14. OBSEQUIO

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Eran las seis am de un domingo en Wakanda, Bucky se despertó con el sonido de la alarma, que no se detendría hasta que él la desactivara, como todas las mañanas con los ojos aun cerrados, detuvo aquel incesante sonido:

Salió de la cama y se dirigió al cuarto de baño a lavarse la cara, nadie en su sano juicio se levantaría a las seis am un domingo, pero no Bucky, él lo hacía por una y solo una razón: amor, era el día en que le tocaba platicar con su hermosa Princesa y eso no pensaba dejarlo pasar solo por unas cuantas horas de sueño más, se levantaría a las tres de la madrugada si ella se lo pidiera.

Se miro en el espejo cuando estuvo seco, solo de pensar en su dulce Pequeña lo hacía feliz, el escuchar su dulce voz le alimentaba el corazón. Abrió la ventana de su habitación dejando entrar el tibio aire de la mañana, tomo su aparato y se acomodó nuevamente en la cama, solo que, ahora viendo a través de la ventana; presiono el botón y hablo:

— Hola Pequeña, cambio

— Buenos días Sargento — al escucharla, una sonrisa adorno su rostro

— ¿Cómo has estado? ¿Te ha pasado algo bueno en estos días?

— Si, me han pasado cosas buenas ¿Y a usted?

— Nada interesante, ayer saliendo del trabajo pase por una librería nueva y he conseguido una obra clásica muy famoso, por la noche fui al lago y me di un chapuzón

— Solo espero que se haya cambiado de ropa y no esperar a que se le secara el agua sola — dijo Shuri, sabiendo de las mañas del exsoldado

— Si, me he cambiado ni bien salir de ahí — sonriendo, aun recordaba la primera vez que la Princesa lo regaño por ese mismo hecho — dime ¿Cuáles son tus buenas nuevas?

— Pues vera, he conocido a alguien

— ¿A alguien?

— Si, un muchacho — al oír eso a Bucky se le borro la sonrisa que había estado en su rostro hasta hace unos instantes — su nombre es Michel, es muy agradable

— ¿En serio?

— Si, hoy hemos tomado un helado — aquellas palabras lo llenaron de celos, aunque sabía que no tenía derecho a sentirlos

— ¿Solos? — su voz salió un poco más grave de lo usual, rogaba porque ella dijera que no

— No, con Peter y Gwen, ella es amiga de Peter y es la hermana de Michel, los encontramos en el centro comercial, no sabíamos que eran hermanos hasta que los tuvimos enfrente, fue muy gracioso — riendo al recordar el hecho

— Vaya coincidencias — sopesando sus palabras

— Si lo mismo dije yo

— Y ¿Cuándo lo conociste?

— Ayer, mientras esperaba a que Peter saliera de su clase para volver a casa, él estaba esperando a Gwen quien es la compañera de proyecto de Pet, hablamos solo un poco, pero me agrado al momento y hoy cuando estuvimos más tiempo juntos pude conocerlo mejor

— ¿Te ha gustado? — pregunto, temiendo la respuesta

— Si — aquello estrujo el corazón del exsoldado quien no pudo evitar sentirse triste, pero se sacudió rápidamente ese sentimiento, debía ser feliz por ella — es muy agradable, creo que podemos ser buenos amigos, es muy interesante, es mayor que nosotros, tiene veintiuno

— ¿A si?

— Si, va en Ingeniería al igual que yo, así que creo que nos podremos entender muy bien, eso es bueno ¿No?

SHURI AND THE WHITE WOLF - EN EDICIÓN (COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora