SHURI AND THE WHITE WOLF - EN EDICIÓN (COMPLETA)

21. PLANES

Varios meses pasaron, la boda de Pepper y Rodhey había sido hermosa, Steve y Tony planeaban la suya, el cumpleaños del Sargento fue celebrado en grande a insistencia del Capitán y de Shuri, el proyecto de los genios tecnológicos y el Dr. iba viento en popa, las misiones de los Avengers siempre eran un éxito, y la relación de Bucky y Shuri avanzaba a paso lento pero seguro, faltaban pocos meses para que el cumpleaños número veintiuno de la Princesa llegara y con ello su tiempo de estancia en New York terminara, ese último hecho causaba excitación y temor en igual cantidad en la pareja de enamorados quienes esperaban ansiosos el día en que pudieran anunciar sus relación al Rey y a la Reyna madre de Wakanda, pedían todas las noches a Bast que no se opusieran a ello, además de que con esa noticia vendría la propuesta de Shuri sobre vivir permanentemente en América y dirigir el grupo de diseño desde New York, habían hablado del tema el mismo día en que fueron descubiertos por la ahora pareja de casados, y habían decidido estar los dos presentes cuando la Princesa dijera su propuesta. La joven aun recordaba cómo se dio la conversación:

El aire les faltaba, pero ese hecho parecía no importarles, la lengua del castaño invadía la boca de la pelinegra, quien acariciaba el pecho del mayor deslizando su camisa ahora desabotonada fuera de su cuerpo, para después deslizar sus dedos debajo de la camiseta lo cual provocó un escalofrió en el exsoldado, quien empezó a recorrer la delicada espalda de la morena, podía sentir su cálida piel sobre la palma de su mano la cual viajó más al sur hasta posarse sobre su delgada pierna izquierda, al tocar ese pedazo de piel desnuda, ambos sintieron la electricidad recorrer sus cuerpos y sus vellos se erizaron, en ese momento Shuri tomó el valor y retiró la camiseta blanca del cuerpo del ojiazul quien no opuso resistencia ante lo que su Pequeña estaba haciendo, solo dejándose llevar, lentamente Bucky la recostó sobre el colchón y se acomodó sobre ella con sus rodillas y manos tocando el colchón, ambas piernas alrededor de su cadera y con sus manos a los costados de sus hombros , la contempló, se veía preciosa, sus ojos brillaban con incertidumbre y sus mejillas estaban rojas, sonrió, y se acercó a ella depositar un beso en su nariz, el cual la hizo sonreír y aliviar un poco su nerviosismo.

—Te amo Princesa —dijo, acariciando su negro cabello—, más de lo que imaginas, y espero el día en que podamos ser uno completamente, pero por ahora me basta con ver tu sonrisa, con sentir tus labios y con oírte reír —besándola suavemente—, deseo más que nada ver nuestro amor realizado en todas sus formas, y no me importa esperar un poco más si con eso estoy seguro que tendremos toda la vida para amarnos sin restricciones —mirándola con una bella sonrisa.

—¿Lo prometes? —pidió con voz tenue, sin apartar sus ojos de los azules.

—Sin importar que, siempre estaré contigo —acercándose para depositar otro beso en sus labios, a lo que ella enredó sus dedos detrás de su nuca, aferrándose a su cuerpo, él tomó su cintura y la levantó, quedando ella sobre su regazo.

—Te amo, y te amare por siempre —juntando su frente con la de él—. No quiero estar sin ti, no quiero volver a Wakanda, deseo vivir aquí, contigo y con todos, lo he estado pensando por mucho tiempo.

—Lo que sea que quieras yo te apoyare, y si no quieres volver, no lo hagas, puedes elegir, siempre puedes elegir —sintiendo sus alientos mezclarse mientras el espacio entre ellos se eliminaba.

—Elegí quedarme contigo —besándolo cortamente—, lo he planeado todo.

—¿Ah sí? —mirándola con una sonrisa y con una ceja alzada.

—Si, planeo decirle a mi hermano que construyamos unas instalaciones aquí en NY para que así yo pueda seguir liderando el grupo de diseño, además de que podre crear nuevos equipos sin la necesidad de volver a Wakanda, además de que podría apoyar mejor a Nakia con el centro comunitario si me quedo aquí —con una sonrisa—. ¿Qué dices? ¿Sera una buena idea? ¿Crees que T'challa la acepte? —ladeando su cabeza para ver la expresión de su novio.