21.1 ADMIRACIÓN

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La tarde había caído sobre la torre, pero los genios no lo notaron, seguían sumergidos en el proyecto del castaño, habían pasado el hambre alimentándose con pizza, donas y café, nada realmente sano para sus cuerpos, pero aquello no parecía importarles; mientras Tony hacia los arreglos de sus dos nuevas armaduras, Shuri seguía viendo todas las fotografías, por extraño que pareciera había varias del Sargento, pues al ser el mejor amigo y mano derecha del Capitán solían retratarlos juntos, además de que también aparecía en muchas fotografías la Agente Peggy Carter, una mujer hermosa, ella había sido la mujer de la vida del Capitán, lo sabía porque el rubio se lo mencionó en varias ocasiones, también se enteró de que ella había conocido al Sr. Tony cuando era bebé mediante una fotografía, pues al parecer ella y el Sr. Stark eran muy buenos amigos así como el Sargento y el multimillonario playboy del momento habían forjado una amistad a través del Capitán.

Miró nuevamente la fotografía donde aparecían el Sargento y el Capitán, el castaño estaba sonriendo alegremente, con aquella sonrisa que solo solía dedicarle al rubio, automáticamente sonrió, aun recordaba cuando creía que el jamás le dedicaría alguna de sus bellas sonrisas, pero al parecer la vida daba muchas vueltas.

—Puedes llevártela si quieres —habló el de ojos avellana sacándola de su trance.

—¿De verdad?, pero estas cosas son de su padre, ¿No quiere conservarlas? —mirándolo con preocupación.

—Es solo una fotografía, el viejo no vendrá a quitártela —sonriendo con sorna, al imaginar algo como eso—, además estará mejor contigo que arrumbada en un caja acumulando polvo.

—¿De verdad?, gracias —con una brillante sonrisa.

El genio se dirigió a la cafetera con taza en mano, mientras tomaba una dona de la caja, mirando por el reflejo del cristal como ella sonreía al tener la fotografía entre sus manos y dijo:

—Puedes llevarte todas las que quieras, total yo nunca las veo —tomando un sorbo del caliente liquido café.

—¿En serio? —alzando una ceja interrogante—. Bueno, si insiste, lo hare.

—Totalmente —volviendo a centrar su atención en lo que tenía frente a su escritorio.

Shuri miró las fotografías, era un desperdicio tenerlas todas ahí guardadas, muchas se conservaban en buen estado y eran muy bonitas, debía hacer algo para que se lucieran y ya tenía una buena idea en mente, estaba segura de que al mayor no le molestaría; buscando más fotografías en otra caja que parecía ser de Howard Stark fue que encontró unas viejas cintas de película junto con muchas cosas del color de la bandera de EEUU, las tomó con cuidado pues se veían muy frágiles, las inspeccionó y pudo ver de qué se trataba, una sonrisa traviesa se formó en su cara y volteó a ver al mayor, puso la cinta en el piso y sacó otra, vio que había muchas, al menos diez de esas cintas, y todas trataban de lo mismo "El Capitán América", no sabía que el Capitán había hecho películas o algo parecido, pero sería interesante verlas, no lo pensó mucho y alzó la voz para que el hombre la escuchara:

—Sr. Tony, ¿Estas películas aún se pueden ver? —preguntó inocente.

Tony con la confusión pintada por un segundo en su rostro volteó a mirar a la pelinegra, al ver a que se refería sintió el calor invadir su cuerpo, ella sin querer había descubierto su secreto, más bien su caja secreta, pero no dejó que eso le afectara, tal vez ella no había notado que todo eso no era de su padre, sino de él, si, para que negarlo, había sido un fanático del Capitán América cuando niño y por eso tenía todos esos objetos y cintas de los que nunca pudo deshacerse, y aunque con el tiempo se había olvidado de ellas, hacía poco que volvían a ver la luz, dejó de divagar y respondió:

SHURI AND THE WHITE WOLF - EN EDICIÓN (COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora