27. PESADILLA

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Después de haber estado jugando en la cama, ya que no pudieron dormir más pues eran demasiado consientes de la cercanía del cuerpo ajeno, decidieron que lo mejor era levantarse e ir a desayunar con todos los demás y como todas las mañanas desde que habían empezado con el cambio de cuerpos, Loki apareció y transformó al pelinegro en él, Shuri miró al original antes de que este cambiara a la figura del Sargento, se le veía sonrojado, y con las pupilas un poco más dilatas que lo normal haciendo ver sus ojos un poco más negros en el fondo, además de que sus labios estaban más sonrosados de lo habitual, aquello le pareció curioso y aquel estado permaneció aun estando en el cuerpo del Sargento haciéndolo ver adorable, sus mejillas se veían preciosas y sus bellos ojos azules parecían más grandes así y sus labios clamaban por ser besados, curiosa como era, se acercó al Dios y dijo:

—¿Te pasó algo? —con una pequeña sonrisa, esperando paciente por la respuesta.

—¿A mí? ¿de qué hablas?, por supuesto que no, estoy perfectamente bien, ¿por qué?, ¿alguien te dijo algo? —sonrojándose más.

Aquello solo provocó una sonrisa aún mayor en la morena pues su Loki de siempre no era tan nervioso y no solía demostrar sus sentimientos tan abiertamente, bien, le sacaría la verdad en el desayuno, por lo que solo bastó con besar en los labios a su prometido para que el hechizo se rompiera, haciendo que ambos hombres la miraran extrañados.

—Bucky —con esa voz y esos ojos que sabía lo hacían caer rendido mientras pasaba sus manos por detrás de la nuca del hombre—, hoy quiero estar un rato con Loki, prometo compensarte por la tarde —batiendo sus largas pestañas hacia él para después depositar un beso en su cuello—, ¿De acuerdo?

—Lo que tú me pidas mi Amor —totalmente Idiotizado por las acciones de la menor.

—¡Agh!, oigan, consíganse un hotel —saliendo por la puerta y siendo seguido rápidamente por la menor quien se aferró a su brazo con una sonrisa ladina.

—¿Ahora si me dirás que es lo que te pasa? —inclinándose juguetonamente hacia adelante con las cejas alzadas mientras miraba al ojiverde.

—Está bien, pero no aquí, primero desayunemos y después vamos al jardín ¿así estarás feliz?

—Si —canturreando la palabra mientras daba brinquitos, que el menor de los Dioses le confiara un secreto era algo que muy pocas veces había sucedido, él sabía muchas cosas de ella y siempre la escuchaba, pero muy pocas veces la dejaba escuchar lo que pensaba o sentía, así que esa era una oportunidad que no podía desaprovechar.

El desayuno hubiera trascurrido normal si ella no hubiera notado que el Pelinegro a su lado daba pequeños brinquitos cada que escuchaba la voz del Dios rubio, o que se sonrojaba cuando este le dedicaba alguna sonrisa o mencionaba su nombre en la ya acostumbrada historia que el Rey contaba cuando todos se reunían para comer, además estuvo el hecho de que Thor también se veía diferente, seguía siendo igual que un rayo de sol, siempre sonriente, pero esta mañana, al igual que Loki, tenía un adorable arrebol en sus mejillas que era parcialmente cubierto por su barba que se encontraba perfectamente delineada y recortada a comparación del día anterior, lo cual le hacía ver igual de adorable que el menor, sonrió complacida, no necesitaba ser una genio para saber por dónde iba todo aquel asunto, bien, tendría que esperar, pero estaba segura de lo que pasaba y no podía estar más feliz por aquellos dos, ya se habían tardado.

Cuando todos terminaron de comer Shuri literalmente jalo consigo al Pelinegro fuera del comedor para llevarlo consigo al jardín, ante la mirada extrañada de todos, pues no era normal que ella se comportara así. Al estar ya sentados en una de las bancas del jardín fue Loki el primero en hablar ante la atenta mirada de la menor.

SHURI AND THE WHITE WOLF - EN EDICIÓN (COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora