SHURI AND THE WHITE WOLF - EN EDICIÓN (COMPLETA)

15. ¿ES ESTO NORMAL?

*** Antes de iniciar con la lectura, sé que tal vez no les haya gustado que Shuri este con alguien que no sea Bucky, pero créanme que es necesario que aprenda que se siente estar con otra persona, si no, no sería muy creíble la historia, al menos no para mí, si quisiera los pondría juntos desde el principio, pero de eso no se trata, esas no son cosas que puedan pasar, al menos no en esta historia, tengan paciencia, que ya llegara el ansiado WinterPrincess, ahora sí, pueden empezar ***

Los meses pasaron volando en un abrir y cerrar de ojos para la fecha de partida. El primer mes y medio Bucky se dedicó a buscar un reemplazo para su puesto y entrenarlo, no le había sido tan difícil después de todo, las complicaciones llegaron a mediados de Mayo, cuando ya la fecha de partir estaba a la vuelta de la esquina, aun no buscaba un apartamento en Connecticut y eso lo había fastidiando bastante, Tony Stark le había ofrecido para vivir, la misma habitación de la torre en la que se había quedado durante su visita del año pasado, pero Bucky no estuvo muy seguro de que aquello fuera una buena idea, así que se inventó la excusa de que la distancia de la torre hasta la fábrica le quedaría muy lejos, aunque sabía que no era como él lo hacía ver, además de que por el transporte no tendría que preocuparse, el Sr Barkum ya había puesto un auto a su disposición para que se pudiera mover fácilmente por la ciudad en cuanto estuviera instalado, era solo que no quería ser una molestia con su presencia en la torre, por eso siempre que Steve le sacaba a relucir el tema, él desviaba la conversación.

Otro problema que enfrentó fue como transportar y donde guardar sus pertenencias, pero al final todas habían sido llevadas a la torre, donde Stark a través de Steve se había ofrecido a guardarlas, aunque al inicio se negó, el rubio lo había convencido de que no le estorbarían a nadie y solo por esa razón acepto, aquello para el exsoldado era extraño, no entendía por qué aquel genio que aún no conocía bien se tomaba tantas consideraciones con él, ¡Vamos! que solo se habían visto por tres días y no hablaron demasiado en ese tiempo; a la única respuesta lógica y razonable a la que el exsoldado llego fue: Steve, estaba seguro de que el multimillonario haría lo que fue por a su mejor amigo feliz.

Era un viernes por la mañana y se encontraba en su habitación, sentado en la cama, ese lugar era el único de la casa que aún seguía amueblado, el resto había sido ya desocupada y dejada tal como se la entregaron el primer día, aun recordaba cuando la había adquirido. Con el dinero de su primer sueldo fue que pago la renta y se hizo de ella, aunque solo la habitación, la misma en la que ahora se encontraba, era el único lugar de la casa que poseía muebles, con eso le basto para obtenerla, habría dormido en el piso de ser necesario, ya había decidido que no seguiría viviendo por más tiempo en la misma choza en la que solía vivir, tal parece que la historia se volvería a repetir en esa ocasión, pero eso poco le importaba.

Miro su calendario, hoy prácticamente era su último día en la fábrica, el Sr Barkum le había dicho que partiría una semana antes, más que nada para que pudiera establecerse sin presiones antes de iniciar su nuevo trabajo en EEUU, pero también porque así lo había pedido el socio de su jefe, cuando el Sr Barkum le dijo aquello Bucky se intrigo, no entendía por qué aquel hombre había pedido tal cosa, pero rápidamente el amable anciano le dijo que quería que conociera la nueva fábrica y a todos los empleados que estarían a su cargo antes de que iniciara la verdadera acción, aquello fue suficiente para no hacerse más preguntas.

El domingo por la noche un jet del socio anónimo del Sr Barkum vendría por él y lo llevaría a la torre Avengers donde había aceptado quedarse a la enésima insistencia de Steve, hasta encontrar en una semana su nuevo apartamento, o al menos eso tenía planeado. Pensó en su Princesa, por fin podría estar cerca de ella, cuando él le contó sus planes Shuri se alegró sinceramente, casi podía jurar que pudo ver su hermosa sonrisa traspasar por el teléfono, si teléfono, finalmente había aprendido a usar uno y no entendía cómo se había cerrado a aquella asombrosa tecnología en primer lugar, sin embargo no le dijo en qué fecha llegaría, aunque sabía que ya había perdido la mitad de la sorpresa, quería que fuera un completo secreto para ella, quería que cuando menos ella se lo esperara, sorprenderla.