— ¿Te gusta? —preguntó en un tono un poco bajo, señalando una cuna de madera blanca.
— Sí ¿a vos? —respondí acercándome hasta donde estaba, a lo que ella asintió mirándome.— Si te gusta entonces puede ser una opción.
— ¿Por qué no le compras una roja y blanca? —preguntó Dolores, aparaciendose a mi lado.
— Van a pensar que es de river. No, gracias. —respondió Sofía haciéndome reír.

Seguimos recorriendo los pasillos, viendo algunos coches y sillitas para comer. Yo me quedé completamente enamorado de un coche que era bastante grande y  ajustable a todo pero a mi ex novia no le agradaba la idea de que sea tan grande, quería uno más sencillo.

— Como si el pendejo les fuera a decir "me duele la espalda, me hubieran comprado el otro" ¡Mierdas! —se quejó Dolores viendo que pensabamos mucho.
— Tu futuro ahijado se va a acordar de vos después de esto. —murmuró Sofía acariciandose el vientre y mirando a su amiga.

Nos reímos, viendo como Dolores suspiraba y seguía inspeccionando todo.

— Bueno, veamos si el que elegiste vos resiste. —le propusé, a lo que ella asintió sin saber lo que yo haría.

No sé como hice, pero terminé sentado en el coche de bebé y vi cómo Dolores me sacaba fotos en el mismo. Ya no se podía hacer jodas sin que te expusieran ante medio mundo.

— Dale, bajate Paulo. —murmuró la castaña de pelo largo.
— ¡Obligame! —respondí haciéndola reír.
— Daaaale. —insistió mientras tironeaba de mi brazo, intentando sacarme.

Al tironearme del brazo, mi cuerpo se movió levemente hacía adelante y quedamos a pocos centímetros de distancia. Pero desgraciadamente estaba Dolores para arruinar ese tipo de momentos.

— ¿En que pasillo estaban las toallitas? —le preguntó a Sofía, haciéndome carcajear.
— En el pasillo de allá. —respondió su amiga, señalandole con el dedo índice.

Dolores se fue y quedamos solos una vez más, pero de todas formas no cruzamos muchas palabras. Decidimos que cosas comprariamos y cuando la señorita que necesitaba toallitas apareció, seguimos recorriendo un poco más.

Cuando ya habíamos elegido todo, fuimos hasta la caja (la de embarazadas, ahora teníamos ese privilegio) y esperamos para poder pagar. La chica que estaba del otro lado nos saludó con una sonrisa en el rostro y verificó el precio de todo.

En un momento Sofía se paró demasiado cerca de mi, acercando su mano hasta mi pelo y peinando el mismo hacía atrás mientras me miraba fijamente. No entendía por qué de repente estaba tan cariñosa, pero se convirtió en algo obvio cuando vi que la cajera nos miraba con cierto recelo y Sofía ni siquiera se giraba.

Si la ibamos a hacer, la haríamos bien.

Mis manos fueron hasta su cintura, apoyandolas delicadamente mientras Dolores nos miraba sin entender absolutamente nada.

— ¿De qué me perdí? ¿Que capítulo me faltó ver? —preguntó con gracia.
— Ninguno, tonta. —respondió mi ex novia.

Dolores seguía sin entender, pero no le dio mucha importancia y siguió cómo si nada.

Le di la tarjeta y mi documentación a la cajera, teniendo que separarme obligadamente de Sofía para poder firmar la boleta. Después de eso nos despedimos de la persona que había estado mirandome con segundas intenciones, saliendo de aquel lugar y caminando con las cosas por el estacionamiento.

Subimos todo al baúl del auto, obviamente sin contar con la ayuda de Sofía, ya que yo no quería que hiciera ni la más mínima fuerza.

— ¿A dónde vas? —le pregunté a Sofía, viendo que caminaba hasta el lado del conductor.
— Dame las llaves. —pidió acercando su mano.
— No, no sabes manejar.
— Eso es lo que vos pensas, querido. —dijo, a lo que le di llaves con miedo.

Padre nuestro que estás en el cielo..

Holiii. Bueno nada, quería informales que probablemente no actualicé tan seguido como lo suelo hacer. Tengo mucho que estudiar, pensar y después relajarme (de todo, no solo el estudio). Que empiecen bien la semana, les quiero. Nos leemos 💕

Córdoba sin ti {Paulo Dybala} Donde viven las historias. Descúbrelo ahora