Ella no sabía cuan agradecido estaba por haberlo salvado, no pasaba ni un día en que no recordara lo agradecido que estaba.
Aun recordaba la primera vez que la había visto, fue cuando le dijeron que ella sería la encargada de curarlo, no lo podía creer, que esa niña no mayor de 16 años fuera capaz de llevar a cabo semejante tarea, pero decidió confiar en ella; su primera conversación no duro mucho y luego de eso fue congelado nuevamente, como muchas veces antes de conocerla.
Al correr del tiempo siempre que despertaba estaba ella ahí, era lo primero que sus ojos veían al despertar, y no podía describir la paz que sentía al ver su menudo cuerpo de piel canela acercarse a él, o al ver sus ojos cafés y oír su voz. Ella siempre lo trataba muy amablemente y le enseñaba muchas cosas del mundo actual que desconocía, cuando se sentía perdido ella siempre lo ayudaba y lo hacía sentir como en su época, ella le brindaba toda la paz que necesitaba; con sus ocurrencias y comentarios esa pequeña se había ganado un lugar en su maltratado corazón.
También recordaba el día en que se enteró de que ella era nada más y nada menos que la Princesa de ese hermoso país y todo gracias a su mejor amigo, Steve, que en su segunda visita se había dirigido a ella como "Princesa" y su sorpresa fue tan grande que no pudo articular palabra, solo pudo mirarla con los ojos muy abiertos; sabía que ella era importante en ese país por como la trataban los demás, pero jamás se esperó que fuera la hermana pequeña del Rey de Wakanda y lo curioso fue que nunca antes de ese día había escuchado a los demás llamarla así, poco después se enteró de la razón de ese hecho por su propia boca "Era un punto importante para el comienzo de la terapia, no quería fallar con usted revelándole mi identidad, podría haberse cerrado", con la mirada apenada, cosa que le provocó ternura, pero no por eso dejó de tratarla como a una niña, puesto que si ella no había querido decirle quien era en realidad era porque no quiso hacer distinción entre ellos o crear una barrera, ese hecho fortaleció su relación y la confianza entre los dos hasta volverse realmente cercanos, a excepción de cuando estaban frente a los demás, pues sabía que en esos momentos debía tratarla como la Princesa que era.
Estar con la pequeña Shuri era como estar con Steve, sentía que era parte del mundo, parte de una familia, eso era algo que creyó no volvería a tener, pero ella logro lo que él creía imposible, tener a alguien más aparte de su hermano que lo quisiera por ser solo Bucky. Esa niña era brillante, tanto que muchas veces no se daba cuenta de que hablaba en tecnicismos que nadie, ni él, entendía, pero que trataba de entender para no hacerla sentir diferente, todos los días pasaba mucho tiempo estudiando para poder sostener conversaciones con ella, era como si quisiera que ella se sintiera especial y siempre procuraba que nada malo le pasara, un sentimiento de protección nacía en él cada que la veía ser tan espontánea y alegre como solo ella podía serlo.
Él nunca tuvo una hermana, pero suponía que lo que sentía al estar con esa pequeña era lo que sentiría al estar frente a su hermana menor. La verdad era muy entretenido gastarle bromas y ponerla nerviosa como había descubierto hace ya dos semanas, desde el día en que le pidió formante que lo llamara Bucky solamente y no Sargento Barnes como ella solía decirle, no podía evitarlo, estaba en él ser así y sabía que ella conocía esa parte de su pasado pues lo había visto mientras curaba todos recuerdos y también por lo que él le había contado; sonrió, recordaba la conversación que había tenido con Steve en la mañana cuando llegó a visitarlo, fue más que nada sobre su vida en los 40's, hacía ya más de setenta años de eso, hablaron sobre las mujeres y como él era un empedernido mientras el rubio era solo un observador de sus conquistas de cada semana, muchas veces lo arrastró a citas dobles todo para poder salir con alguna chica linda como había sucedido en la ExpoStark y a veces se sentía un poco culpable por haberlo involucrado en sus aventuras pero no se arrepentía.
Ese día como muchos otros antes de ese Bucky le dijo a su rubio amigo que se estaba perdiendo de unas de las mejores cosas de la vida que era yacer en un lecho con una hermosa mujer, a lo cual Steve le contestó lo mismo de siempre, que cuando conociera a la indicada lo haría, a lo que él rio y le recordó, como en cada ocasión, que aún era un hombre virgen ahora de casi cien años, hecho por lo cual recibió un tremendo golpe en las costillas por parte de su amigo quien se molestó y se fue enfurruñado del lugar, solo alcanzó a oír como lo maldecía mientras entraba a la nave mientras él le gritaba que era broma y que lo amaba.
Para cuando se dio cuenta el sol ya se había ocultado tras las montañas y era hora de ir a dormir, acción que todavía le resultaba un poco complicada por temor a las pesadillas de su pasado, suspiró y miró afuera, dar un paseo a la luz de las estrellas le ayudaría, si, estaba decidido.
Notas:
*** El segundo capitulo, espero les guste, dudas, quejas, sugerencias o simplemente comentarios de amor son bienvenidos, gracias por leer, denle mucho amor a la historia ***
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SHURI AND THE WHITE WOLF - EN EDICIÓN (COMPLETA)
Fiksi PenggemarA veces nos encontramos a nuestra alma gemela en la persona que menos imaginamos. Ella es una princesa genio y el un ex soldado asesino de la segunda guerra mundial. Ambos vivirán nuevas experiencias en compañía del otro haciendo que sus corazones...