28.1 RECUERDOS

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Un día más había pasado, la partida de Los Vengadores se había hecho inevitable y aunque todavía se encontraban renuentes a retornar sin su Princesa ella los había tranquilizado prometiendo volver lo antes posible, pero por pedido de su Madre permanecería un tiempo en observación a cargo del Dr. Strange quien había aceptado seguir su tratamiento por dos semanas más.

Así esa misma tarde vio como todos subían al Quinjet mientras se despedían y pedían que no los olvidara y vio a los dos Dioses desaparecer a través del Bifrost; los únicos que permanecerían en Wakanda serían el Hechicero y por supuesto el Sargento Barnes, Shuri había sido muy feliz al saber por su boca que el Sr. Tony y el Sr. Barkum habían llegado a un acuerdo y que lo dejarían trabajar por aproximadamente un mes en Wakanda y después regresaría a New York a retomar normalmente sus actividades, sinceramente estaba encantada con la idea, no sabía por qué pero tenía una imperiosa necesidad de mirarlo y contemplar su rostro, le gustaba mucho, tanto que no sabía si era normal sentirse así por su amigo, se sonrojó por sus pensamientos, sabía que el Sargento no tenía novia, pero ¿y si alguien más ocupaba su corazón? ¿no podría tener ella una oportunidad?, suspiró al sentir el frio viento que dejó la nave al despegar llevándose a casi toda su familia con ella, miró en su dirección, el castaño estaba charlando animadamente con Ayo, volvió a suspirar, sería mejor que no los molestara, después de todo ¿por qué habría de importarle más una niña como ella?, caminó lentamente de vuelta al castillo, recorría lentamente los pasillos y cuando iba a doblar la esquina fue detenida al presenciar cómo se abría un aro de luz justo enfrente y de el salía el Dr. Strange, sonrió, seguía maravillándose con los poderes del Mago, ojala ella pudiera aprender a hacer algo como eso, al menos así se olvidaría de sus sentimientos por el exsoldado.

—Hola su Majestad, ¿qué hace por aquí sola? ¿no la acompaña el Sargento Barnes? —preguntó extrañado.

—No, él tiene cosas más interesantes que hacer —bajando la cabeza.

—¿De verdad?, yo no estaría tan seguro —sonriendo levemente al mirar detrás de la joven.

—¿Por qué lo dice? —dedicándole una mirada curiosa.

—Mire quien viene allá —señalando con su barbilla detrás de ella.

Inconscientemente sonrió y se dio media vuelta para ver como el exsoldado corría en su dirección, no pudo evitar sentirse más feliz de lo que debería al saber que él había ido en su búsqueda.

—Pequeña ¿por qué desapareciste así? me preocupé —llegando hasta ella y posando su mano en la mejilla de la menor—. ¿Estás bien?

—Si, yo estaba hablando con el Dr...—volteando hacia atrás, pero sin encontrar al aludido—, no importa, yo...lo vi hablando con Ayo y no quise interrumpirlos, por eso... —bajando la mirada.

—Estábamos hablando de ti, de cómo fue tu recuperación.

—¿De verdad? —mirándolo fijamente, con la ilusión pintada en sus pupilas.

—Si, yo estaba esperando a que todos se fueran para invitarte a dar un paseo, quería llevarte a la cima de Bast y leer un rato, como solíamos hacer ¿no te gustaría? —pasando con mimo un mechón de su sedoso cabello por detrás de su oreja.

—Me encantaría —con una sonrisa, sonrojándose por las acciones del mayor.

—Entonces, vamos, no hay tiempo que perder —ofreciéndole su mano, la cual ella gustosa tomó.

—Pero ¿y las cosas? —preguntó mientras detenía su andar y soltaba su agarre.

—Ya nos están esperando —entrelazando nuevamente sus dedos mientras le sonreía coqueto.

SHURI AND THE WHITE WOLF - EN EDICIÓN (COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora