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Sofía
Córdoba, Argentina

Después de haber pasado la noche en el velatorio de mi papá y estar presente en el entierro, quise quedarme unos días más en Córdoba. Quería pasar más tiempo con mi familia, amigos y por un momemto pensé en no volver a Europa hasta después del parto, pero faltaba mucho y no iba a poder aguantar la distancia que teníamos con Paulo.

Unos días después de mi llegada a dicha ciudad, mi mánager consiguió que yo tuviera una aparición en un programa de televisión, dónde me preguntarian algunas cosas y cantaría un par de canciones.

Ese día me desperté un poco nerviosa, yo no solía aparecer en la televisión y no tenía un buen manejo sobre que decir en los medios.

Federico, mi mánager, pasó por la casa de mis padres temprano y fue quién se encargó de llevarme hasta el canal. Me explicó unas cuantas cosas, avisandome de que si no quería que hablarán o preguntarán de cierto tema él podía arreglar eso, a lo que yo le dije que estaba dispuesta a responder todo.

Obviamente Dolores quiso acompañarme, así que también fue conmigo. Bajamos juntas al llegar y seguimos a mi mánager, entrando por la puerta de atrás de aquel estudio.

— ¡Llegaron las más pij..
— Shh. —callé a Dolores, tapando su boca con mi mano.— Estamos en un estudio de televisión, boba.
— Let it beeee. —cantó en modo de queja haciéndonos reír.

Las personas encargadas de recibirme, me saludaron y me llevaro hasta un cuarto dónde se suponía que yo iba a prepararme antes de salir. Dolores se quedó ahí conmigo para matar el tiempo mientras me maquillaban y peinaban un poco, realmente no sabía todo el trabajo que hacían hasta ese entonces.

Unos minutos más tarde me llamaron para que saliera y fue lo que hice, siendo presentada por la conductora de aquel programa después de que la producción me haya puesto el micrófono. Solía ver el programa siempre que desayunaba, claramente hasta que me fui a Europa y dejé de ver televisión.

Después de presentarme ante el panel del programa y los expectantes, me invitó a sentarme en un sillón que compartiamos para que ella después empezará con sus preguntas. En ese momento tuve miedo y me empezaron a temblar las manos.

— Bueno.. Antes que nada te queremos agradecer por estar acá, sabemos que hace unos días perdiste a tu papá y probablemente no sea el mejor momento de tu vida. —comentó apoyando sus manos sobre las mías, a lo que asentí.
— Sí, bueno. Creo que a todos nos toca vivir estas cosas y estar acá es aprender a seguir adelante. —respondí.
— Ahora pasando a tu vida amorosa ¿Cómo va todo con el futbolista? —preguntó sonriendo con picardía, haciéndome reír.
— Por suerte todo bien, estamos muy felices de estar juntos de nuevo y mucho más por lo de mi embarazo. —respondí mientras veía como la conductora me escuchaba atentamente.
— Las fotos en Grecia.. Fueron su primer aparición pública en pareja ¿No? —preguntó nuevamente.

Me reí al ver a Dolores atrás de cámara haciéndome caras y recordandome lo que ella me había dicho antes de que emprendieramos ese viaje con Paulo. En una de las pantallas de aquel estudio pasaban una diapositiva con fotos de nosotros dos, lo que me hacía poner más nerviosa.

— No eramos pareja para ese entonces

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— No eramos pareja para ese entonces. —respondí, a lo que la conductora me miró un poco confusa.— Paulo no me había pedido nada, no era su novia.
— ¡Ah! ¿Y es cierto que se conocen desde chiquitos? —preguntó con curiosidad.
— Desde que teníamos quince años. Yo me mudé a Laguna Larga porque ahí tenía a mi familia paterna y bueno, mis papás querían que estuviéramos cerca de ellos.
— Y ahí lo conociste a Dybala y te flechó. —siguió haciéndome reír.
— Nos conocimos en el colegio, él es más grande que yo y por eso iba a otro curso, pero siempre nos cruzabamos en el recreo y yo me moría. —conté provocando que me mirará con ternura.
— ¿Que es lo que más te gusta de él?
— Uff, creo que todo. —respondí haciendola reír.— Sus ojos, su sonrisa. Y bueno, me encanta cómo es conmigo. Siempre está en los buenos y en los malos momentos, me cuida mucho.

Esas y muchas preguntas más sobre mi embarazo cayeron sobre mi durante el rato que estuvimos hablando con la conductora, hasta que me tocó cantar algo antes de despedirme.

Sería algo completamente acústico, por lo que agarré mi guitarra y me senté en una banqueta que la producción había acomodado antes.

— ¿Qué vas a cantar? —preguntó la conductora a unos metros de mi.
— Eh, "Querida Rosa" si les parece. —respondí.
— Si si, obvio.

"Vamos pa' atrás
Vamos a contar la historia
De una rosa
Rojo, el color
Como el de mi corazón

Yo no la podía soltar
La cargaba entre mis manos
Sin dañarla
Ella era mi amor
Sus espinas me cortaban
No me importaba

Querida rosa, te vine a regar
Con mis lágrimas
Cuanto me hiciste llorar
Cuanto me querías
Llegué tarde, estabas marchita
Y me dejaste solita
Querida rosa

Hoy te vine a mostrar
Te vine a mostrar las marcas
En mis manos
¿Cómo paro el dolor?
Necesito otra flor
Sin espinas, por favor"

Pude ver como Dolores me miraba mientras me filmaba con su celular, haciéndome sonreír tontamente mientras trataba de enfocarme en tocar la guitarra y cantar.

A la canción la había escrito la noche en la me despedí de mi papá antes de que lo encerraran en un hueco de cemento y comenzarán a comerlo los bichos de aquel lugar. Su muerte había sido lo más doloroso que tuve que afrontar. Es difícil acordarse de todos los momentos que vivimos juntos y no llorar, él vivía en mi mente todo el tiempo.

A veces solía sentirme mal al pensar en que me fui del continente siendo consciente de que él no estaba bien, de que no iba a poder ver a su futuro nieto y estar presente en mi casamiento.

Ver a mi mamá tan sola me partía el corazón. Nunca la había visto tan triste y angustiada, era horrible.

Terminé de cantar y me despedí de todos en el piso para después irme con Dolores, quién me esperaba ansiosa. Me abrazó y por alguna razón eso ablandó mi corazón, haciéndome llorar en su hombro. Un poco confundida ella me consoló y esperó a que mi mánager se acercará.

— ¿Qué le pasa? —preguntó.
— Se puso mal. —respondió Dolores mientras sobaba mi espalda.
— Me quiero ir. —dije separandome de mi amiga y secandome las lágrimas.
— Esta bien, vamos. —habló indicando que empezará a caminar.

Él se despedía de todos mientras yo salía abrazada a Dolores hasta que subimos a la camioneta, dónde me senté al lado de mi amiga en los asientos de atrás y ella me acariciaba el pelo con dulzura mientras me abrazaba.

Lo único que podía pensar en ese momento era en si a mi mamá le gustaría irse conmigo a Europa.

Le mandé un mensaje a Paulo sobre eso y él no tenía ningún problema en que su suegra viviera con nosotros por un tiempo, supongo que nos entendía.

Quería verlo pero no podía dejar a mi mamá sola, así que si ella aceptaba me la llevaría y trataria de hacerla sentir mejor.


Chotisimo el capítulo pero hay que conocer un poco más a Sofía y sentir su dolorrrr. Y bueno, eso. Buena madrugada para las que están despiertas a esta hora 💙💛

Córdoba sin ti {Paulo Dybala} Donde viven las historias. Descúbrelo ahora