4.1 ¿AMIGOS?

464 36 10
                                    

Tres días habían pasado desde el incidente y aún no había podido hablar con ella, siempre que estaban a punto de cruzarse algo pasaba y ella se alejaba, ella decía que tenía cosas que hacer o que estaba muy ocupada, pero él sabía que en realidad lo estaba evitando y no entendía porque y tampoco era algo que le gustara, suspiró, hoy Steve vendría a visitarlo, le contaría lo sucedido y con suerte el soldado le diría que sucedía, aunque dudaba que fuera de mucha ayuda, su mejor amigo no era muy bueno con ese tipo de cosas.

Del otro lado del castillo se encontraba Shuri perdida en sus pensamientos, razón por la que le resultaba difícil concentrarse en sus deberes, sabía que estaba mal lo que hacía, no podía ignorar y evitar al Sargento por más tiempo, era de muy mala educación, además de que sospechaba que él había notado su extraño comportamiento, pero se sentía tan avergonzada que le era imposible hablarle o siquiera mirarlo a los ojos.

Había estado pensando todos los días en una forma de disculparse con él, pero siempre que se disponía a hacerlo recordaba lo sucedido y se acobardaba, ya no podía seguir así, lo sabía, estaba decidida, hoy mismo iría a donde él se encontrara y lo haría, después de que la visita del Capitán Rogers terminara por supuesto, no había marcha atrás, miró el reloj sintiendo su corazón acelerarse, aun le quedaban algunas horas para llevar a cabo su plan así que se decidió a darle inicio.

Por fin la hora en que Steve arribará se hizo presente, todo el día esperó su llegada, debía hablar con él con apremio y en cuando el rubio Capitán puso un pie fuera de la nave se acercó a él con prisa y lo arrastró diciendo:

—Necesito hablar contigo.

—A mí también me da gusto verte, Buck —dijo un tanto sorprendido y curioso, era extraño ver a su amigo en ese estado.

Llegaron al lugar donde siempre conversaban, se sentaron en la banca y el castaño volvió a decir:

—Necesito hablar contigo, es importante.

—¿Ahora que pasó? ¿una horda de mujeres te persigue? —burlándose de su amigo.

—No, ninguna horda, solo una.

—¡Oh! ¿qué pasa con ella? —más curioso que antes, el exsoldado casi nunca le pedía consejos a él tratándose de mujeres.

—Bueno pues veras, hace unos días estábamos todos jugando con los niños y ocurrió un incidente con ella y desde ese día no me habla y ni me mira, está evitándome.

—En serio, Buck ¿qué le hiciste? —preguntó escéptico—. Es la primera vez que veo a una mujer que te interesa huir de ti.

—¡Yo no le hice nada! solo fue un accidente y no es esa clase de mujer, se trata de Shuri.

—¡La Princesa! ¿pero qué rayos hiciste para que la Princesa te evite así?

—¡Pues eso es lo que no sé! y sinceramente ya me estoy desesperando, no me gusta estar en esta situación con ella.

—Pues si me cuentas como sucedió todo, tal vez pueda ayudarte ¿no crees?

—De acuerdo, ponte cómodo.

Después de contarle con lujo de detalles todo lo ocurrido hace tres días, el mayor esperaba impaciente a que su amigo le diera su opinión.

—Bien, la verdad no sé qué decirte Buck, sabes que no soy muy bueno con estas cosas, pero si quieres mi consejo, yo creo que debes disculparte con ella, no importa lo que haya sucedido.

—¿Tú crees? —preguntó esperanzado.

—Por supuesto, si dices que no quieres que estén separados eso deberías hacer.

SHURI AND THE WHITE WOLF - EN EDICIÓN (COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora