20.1 SECRETO

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Habían terminado de comprar todo lo anotado en la lista y ahora se encontraban en la fila para comprar palomitas y refresco, sus manos estaban unidas, platicaban de cuál era el mejor sabor de palomitas y ambos coincidieron en que las de mantequilla clásicas eran las mejores, pero ese día querían comer algo un poco más dulce así que las acarameladas habían sido las ganadoras, decidieron que compartir el refresco era una buena opción, pero la decisión por cuál sería el mejor sabor a elegir se tornó en competencia, mientras que Shuri quería manzana, Bucky pedía limón y así el piedra papel y tijeras fue la forma más razonable que encontraron para llegar a un resultado, reían al estar jugando pues nadie cedía, ya llevaban diez intentos y nada, pero al final Bucky resultó el vencedor y con una sonrisa de satisfacción celebró su victoria mientras Shuri formaba un puchero en sus labios, al ver eso el castaño sonrió enternecido y depositó un beso en su frente, al final al llegar a la ventanilla él ordenó sabor manzana lo que provocó una sonrisa brillante en la pelinegra quien le agradeció con un beso, cosa que lo hizo más feliz que haber ganado aquel juego; miraron el reloj, pronto empezaría la función así que se dirigieron a la sala, no querían perderse ni un minuto del film.

Cuando salieron de la sala ambos iban con sonrisas en sus rostros, no los había decepcionado la cinta, habían disfrutado mucho el estar compartiendo tiempo juntos.

—¿Te ha gustado la película? —preguntó ella, mientras se tomaba del brazo del Sargento para estar un poco más cerca.

—Muy entretenida, todo parecía muy real —sonriéndole.

—Deberíamos venir más al cine, los dos solos —viendo la reacción del hombre ante sus palabras.

—Por supuesto, ¿Te parece si venimos la próxima semana? —tomándola por la cintura y sonriéndole brillantemente.

—¿Por qué no?, será divertido, esta vez tu escogerás lo que comeremos y tomaremos—con una sonrisa traviesa.

—Entonces no puedo desaprovechar mi oportunidad —dedicándole un sonrisa, le encantaba verla tan feliz.

Caminaron entre la multitud, toda la gente se arremolinaba en medio del vestíbulo pues mientras unos salían otros iban llegando y se hacía un gran embrollo; después de serpentear y llegar a un lugar menos aglutinado fue que Shuri habló:

—¿Me das un beso? —pidió de repente, en un susurro, con las mejillas sonrosadas, ante la mirada curiosa del Sargento.

—Tus deseos son ordenes Princesa —contestó él con una sonrisa seductora.

Detuvo su andar, ignorando a toda la gente que se encontraba en el lugar, tomó el rostro de su novia y lentamente depositó un beso en sus labios, nadie los conocía en ese lugar así que no necesitaban ocultarse, podían ser como cualquier pareja solo por ese momento y aquello era algo que ha ambos les gustó, las manos del exsoldado viajaron a la cintura de la pelinegra y ella sujetó las suyas a los brazos del ojiazul, disfrutaron de la sensación, no tenían prisas; cuando se separaron sonrieron, nada podía arruinar ese momento, o eso pensaron hasta que volvieron su vista al frente y se encontraron con las miradas atónitas de Pepper y Rodhey.

El color desapareció de sus rostros en un segundo y el terror inundo sus pupilas, ¿Los abrían visto?, a juzgar por la expresión de sorpresa de la pareja frente a ellos podían decir que sí, ¿Y ahora qué dirían?, bueno, no había vuelta atrás; no soltaron su agarre en ni un momento; se acercaron lentamente para quedar frente a ellos.

—Sargento Barnes —dijo la pelirroja, mirándolo con un sonrisa socarrona, para después mirar a la menor de igual forma—, Shuri, veo que tuvieron la misma idea que nosotros ¿Verdad cariño? —mirando al moreno, con una sonrisa.

SHURI AND THE WHITE WOLF - EN EDICIÓN (COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora