11. DESFILE

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Se encontraba terminando de rociar las plantas de su balcón cuando el sonido de unos golpes en su puerta la desconcertaron, entro y confirmo la hora en reloj, veinte minutos para las cinco am, era demasiado temprano y no se imaginaba quien podía ser, con parsimonia se dirigió a abrir y cuando lo hizo se encontró con unos ojos azules frente a ella.

— Buenos días Pequeña — con una sonrisa encantadora

— Sargento... Bu...Buenos días — no esperaba verlo a esa hora

— Perdón por venir a tocar tan temprano a tu puerta, pero me alegra que ya estés despierta — haciendo una pausa — necesito de tu ayuda — mirándola solemne

— Dígame en que puedo ayudarlo y lo hare — aquello era extraño, que el Sargento estuviera ahí tan temprano solicitando su ayuda la lleno de curiosidad

— Veras, quiero hacer algo especial por Steve, quiero prepararle un pastel de cumpleaños — avergonzándose

— ¡Oh! ¡Yo también pensé en lo mismo! Por eso me despertado tan temprano — sonriéndole dulcemente

— ¿En serio? ¡Qué bien!, entonces, no veo por qué perder tiempo, ¿Me acompaña señorita? — cediéndole el paso

— Por supuesto — sonriendo y saliendo de la habitación

Al subir al elevador pudo observar al Sargento con más detenimiento, su cabello y barba estaban más cortos, además de que su forma de vestir era diferente desde la última vez que se habían visto por videollamada, debía de admitir que ese nuevo look lo hacía ver mucho más apuesto a sus ojos, observo su perfil, sus largas pestañas, su nariz recta, sus labios finos y su barbilla, bajo hacia su cuello, su torso y volvió a subir, admirando su rostro, Perfecto, pensó.

— Si me sigues mirando así me voy a avergonzar Pequeña — escucho su voz y solo entonces se dio cuenta de que no había sido cuidadosa en su escrutinio, avergonzándose

— Y...yo pe...perdón — con las orejas hirviéndole — es solo que...

— ¿Tan mal me veo? — riendo

— ¡No! Se ve muy bien, muy guapo en realidad — reparando en sus palabras y poniéndose aún más roja si eso era posible

— ¿Te lo parezco? — con ese tono coqueto, tomando su mentón para que lo mirara

— Eh... pues...s...si — tratando de sostenerle la mirada, fallando

— ¿En serio? — picando

— Si, es que me ha tomado por sorpresa, yo siempre lo había visto con el cabello largo, pero, no me malentienda, lo que yo... lo que quiero decir es que se ve bien, así me gusta más — había hablado tan rápido, sentía que le faltaba el aire, escucho como el empezó a reírse y lo miro

— Creo que lo entendí... que te gustó — mirándola coqueto

— No... yo... — justo en ese momento se abrió el elevador, interrumpiéndola antes de que pudiera decir algo mas

Mientras se acercaban a la cocina pudieron notar que salía luz de esta, cosa que los extraño, creían que eran los únicos que se habían levantado temprano, entraron y grande fue su sorpresa al ver al multimillonario con harina por toda la cara y la cocina hecha un desastre, lo cual hizo reír a Bucky y preocuparse a Shuri, el hombre no había reparado en su presencia hasta que ella hablo:

— Sr Stark, ¿Se encuentra bien? — Tony alzo la vista un segundo para verla, volviéndola a bajar para concentrarse en su tarea

— Buenos días Niña, Barnes — batiendo con fuerza, salpicando por todos lados

SHURI AND THE WHITE WOLF - EN EDICIÓN (COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora